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Reporteros Sin Fronteras denuncia el acoso a periodistas y medios de comunicación en Afganistán

09/02/2022

09:49

Escrito por: APM

Desde hace dos meses se han multiplicado las amenazas, citaciones para interrogatorios y las detenciones arbitrarias.

Según una nota publicada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), la agencia de inteligencia talibán conocida como “Istikhbarat” y el Ministerio de Promoción de la Virtud y Represión del Vicio están directamente implicados en este acoso, que viola la ley de prensa afgana.

Entre los últimos periodistas detenidos se encuentra Aslam Hijab, reportero de negocios del canal privado Ariana News TV, que fue arrestado a la salida de su trabajo el 31 de enero; y su compañero, Waris Hassra, que también fue detenido cuando  intentó protestar. Ambos fueron trasladados por agentes de inteligencia a un destino desconocido y retenidos durante 48 horas.

Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán, el 15 de agosto de 2021, la policía o el Istikhbarat  ha retenido al menos a 50 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, detenciones que han durado desde varias horas hasta casi una semana. Suelen producirse cuando los periodistas cubren manifestaciones callejeras de mujeres en la capital, Kabul.

Dirigido por Abolhag Wasiq, este servicio de inteligencia desempeña un papel clave en el gobierno talibán y está directamente supervisado por el primer ministro interino. Ha sustituido a la Dirección Nacional de Seguridad (NDS) de la República Islámica de Afganistán, heredera a su vez de la KHAD (Agencia de Inteligencia del Estado), rama local del KGB durante la década de 1980.

Amenaza de “arrancarles la lengua”

El Istikhbarat no solo está directamente implicado en la detención de periodistas. RSF ha sabido que varios medios de comunicación han recibido llamadas telefónicas amenazantes y citaciones para ser interrogados por funcionarios del esta agencia de inteligencia talibán.  Javad Sargar, alto funcionario de Istikhbarat que se ocupa de los medios de comunicación, “invitó” recientemente a los periodistas a dejar de cubrir ciertos temas y de participar en debates televisivos bajo amenaza de “arrancarles la lengua”.

Pero además, los periodistas afganos deben enfrentarse también al Ministerio de Promoción de la Virtud y Represión del Vicio, encargado de velar por el respeto de la sharia en el ámbito público y de hacer cumplir la doctrina coránica de “ordenar el bien y prohibir el mal”. Fue este ministerio el que emitió, el 22 de noviembre, un decreto en el que se definen algunas normas que rigen la libertad de prensa en Afganistán. Entre otras cosas, se pidió a los periodistas que no entrevistaran a comentaristas que pudieran criticar al gobierno, ni los invitaran a participar en debates en los estudios de televisión. Y a las mujeres periodistas se les dijo que debían llevar el hiyab completo.

El Ministerio de Información y Cultura convocó el pasado 16 y 22 de diciembre a cuatro canales de televisión privados –Tolo TV, TV1, Ariana News y Shemshad– para advertirles que debían cumplir estrictamente el decreto del 22 de noviembre. Los responsables de los canales de televisión se vieron obligados, bajo presión, a aceptar la aplicación del decreto.

Violación de la ley de medios de comunicación

Este decreto viola la ley de medios de comunicación promulgada en marzo de 2015 . A preguntas de RSF, el portavoz del gobierno y viceministro de Información y Cultura, Zabihullah Mujahid, confirmó que esta ley sigue en vigor, que no impide a las mujeres trabajar como periodistas y que ningún ministerio o entidad debe intervenir en las actividades de los periodistas. Sin embargo, también anunció la inminente creación de una “Comisión de verificación de los delitos contra los medios de comunicación”.

La situación es tan  confusa para los periodistas porque las directivas que les afectan proceden de diversas fuentes. Además de las presiones de varios ministerios y del Istikhbarat, los medios de comunicación deben seguir las órdenes del Centro de Información y Medios de Comunicación del Gobierno. El 29 de enero, el GMIC emitió unas recomendaciones para “todos los medios de comunicación de Afganistán” que, en esencia, confirman las once normas para ellos anunciadas el 19 de septiembre. Estos anuncios han contribuido a debilitar aún más el papel del Ministerio de Información y Cultura con respecto a los medios de comunicación, que sin embargo están oficialmente bajo su autoridad.

Afganistán ocupa el puesto 122 de 180 países en la última Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que publicó RSF en abril de 2021.

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