Fundada en 1895

“Hay muchas más mujeres de las que han pasado a la Historia”

19/04/2013

18:01

Escrito por: APM

La figura de la escritora y periodista romántica Robustiana Armiño (1821-1890) fue desenterrada y despojada de tópicos por Bernardino M. Hernando, archivero-bibliotecario de la Asociación de la Prensa de Madrid, durante su intervención, el 19 de abril, en el  ciclo de conferencias “Mujer y periodismo en el siglo XIX: las pioneras” en el marco del Museo del Romanticismo madrileño.

“Hay muchas más mujeres de las que han pasado a la Historia”, afirmó. “Hay un mundo literario español  tan intenso y vivo como poco conocido: el de las mujeres escritoras de la segunda mitad de siglo XIX”, escribió Hernando para su intervención. “Apenas un puñado exquisito de primera fila consiguió pasar a la historia de los tratados y las antologías”, mientras que centenares de escritores hombres, con grandes o con menores méritos, “de primera, segunda y tercera fila se agolpan a las puertas y ventanas de la atención de estudiosos y aficionados”.

Robustiana Armiño es una escritora hoy casi olvidada, que desarrolló la mayor parte de su obra en los periódicos, como casi todas sus coetáneas, y que fue definida “delicadamente” por la investigadora asturiana María Elvira Muñiz como “una decorosa figura de segundo orden en la literatura de la época”.  Esta ubicación secundaria fue puesta en tela de juicio por Bernardino M. Hernando, porque “¿quién, de forma individual o colectiva, puede arrogarse el privilegio de amo y señor del canon?”. “Los peligros de la segunda fila son terribles cuando se es mujer”, apostilló.

Hernando descubrió a esta escritora tras la compra de tres viejos y caros tomos de la colección de “El periódico para todos”, en los que empezó a ver una firma detrás de la cual, por su rareza, creyó adivinar que se escondía un varón. Pero no. Robustiana Armiño es una contracción –técnicamente, un seudónimo- de su verdadero nombre y apellidos: Robustiana Josefa Antonia Ángela Alonso de Armiño Menéndez. En ese periódico leyó Hernando uno de sus primeros artículos, “El aguinaldo”, y descubrió que la palabra “chupóptero” no la inventó más de un siglo después el periodista José María García en su terminología futbolística, sino Robustiana Armiño.

Los tópicos
Sobre esta escritora “se han repetido hasta la saciedad algunos tópicos”, explicó Bernardino M. Hernando. Su contemporánea Carolina Coronado “le hizo un mal servicio” cuando la definió en un prólogo como “la más alta joya de Asturias, ídolo de Gijón”, pintando el cuadro de una “bondadosísima mujer, prudente y equilibrada, instruida y autodidacta, pero sumergida en la niebla de la tristeza y el desencanto”, en palabras de Hernando, por tener que compaginar sus aspiraciones literarias “con la dureza de la realidad doméstica”. De esta manera, Armiño habría renunciado “a ser más grande como artista para ser grande como mujer y madre”.

En realidad, las poesías de Robustiana Armiño, según reveló Hernando,  “no rezuman ninguna tristeza especial que no estuviera en la entraña de la época romántica” y su vida fue similar a la de sus colegas contemporáneas. Además, tenía una “familia espléndida”, con un marido “sensible, poeta, políglota e interesado por todo lo que se movía”.

Otro de los tópicos consolidados sobre esta escritora gijonesa es que “fue una encarnizada carlista”, señaló, ideología supuestamente reflejada en artículos periodísticos aparecidos en las publicaciones carlistas “La Esperanza” y “Altar y Trono”, cuando, en realidad nunca publicó artículos sobre ese tema en ellas.

El ciclo de conferencias “Mujer y periodismo en el siglo XIX: las pioneras”, fue organizado por el Seminario “Pilar Palomo” del Departamento de Filología Española III de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, con el apoyo de la Asociación de la Prensa de Madrid, de la revista “Arbor” y el Museo del  Romanticismo.
 

 

Comentarios