Nieves Herrero y Félix Madero: periodismo sin etiquetas ni trincheras alejado del amiguismo
Este jueves, 16 de febrero, a las 12:00 horas, se celebrará la ceremonia de entrega de los Premios APM de Periodismo 2022, correspondientes a su 84.ª edición, en el Auditorio del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque. La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha concedido ex aequo a Nieves Herrero y Félix Madero el Premio APM al Periodista Especializado en Madrid 2022, en reconocimiento a un trabajo o trayectoria profesional periodística relacionada con Madrid.
En una entrevista conjunta concedida a Apmadrid.es, Félix Madero (La Puebla de Almoradiel, Toledo, 1959), director de El Enfoque en Onda Madrid y colaborador de VozPópuli, asegura que a la radio “le sobra información política y le falta imaginación, contenidos que hablen de la vida y no de la vida de los políticos”. Para Nieves Herrero (Madrid, 1957), directora de Madrid Directo en Onda Madrid, la radio “demuestra su fuerza cada día, está más viva que nunca”. “Soy muy partidaria de los medios públicos -añade-, ya que los periodistas que trabajamos en ellos nos esforzamos en que se escuchen todas las voces del espectro político de la ciudad, de la región o del país”.
- ¿Qué significa para ustedes haber recibido el Premio APM al Periodista Especializado en Madrid 2022?
- Respuesta de Nieves Herrero (N. H.): Significa todo un honor. Sabemos que es un premio difícil de conseguir, puesto que intervienen muchos factores a la hora de valorar el trabajo de un periodista especializado a lo largo de todo un año. Y recibirlo junto a mi querido compañero Félix Madero le da todavía más emotividad al momento que vamos a vivir.
- Respuesta de Félix Madero (F. M.): Es el más importante de los que he recibido. Me lo dan mis compañeros de la APM, y eso es para mí muy valioso.
- ¿Con qué hitos o proyectos más destacados se quedarían de sus carreras? ¿Cuáles son los principales momentos que recuerdan con especial cariño?
- N. H.: El principal hito es no haber dejado de trabajar ni un solo día de mi vida profesional. La continuidad en el trabajo tanto de prensa, radio o televisión ha sido mi gran premio. Si tengo que destacar un solo momento, sería haber contribuido a que consiguiera una buena defensa Joaquín José Martínez, el primer español en el corredor de la muerte en Estados Unidos. Finalmente salió de la cárcel, al demostrarse su inocencia. Por cambiar de registro, me quedo también con haber entrevistado a Juan Pablo II en su primer viaje a España o haber acompañado durante una semana en Suecia al último premio nobel de las letras españolas, Camilo José Cela.
Además, destaco el hecho de ser testigo, como todos los periodistas, de tantos acontecimientos que forman parte de nuestra historia reciente. Por ejemplo, haber entrevistado a todos los presidentes de Gobierno de nuestra democracia o haber dado visibilidad a tantas mujeres con talento en nuestro país. Pero de lo que me siento más orgullosa es de haber dado voz a lo largo de todos estos años a los que no tienen voz.
Nieves Herrero: 'De lo que me siento más orgullosa es de haber dado voz a lo largo de todos estos años a los que no tienen voz'
- F. M.: Me quedo con la primera vez que me puse delante de un micrófono. Era un sueño cumplido. Después, y al margen de experiencias radiofónicas, los momentos en que trabajé junto a mis maestros de la radio. Esos no fueron sueños; simplemente, milagros.
- ¿Quiénes fueron sus referentes en el mundo del periodismo?
- N. H.: Mis referentes fueron también mis maestros: desde Figueroa a José Luis Cebrián Bonet; desde Manolo Martín Ferrand a Pepe Cavero; desde Tico Medina, José María Íñigo o los hermanos Vázquez a Jesús Hermida. Pero si hablo de personas que me movieron a hacer periodismo, esos referentes fueron dos reporteros que me influyeron mucho: Miguel de la Quadra-Salcedo y Carmen Sarmiento.
- F. M.: El primero que me abrió los ojos de la radio fue Carlos Tena, en un programa que se llamaba Para vosotros, jóvenes, en RNE. Pero de los que más conocimiento recibí fueron Fermín Bocos, Manuel Antonio Rico, Javier González Ferrari, Luis del Olmo e Iñaki Gabilondo.
- El jurado ha destacado, además de sus respectivas extensas trayectorias, el hecho de que hagan hincapié en los asuntos más cercanos contados por sus protagonistas. ¿La cercanía con la audiencia cada vez es más necesaria, ante la crisis de credibilidad de los medios y el cambio de hábitos de consumo de información?
- N. H.: Creo que narrar lo cercano, lo cotidiano, aquello que nos afecta a todos los ciudadanos, ha sido una constante en nuestras trayectorias. Igualmente, intentar conseguir que el oyente se sienta parte fundamental del propio programa e, incluso, que lleguen a integrarse en la familia de Madrid Directo, siendo miembros de un club de oyentes con los que mantenemos una estrecha relación sobre los contenidos del programa.
- F. M.: En la radio todo se basa en tener una historia que contar, saber contarla y que sea verdad. No hago muchas distinciones. Creo, desde luego, que antes, y especialmente ahora, hacen falta grandes dosis de humildad, esa que te recuerda cada vez que estás delante de un micrófono que solo eres un periodista.
- Igualmente, el jurado ha subrayado la serenidad y el sosiego de ambos a la hora de informar sobre la actualidad. Teniendo presente el ambiente general de crispación política y social, ¿el periodista debe ser aún más responsable y evitar caer en el sensacionalismo, alejándose todo lo posible de los discursos de odio?
- N. H.: Entiendo que todas las opiniones caben en un programa y no hace falta llegar al insulto ni a las voces. Nadie tiene la verdad absoluta. Debe ser el oyente el que decida cuál de las opiniones que mostramos es más acorde con su pensamiento. ¡Viva la diferencia y la discrepancia con respeto! No me gustan los programas donde solamente cabe una forma de pensar.
- F. M.: He intentado durante toda mi vida tasar mis relaciones con los políticos y todos lo que hay a su alrededor. No soy amigo de ninguno de ellos, aunque respete a muchos. Ese distanciamiento hace que pueda evitar el ambiente de crispación, que ahora llaman polarización. En la mano de los que tenemos un micrófono está la posibilidad de no trasladar ese ambiente a la antena. El periodismo, ayer y hoy, debería estar formado por personas que tuvieran muy claro cuáles son nuestros límites. Allí donde esté la mentira, la posibilidad de que lo sea, el insulto o un adjetivo que ponga en cuestión el nombre de un ciudadano deberíamos pararnos. No siempre es así, lamentablemente. Hay otro límite, pero ese es un mal sin solución: la cantidad de veces que hablamos de cosas de las que no sabemos nada o casi nada.
- ¿Cómo es Madrid como plaza informativa? ¿Es difícil separar la temática nacional de la local?
- N. H.: Es que en Madrid se fragua toda la actualidad. Hay quien dice que hasta que no nieva en Madrid, no nieva en España. En Madrid se concentra toda la actividad política, cultural y deportiva. A veces resulta difícil separar lo nacional de lo local. Todo lo que sucede en la capital interesa en el ámbito nacional. Madrid está siempre palpitando y me gusta participar de sus latidos. Profesionalmente, es apasionante.
- F. M.: La verdad es que distingo poco entre información local y nacional. Me interesa lo que sea noticia. No veo la razón por la que hemos de contar una estupidez porque sea local. En Madrid muchas veces lo local tiene verdadera relevancia nacional.
- ¿Están suficientemente valorados los periodistas locales madrileños?
- N. H.: Creo que dependerá de cada periodista. Tenemos grandes referentes que han hecho arte del periodismo local. No hay un periodismo de primera y de segunda. Existe el buen o el mal periodismo, pero no hay que ponerle etiquetas. Todo se lee y todo se escucha desde el momento en que nuestros contenidos se cuelgan en la red, se dan por streaming o se suben para pódcast. Lo que emitimos desde Madrid se puede escuchar en cualquier lugar recóndito del mundo. Ahora no resulta extraño que nos oigan en Estados Unidos o en Argentina, por poner dos ejemplos de oyentes que nos llaman desde países distintos al nuestro.
- F. M.: La valoración de los periodistas ha caído muy estimablemente en los últimos años, empezando por algunos medios de comunicación, sus directivos y dueños. Y digo dueños porque no hablo ni puedo hablar de editores.
- ¿Hay más amiguismo entre políticos y periodistas en la información local?
- N. H.: Es la misma cercanía que en el periodismo nacional. Lo digo con conocimiento de causa, al haber estado en medios nacionales y en medios locales. De todas formas, el amiguismo, esa tendencia a favorecer a los amigos en perjuicio de otras personas, no lo he practicado nunca.
- F. M.: No, un verdadero periodista se debe cuidar siempre de ese mal haga lo que haga: esté en el Congreso, cubra un pleno municipal o viaje con el Real Madrid. Una cosa es el contacto y otra, el amiguismo, que es la distancia que va de la fuente al charco.
Félix Madero: 'Una cosa es el contacto y otra, el amiguismo, que es la distancia que va de la fuente al charco'
- Las críticas sobre la pertinencia de que existan medios públicos, tanto estatales como autonómicos, son frecuentes. ¿Por qué son necesarios? ¿Cómo deben ser?
- N. H.: Soy muy partidaria de los medios públicos, ya que los periodistas que trabajamos en ellos nos esforzamos en que se escuchen todas las voces del espectro político de la ciudad, de la región o del país. Intentas el equilibrio y la ecuanimidad. Cuando trabajas en un medio público, esa variedad de voces es obligatoria. Te la impones.
- F. M.: Pues diría como en la respuesta anterior. He trabajado siempre atendiendo a mi condición de periodista y no a la naturaleza de la empresa que me paga. Tengo mis límites, yo me los impongo, y supongo que eso ha facilitado las cosas algunas veces y otras no. He sido nombrado y cesado varias veces a lo largo de mi vida. Recuerdo de forma especial una en RNE y otra en Onda Cero, cuando un presidente de Telefónica le dio por comprar televisiones y radios para mayor gloria del que estaba en La Moncloa. Público o privado, cuando el pulso se establece, siempre pierde el mismo: el periodista.
Félix Madero: 'He trabajado siempre atendiendo a mi condición de periodista, no a la naturaleza de la empresa que me paga'
- ¿Qué opinan de la publicidad institucional? ¿Cómo debiera ser su reparto?
- N. H.: Gracias a la publicidad institucional, aprendemos el número para la atención a las mujeres víctimas de violencia de género. Gracias a la publicidad institucional, sabemos cuándo comienzan los periodos de vacunación para determinadas franjas de edad. O conocemos campañas informativas para conducir con precaución… Eso sí, se debería repartir por igual. No puede haber medios de primera y de segunda. En esto, todos por igual.
- F. M.: La publicidad institucional no debería ser una forma de compensar favores. El que llegue a más oyentes que tenga más publicidad.
- ¿No está demasiado centrada la agenda mediática en temas políticos, dejando a un lado en ocasiones otros muchos temas que interesan al ciudadano?
- N. H.: Solo te puedo decir que en nuestra radio cabe todo. La política que afecta con sus decisiones al ciudadano, la cultura en toda su extensión y los temas sociales que preocupan a todos. La política no es el centro de nuestra información. Suceden muchas otras cosas al margen de la política que nos esforzamos por contar.
- F. M.: Todos los días entro a la radio con una idea en la cabeza que no nazca de la agenda política, y casi todos empiezo la tertulia de El Enfoque con un tema que nos aleja de los grandes temas del día, que suelen ser muy grandes para nosotros y muy chicos para buena parte de la audiencia. Todavía siento vergüenza de los cursos de derecho comparado, constitucional y penal que hemos dado estos días pasados a nuestras audiencias. Pero ¿qué creemos que esperan de nosotros los oyentes?
A la radio le sobra información política y le falta imaginación, voces, contenidos que hablen de la vida y no de la vida de los políticos.
- Los datos de la radio fueron positivos el pasado año, con crecimiento de audiencia, de credibilidad y de mercado publicitario. Parece el sector que mejor resiste. ¿A qué creen que se debe?
- N. H.: La radio siempre emerge con fuerza en los momentos más difíciles: la pandemia, Filomena, la guerra en Ucrania… Es el medio más rápido y el que permite informar con mayor agilidad. Desde un teléfono móvil se puede contar algo que está ocurriendo o sucediendo en ese momento. La cercanía del medio y la interacción con los oyentes son claves. Muchas veces han sido los oyentes los que nos han puesto tras la pista de una información que estaba produciéndose en ese instante. La radio no solo resiste, demuestra su fuerza cada día. Está más viva que nunca.
Nieves Herrero: 'La radio siempre emerge con fuerza en los momentos más difíciles: la pandemia, Filomena, la guerra en Ucrania…'
- F. M.: Se debe a que se hace bien. Hay radiofonistas muy buenos dispuestos a cumplir con dos principios básicos: la verdad y la amenidad. La radio es un medio cuya naturaleza complica mucho las ganas de manipular. Es muy fácil insultar o colocar un calificativo más o menos grave, pero es muy difícil convencer con una mentira. Se nota mucho. Y los buenos oyentes lo captan antes que leyendo un artículo o una noticia.
- En cambio, algunos estudios apuntan a que las jóvenes audiencias están perdiendo interés por la radio convencional. ¿Hay suficiente oferta dirigida a este sector o tiene que ver más con la preferencia de los jóvenes por el consumo de contenidos multimedia?
- N. H.: Creo que la radio musical está copada por jóvenes, pero en la convencional hay que conquistarles. Los jóvenes no se acercan ni a la televisión convencional ni a la radio convencional. Internet es el medio por el que se informan. La radio da compañía, te entretiene e informa. Acabaremos conquistándoles. Es una cuestión de tiempo y de edad.
- F. M.: La radio generalista cuenta poco, muy poco, con los jóvenes. Pero creo que eso ha pasado antes. Poco a poco se van enganchando. Si está bien hecha, la escucharán.
- ¿Qué le dirían a la audiencia más joven para que se anime a escuchar la radio?
- N. H.: Se lo digo todas las semanas a nuestros concursantes de “Las Olimpiadas del Saber”, un concurso de conocimiento que realizamos entre institutos y colegios de Madrid. La radio te tiene informado, y si no quieres vivir aislado, “conecta con nosotros”. La información es poder y conocimiento. No me canso de decirlo porque lo siento así. Yo no podría salir a la calle sin saber qué pasa en el mundo, en mi país y en mi región. Hay mucha labor pedagógica que se tiene que hacer desde las casas. Mis padres me enseñaron a escuchar la radio.
- F. M.: Que no escuche solo aquella con la que coincide. No hay cosa más estúpida que escuchar una radio que te esté dando la razón todos los días y a todas horas.
- ¿Qué opinan del auge de los pódcast? ¿Puede ser una solución para alcanzar distintos targets de audiencia?
- N. H.: Definitivamente, sí. La radio a la carta. Oír aquello que te interesa. Sobre todo, puesto que no tienen tiempo para oír tres, cuatro horas seguidas. Van directamente a lo que les interesa. Determinadas entrevistas a cantantes, escritores o artistas tienen cientos de reproducciones, y eso es porque se suman los jóvenes a escucharlas.
- F. M.: Sí, lo creo. El pódcast engrandece aún más el medio.
- Desde el conocimiento que aporta tantos años de experiencia, ¿qué principales cuestiones cabría mejorar en la profesión periodística?
- N. H.: Creo mucho en las nuevas generaciones. Tienen algo que les hace muy poderosos con respecto a nosotros cuando empezábamos: internet. Buscar contenidos y lanzarlos a las redes está al alcance de cualquiera que tenga algo que decir. Creo que habría que despertar en las nuevas generaciones un mayor espíritu crítico y las ganas de aprender de todo. Eso implica leer y estudiar. Uno no debe dejar de tener curiosidad. Si es así, es que estamos muertos.
- F. M.: A mí me parece una anomalía y un tremendo error que los periodistas de 50 años en adelante desaparezcan de las redacciones. Con ellos se va el oficio y las fuentes informativas. Y, por supuesto, el trato salarial de muchos medios es una vergüenza.
Félix Madero: 'Es una anomalía y un tremendo error que los periodistas de más 50 años desaparezcan de las redacciones. Y el trato salarial de muchos medios es una vergüenza'
- ¿Hay exceso de opinión en el periodismo actual, en detrimento de la información?
- N. H.: Sí, creo que a veces el oyente, el espectador o el lector se puede confundir. También pienso que uno se acerca al medio en el que se siente cómodo por cómo lo dicen y quién lo cuenta.
- N. H.: Lo hay. Es mucho más barato opinar que informar. El tertuliano opina y se va, el periodista hace su trabajo y se queda. Y si puede y quiere, protesta.
- ¿Creen que nos encontramos en un momento de restricción de la libertad de prensa y de la libertad de expresión?
- N. H.: Muchas voces dicen eso porque ya no todo vale bajo el escudo de la libertad de expresión. A los periodistas nos ampara la Constitución. La libertad y la responsabilidad de contar la verdad es un derecho que hemos conquistado y que no podemos perder. Lo que menos me gusta del periodismo de hoy es el periodismo de etiquetas y de trincheras.
Nieves Herrero: 'Lo que menos me gusta del periodismo de hoy es el periodismo de etiquetas y de trincheras'
- F. M.: No, siempre ha habido dificultades, pero en España uno puede leer todo e informar de todo. El poder está obligado a esconder aquello que le incomoda y el periodista a hacerlo público. Ese es el juego, y ese juego se hace en España a diario.
- “La verdad está en el viaje, no en el puerto. No hay más verdad que la búsqueda de la verdad”, afirmó el escritor y periodista fallecido Eduardo Galeano. Por su parte, Bill Kovach y Tom Rosenstiel aseguraron en Los elementos del periodismo que “la primera obligación del periodista siempre es la verdad”. ¿A qué nos referimos con la verdad cuando hablamos sobre ejercer el periodismo?
- N. H.: El lector, oyente o telespectador tiene derecho a conocer la verdad y los periodistas a dársela. Es nuestra obligación. Nuestro trabajo es perseguirla. Es hermoso pensar que toda una vida profesional lo que hemos hecho fundamentalmente es buscar. El camino es apasionante y esta es la profesión de los inconformistas, de los buscadores y de los apasionados por contar historias. Como decía san Agustín, “la verdad es como un león. No necesitas defenderla. Suéltala. Se defenderá sola”.
Por cierto, un recuerdo a los que se fueron demasiado pronto buscando la verdad como mi compañero Juan Pablo Colmenarejo, que hace un año se fue dejándonos a todos un hueco imposible de llenar.
- F. M.: La verdad sigue siéndolo aunque no coincida con nuestros intereses e ideas, incluso con los de la empresa que nos paga. Y no se trata de que seamos héroes, simplemente basta con que no perdamos esa idea. Una noticia es algo que alguien en algún lugar del mundo quiere esconder, el resto es publicidad y propaganda. Me lo enseñaron en la Facultad; y si bien es difícil de desarrollar una idea así todos los días, me ha ayudado mucho no olvidarla.
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