La FAPE condena las amenazas recibidas ayer por un redactor y un fotógrafo de Diario La Rioja

Madrid, 4 de mayo de 2010.-  La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de La Rioja muestran su más firme repulsa por las amenazas e insultos recibidos ayer por un redactor y un fotógrafo de Diario La Rioja.

Los profesionales se encontraban cubriendo una información en la finca de la familia Vallejo de Alfaro, donde se estaba llevando a cabo el arranque de un viñedo ilegal ordenado por una sentencia ratificada por el Tribunal Supremo. Según informa la Asociación de la Prensa de La Rioja, “esta noticia ha tenido y tiene un amplio seguimiento informativo por parte de todos los medios regionales porque todos los temas relacionados con el vino de Rioja y con su legalidad son de especial interés para los ciudadanos de esta comunidad y porque, además, en este caso, afectan a personas de la vida pública”.

 Los periodistas fueron insultados por varios miembros de la familia Vallejo, que les amenazaron con romper la cámara si no borraban las fotos que habían realizado, según consta en la denuncia presentada ante la Guardia Civil. Los incidentes más graves se produjeron cuando uno de los familiares amenazó con “rajar” al redactor si su nombre volvía a salir publicado y cuando otra persona de la finca sacó un azadón del maletero de un coche y amenazó con impactar contra el vehículo en el que se resguardaron los trabajadores del periódico La Rioja a la espera de la llegada de la Guardia Civil.

 La Asociación de la Prensa de La Rioja quiere recordar que el Derecho a la Información pertenece a los ciudadanos y lamenta que, precisamente, en el Día Internacional de la Libertad de Prensa, se produjera un incidente tan lamentable que lo limita. Parece que hay quien ha olvidado que los periodistas somos meros depositarios de ese derecho fundamental reconocido en la Constitución y que tenemos suscrito un contrato con la sociedad para ofrecerle información veraz y de interés general y, también, para servir de control a los diferentes gobiernos y poderes como garantía de una democracia sana.