Las acusaciones de un grupo de periodistas de Telecinco contra Urbaneja son “gratuitas” e “infundadas”, según la Comisión de Quejas y Deontología de la FAPE
La instancia que aplica el Código Deontológico de los periodistas resuelve de forma conjunta una serie de reclamaciones individuales contra el presidente de la APM por sus opiniones sobre la forma de hacer periodismo de Telecinco y unas supuestas críticas a la periodista Sara Carbonero, de la misma cadena de televisión.
En su resolución 2010/49 "Sobre el derecho a la libertad de expresión en relación con declaraciones realizadas por don Fernando González Urbaneja sobre la práctica del periodismo", la Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha resuelto que “las acusaciones a González Urbaneja resultan gratuitas, infundadas, superficiales y fuera de contexto”.
Una serie de profesionales de la cadena de televisión Telecinco formalizaron en su día reclamaciones solicitando en todas ellas apertura de un expediente a Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), “por incumplimiento de las normas deontológicas contenidas en el código deontológico de la FAPE”. La Comisión de Quejas, decidió admitir a trámite todas ellas y resolverlas de forma conjunta por trabajar el grupo de reclamantes en el mismo medio de comunicación. González Urbaneja se abstuvo de formular alegaciones, sometiéndose a la resolución de la Comisión de Quejas.
La mayoría de las reclamaciones denunciaron unas declaraciones de González Urbaneja, hechas en una entrevista al diario “Faro de Vigo”, en las que calificaba el periodismo de Telecinco de “deplorable”. La resolución de la Comisión de Quejas establece que “está claro” que Urbaneja emplea el calificativo de “deplorable” “refiriéndose al periodismo de Telecinco como cadena de televisión, medio de comunicación-empresa informativa”, no a los profesionales de la cadena.
La resolución también alude a una pregunta sobre Sara Carbonero que se le formuló y que Fernando González Urbaneja contestó en un curso de la Universidad Menéndez y Pelayo en el verano de 2010, en cuya contestación, según la resolución de la Comisión de Quejas, “emitió un consejo profesional, recomendando a Sara Carbonero que tuviera “un cierto cuidado para no vincular sus emociones personales con sus informaciones”. El dictamen de la comisión deontológica establece que “estas palabras de González Urbaneja, en ningún caso suponen declaraciones insultantes para Sara Carbonero”.
La resolución sigue así: “Ante estas cuestiones en relación con el ejercicio del periodismo es necesario recordar también la doctrina de la Comisión que en su resolución citada 2006/7 sobre Lidia Lozano, periodista en Telecinco, señalaba: “el peligro de la periodista de alejarse de la imparcialidad en la elaboración de la información, cruzando la barrera de ser informador para convertirse en sujeto y objeto mediático de la información en el centro de la misma información”, lo que se realizaría en contra del punto 30 del Código de Deontología del Consejo de Europa que indica: “en el periodismo no se debe confundir lo conflictivo o espectacular con lo importante desde el punto de vista informativo. El periodista no mediatizará el ejercicio de su función
con la finalidad principal de adquirir prestigio o influencia personal.”
"Con posterioridad a las declaraciones de González Urbaneja, es indudable que Sara Carbonero, como periodista se convierte en sujeto y objeto mediático en el beso televisivo en la final de fútbol con Iker Casillas, lo que interrumpe y le impide continuar su entrevista y su trabajo de profesional del periodismo, señalando “mejor volvemos luego, Jota”, continúa la resolución.
"Posteriormente, la revista FHM la eligió la “reportera deportiva más sexy del
mundo” de acuerdo con lo que señala el periódico El Mundo- La Otra
Crónica el 16 de octubre de 2010. Y el mismo periódico sigue indicando: “un
ejemplo ilustrativo es su mítico beso con Iker Casillas en la final del mundial.
Telecinco le puso precio: 2 millones de euros. Eso es lo que pidió al resto
de las cadenas que querían las imágenes”, se lee en la resolución de la Comisión de Quejas y Deontología.
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