Con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa, celebrado el 3 de mayo, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) hace un llamamiento al reconocimiento del periodismo como un bien de interés público y reivindica un plan de ayudas a los medios de comunicación condicionado al mantenimiento de los puestos de trabajo.
Las asociaciones federadas y vinculadas a la FAPE lamentan la inédita devastación del empleo periodístico, con la pérdida de 3.351 puestos de trabajo desde noviembre de 2008 hasta la actualidad, según los datos registrados en el Observatorio para el seguimiento de la crisis coordinado por la FAPE.
Cuando celebramos una efeméride que ensalza la independencia profesional, tenemos que prestar mayor atención si cabe la precariedad laboral y a la destrucción de empleo, convertidos hoy en los principales enemigos de la libertad de prensa de las sociedades democráticas.
El derecho de la ciudadanía a la información se resiente cuando el empleo de los periodistas está en peligro o a merced de intereses espurios, apegados a la economía o el poder, cuando las plantillas de los medios de comunicación adelgazan drásticamente y sobrecargan con un volumen de tareas ingentes a los pocos compañeros que quedan en las salas de redacción, lo que reduce la calidad del producto periodístico.
Con redacciones descapitalizadas, periodistas sobrexplotados y editores que anteponen sus intereses al derecho de la ciudadanía a recibir una información libre y plural, el producto se malogra, la profesión pierde credibilidad y el ejercicio periodístico se desvía de su función democratizadora.
Ante esta triple crisis del sector –de modelo, coyuntural y de credibilidad-, exigimos un esfuerzo de entendimiento entre los diferentes agentes del sector para fortalecer la labor de los periodistas, como bien público y de interés común, beneficioso para el fortalecimiento de las sociedades democráticas.
- A las administraciones, les pedimos que no permitan la competencia desleal y confíen su comunicación a periodistas. Un organismo interno debería centralizar las ayudas públicas dirigidas a los medios y uno externo, realizar el seguimiento de los progresos alcanzados por los beneficiarios. Solicitamos la aprobación de leyes que fijen los criterios de concesión de esas ayudas.
- A los portavoces públicos, les exigimos el fin de las comparecencias sin preguntas y de las declaraciones enlatadas que no ofrecen sino información propagandística, que anula la función fiscalizadora de los medios de comunicación.
- A las empresas públicas, les instamos a que sean ejemplares en el respeto a los profesionales, establezcan unas condiciones laborales dignas y hagan una justa valoración de su trabajo con remuneraciones y tarifas respetables. Observamos con preocupación casos muy significativos para la profesión como el de la agencia EFE y llamamos la atención de su dirección para que cambie de rumbo y vuelva a una gestión modélica.
- A las empresas periodísticas, que sufren el castigo de la crisis, les corresponde apostar ahora por la calidad y el buen periodismo como única garantía de futuro. Rechazamos la llegada al sector de empresarios ajenos a la información, desconocedores del papel social que nuestra Carta Magna encomienda a los medios de comunicación y que muchas veces renuncian al beneficio colectivo en favor de intereses personales.
- A los profesionales, les exigimos observancia de los códigos deontológicos y de las más elementales normas del buen periodismo: rigor, pluralidad de fuentes, independencia y respeto más absoluto a la verdad. Si los periodistas no aportamos valor añadido, seremos irrelevantes.
- A la ciudadanía, la invitamos a mantener una actitud activa en la defensa del derecho a la información y la invitamos a luchar por la vigilancia de la libertad de prensa.
Las 48 asociaciones federadas en la FAPE y las 13 vinculadas a ella recordamos en esta fecha que la información es un derecho del ciudadano al tiempo que una obligación del periodista, al que le ha sido encomendado este ejercicio a través de los medios de comunicación.
El Día Internacional de Libertad de Prensa es una jornada para defender una democracia de calidad sometida al control y la crítica. La FAPE aprovecha que la Unesco dedica este día al “derecho a saber” para urgir una vez más la aprobación de una ley de acceso a la información pública de todos y para todos.
"Baby sicarios’
La FAPE quiere prestar su solidaridad y apoyo al equipo del programa Rec Reporteros de Cuatro tras las acusaciones recibidas por parte de medios y autoridades colombianas de falsear la verdad y vulnerar las legislaciones española y colombiana de protección al menor en el reportaje Baby Sicarios, emitido el pasado domingo 25 de abril.
Las protestas no pueden ser entendidas más que como una presión hacia los periodistas al estar sostenidas en acusaciones sin pruebas. No obstante, esta Federación defiende que cualquier trabajo periodístico debe preservar la intimidad de los menores, algo que no se ha hecho con uno de los entrevistados en este reportaje.
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