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La extraordinaria doble militancia de Carmen de Burgos y Azorín en el periodismo y en la literatura

20/03/2024

10:00

Escrito por: María Jesús García

El Ateneo y la APM han celebrado un homenaje a ambos periodistas y escritores, con la intervención de María Rey, Asunción Valdés, Juan Cruz, Pedro López Arriba y Roberto Cermeño.

De izda. a dcha., Pedro López Arriba, Roberto Cermeño, Asunción Valdés y Juan Cruz. Foto: María Jesús García / APM

El Salón de Actos de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha acogido el 19 de marzo un homenaje a la presencia de Carmen de Burgos, Colombine, y José Martínez Ruiz, Azorín, en la APM y en el Ateneo. Organizado por ambas instituciones, con el título de “Intelectuales en el Ateneo y en la Asociación de la Prensa de Madrid: Carmen de Burgos y Azorín, ejemplos de literatura y periodismo”, el coloquio tuvo como ponentes a los periodistas Juan Cruz Ruiz, asociado de la APM y del Ateneo y Premio APM de Honor del año 2016, y Asunción Valdés, autora de Revivir. La nueva Carmen de Burgos, también asociada de la APM y vocal de la Agrupación Carmen de Burgos del Ateneo.

La presidenta de la APM, María Rey, en un momento de su presentación. Foto: María Jesús García /APM

La apertura del acto corrió a cargo de la presidenta de la APM, María Reyy el socio bibliotecario de la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid, Pedro López Arriba. María Rey señaló que, además de compartir asociados “como los que hoy motivan este encuentro”, ambas instituciones han coincido en intereses y objetivos comunes a lo largo de su historia: “la difusión del pensamiento, la creación de espíritu crítico a través del diálogo y la acérrima defensa de la libertad de expresión". Otra de las características que les han unido ha sido “su talante inclusivo, pues desde sus inicios ambas contaron con mujeres en sus filas”, como es el caso de la propia Carmen de Burgos.

Por su parte, Pedro López Arriba abundó en la relación entre la APM y el Ateneo y recordó varios nombres ilustres que fueron, a la vez, ateneístas y asociados de la APM. Así mencionó al fundador de ABC, Torcuato Luca de Tena, y ya en la actualidad, “compartimos a Víctor Olmos, socio número 1 de la APM, autor además de las obras que recogen la historia de ambas instituciones centenarias".

Pedro López Arriba y Roberto Cermeño. Foto: María Jesús García / APM

El presidente de la Agrupación de Carmen de Burgos del Ateneo Roberto Cermeño, que actuó de moderador del debate, recordó el carácter social de las obras de los homenajeados: “Colombine y Azorín se preocuparon por los problemas nacionales, a través de la introspección y la lucha por la modernización de España, yendo más allá del noventayochismo". Y añadió que los dos autores tenían también doble militancia, en la literatura y el periodismo, “donde dejaron huella”.


Colombine, intuici
ón especial para el oficio

Para Asunción Valdés, hay razones suficientes para homenajear a estos dos intelectuales. En el caso de Carmen de Burgos, “es un acto de justicia que el Ateneo y la APM rindan tributo, después de décadas de marginación, a la que fue su segunda y tercera asociada, respectivamente”. Según explicó la escritora y autora de una biografía fundamental sobre Carmen de Burgos, recientemente publicada, es un buen ejemplo para el periodismo actual, ya que “demostró tener intuición especial para el oficio”. Asimismo, recordó una de sus máximas: “Nada puede instruirnos como el testimonio viviente”; y, como ejemplo, citó algunos de los brillantes reportajes que publicó y que así lo evidencian.

Asunción Valdés, durante su ponencia. Foto: María Jesús García / APM

No obstante, señaló Asunción Valdés, hay más características que convierten a la Colombine en un referente profesional: “No publicó una posible noticia hasta que comprobó que la fuente era fiable”. Además, Carmen de Burgos es “un ejemplo como innovadora en la creación de un género periodístico, al utilizar la encuesta para conocer la opinión de los lectores”. “Sus aportaciones al género de la entrevista fueron igualmente notables -afirmó-”, pues “iba más allá del dato, captaba las emociones del personaje”.

Valdés no quiso dejar de subrayar la cercanía de esta pionera con los rasgos que definieron el movimiento de la Generación del 98, un argumento que se sustenta en “su preocupación por la profunda crisis nacional tras el desastre de 1898, sus anhelos europeístas para regenerar España y su fascinación por el Quijote que compartió con Azorín”. Colombine sostenía que “periodismo y literatura van de la mano”, concluyó.

Azorín, y su 'ir derechamente a la cosas'

Juan Cruz comenzó su alocución apuntando que había aprendido mucho de los libros de Colombine: "Son más que historia, son actualidad, nos siguen enseñando que el periodismo es un oficio inacabable en el ámbito del aprendizaje". "Nunca me he sentido un periodista completo -dijo-", "porque al final me he dado cuenta del tamaño de mi ignorancia”. “Debemos regresar a la época en que preguntar qué pasó no nos dé vergüenza”, apostilló.

Sobre Carmen de Burgos, destacó Juan Cruz, que había nacido con la libertad de pensamiento y con la libertad de expresión, “las practicó, las defendió y las dejó escritas, pero la historia le hurtó esta última libertad, la libertad de expresión, hasta después de muerta”.

Juan Cruz. Foto: María Jesús García / APM

En cuanto a Azorín, igual que Carmen de Burgos, “se adelantó a la revolución feminista en sus relaciones con la vanguardia estética de aquellos tiempos”. Y citó al escritor Manuel Longares, uno de sus discípulos, que los calificaba como “periodistas y adelantados literarios”. Contó también que Azorín “me convocó a contar, a saber de las cosas por los libros; y saber que contar obligaba a liberarse de los lugares comunes para ir, como él mismo decía, “derechamente a las cosas”.

Juan Cruz terminó con una reflexión que quiso compartir con los presentes: “Quizá es tiempo, en este lugar de ruido que es ahora el oficio, de volver a ellos dos como una manera nueva de regresar al sosiego que una vez hizo sentir que el periodismo es parte de la literatura y no, como ahora, consecuencia del rumor y del insulto, que, cada vez con más alevosía, nos junta, hasta creer que eso, el sonido y la furia, es lo que hemos aprendido”.


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