Bibliotecarios de la Junta Directiva: Ángel Díez de las Heras, un vocal comprometido

Ángel Díez de las Heras, bibliotecario de la Junta Directiva (1935-1936). Fuente: Archivo APM

Queremos destacar la figura de Ángel Díez de las Heras, con motivo del 40 aniversario de su muerte, por la labor que realizó durante su mandato en la Biblioteca de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), donde le tocó vivir una situación convulsa prebélica en la España del 36.

El periodista nació en Madrid en 1897 e ingresó en la APM en 1926. Fue colaborador en Estampa desde su fundación (1928-julio de 1936) y redactor de España Deportiva (1914-1918). Además, trabajó como redactor y traductor en Agencia Radio (1918-1931) y escribió en los diarios La Acción (1922-1930), La Nación (1930-1931) y Ahora (1931-julio de 1936).

La Biblioteca antes de la Guerra Civil
En noviembre de 1935, el entonces presidente de la APM, Alfonso Rodríguez Santamaría, hace alusión a la Biblioteca de la APM y pone de manifiesto “la necesidad de dedicar a este servicio la mayor atención y la máxima diligencia. Una entidad como la Asociación de la Prensa no puede descuidar su Biblioteca”.

Díez de las Heras fue nombrado vocal delegado de la Biblioteca en abril de 1935. Daba lectura, ante la Junta Directiva en diciembre del mismo año, de la ponencia por él redactada sobre el funcionamiento de la Biblioteca: “Se procurará completar los tomos que faltan del Espasa a cambio de publicidad en la Hoja Oficial del Lunes, demorando la construcción de anaquelerías hasta que queden agotados los espacios actuales. Respecto a la suscripción de periódicos extranjeros, se desiste de ella por lo caro que resultaría”. A una pregunta del secretario segundo, Francisco Vera, quedó aclarado que las bases que regulaban este servicio admitían la biblioteca circulante. El vocal Núñez Tomás planteó la cuestión relativa al personal que ha de atender la Biblioteca. Le contestó el secretario general, Sánchez de los Santos, manifestando que esta labor correrá a cargo del funcionario de secretaría Ramón González: “A quien incluso puede asignársele una gratificación especial”.

El año 1935, cuando Díez de las Heras ejerció de bibliotecario, fue un año de grandes donaciones. Destaca la del periodista, pintor e ilustrador José Blanco Coris, que cedió a la Asociación de la Prensa una colección de Blanco y Negro que conservaba desde la publicación del primer número en 1891 hasta el año 1915, así como el compendio de El Gráfico que dirigió Julio Burell y otros libros de interés periodístico. En las actas de la Junta Directiva del 16 de diciembre de 1935 puede leerse: “La Junta acuerda por aclamación aceptar el donativo de Blanco Coris y expresarle la más sincera gratitud por su generoso rasgo a favor de la obra cultural que representa la formación de la Biblioteca de la Prensa”.  

Otras donaciones de las que tenemos constancia son las realizadas por el Registro de la Propiedad Intelectual, el ministro de Dinamarca en Madrid y el cónsul general de México en España, que enviaron diferentes obras: el primero, sobre la propiedad intelectual; el segundo, sobre agricultura, y el tercero, dos obras de carácter literario.

Ángel Díez de las Heras se encargó de la adquisición de nuevos ejemplares a través de asociados y diferentes instituciones internacionales, así como de la ampliación de la biblioteca del Palacio de la Prensa. También incentivó la biblioteca circulante, gracias a la cual los asociados pudiesen llevarse los libros a casa, por lo que en la decisión primaba fomentar la lectura y, por consiguiente, la cultura más allá de la APM.

En las elecciones celebradas el 29 de mayo de 1936 para elegir a los nuevos miembros de la Junta Directiva, Jaime Maestro obtuvo 187 votos, frente a Ángel Díez de las Heras, que consiguió 60. El nuevo vocal bibliotecario, redactor jefe de El Siglo Futuro, fue nombrado delegado de servicio de la Biblioteca el 1 de junio de 1936, puesto que ocupó muy poco tiempo debido a la incautación de la APM por la Agrupación de Periodistas Republicanos a finales de julio de 1936.

Expediente de la hoja de servicios en la que Díez de las Heras figura como subdirector de 'AS' (1932-1936). Pionero del periodismo deportivo, participó en la primera Vuelta Ciclista a España (1935). Fuente: Archivo APM

Una dimisión polémica
La situación política en la que estaba inmersa España no era ajena a la Asociación y afectó en mayor manera al vocal bibliotecario Díez de las Heras como miembro de la anterior Junta Directiva. El secretario primero, Modesto Sánchez de los Santos, explica detalladamente la gestión de la dimisión de la anterior Directiva en la Junta General del 6 de junio de 1936: “Se adopta por mayoría de votos y, por lo tanto, en ella estaba incluido Díez de las Heras, quien, considerándose ya sin duda dimitido, había firmado con su exclusivo carácter de asociado una petición de Juntas Generales Extraordinarias, fechada con anterioridad a esta decisión de la Directiva”. El asociado Leopoldo Bejarano se mostró contrario a que fuera incluido Díez de las Heras en la dimisión de la Directiva, ya que se encontraba ausente cuando se adoptó la resolución y no había conformidad suya ni del núcleo de importantes asociados que Díez de las Heras representaba.

El periodista Chaves Nogales entendía que tanto la Directiva como los socios estaban padeciendo una confusión en el caso de Díez de las Heras. No era cuestión de si Díez de las Heras conocía o no la dimisión. Era sencillamente un caso reglamentario que debía contestarse única y exclusivamente con el reglamento. Agregaba que, a su juicio, el bibliotecario no había dimitido.

Intervinieron Casares, Gil Fillol y Lagunillas refutando los argumentos de Chaves Nogales, y, por último, el presidente Alfonso Rodríguez Santamaría manifestó en la  Junta General del 6 de junio de 1936 que: “De los 15 miembros que componían la Junta Directiva anterior dimitieron, los cinco que quedaban se consideraban dimitidos, porque entendían que no podían quedarse agarrados a unos butacones y después vino la elección de los 15 miembros dejando fuera al Sr. Díez, cosa que yo particularmente he sentido, porque se trataba de un elemento muy valioso”.

La Junta se mostró conforme con la tramitación de este asunto.

La Agrupación Profesional de Periodistas se hizo cargo de la Asociación de la Prensa de Madrid, de sus oficinas, de su patrimonio y de sus actividades. Sustituyó a la Junta Directiva por una junta gestora que presidió Javier Bueno, fundador del diario socialista Avance de Oviedo. También se nombró vocal a Ángel Díez de las Heras, que ya había ocupado este cargo como responsable de la Biblioteca hasta las elecciones del mes de mayo de 1936.

Exilio en París
Ángel Díez de las Heras fue dado de baja como asociado en 1937, circunstancia que se anuló en 1939 y se confirmó por expatriación en febrero de 1940. Finalmente, reingresó en 1974 hasta su fallecimiento en París en el año 1983.

Después de la guerra, el antiguo bibliotecario fue sometido a depuración por el Registro Oficial de Periodistas. En la capital francesa, durante su exilio, trabajó al principio en la Oficina de Prensa de la República, que funcionaba con medios muy precarios. Además, fue corresponsal en París de La Nación de Buenos Aires desde el año 1937 (tal y como ya había pertenecido anteriormente el antiguo bibliotecario de la Junta Directiva José Jerique Olmos). También se incorporó a la agencia Associated Press desde 1939 hasta su jubilación en el año 1973. A pesar del exilio, siempre mantuvo su vínculo con los periódicos españoles, como Madrid y El Noticiero Universal, para colaboraciones deportivas, y fue corresponsal de la revista Semana.

Su presencia en la Biblioteca de la APM fue breve debido a las circunstancias. Pero el tiempo que permaneció en ella supuso un ejercicio de entrega a la mejora de la institución y a la divulgación de la cultura entre sus colegas periodistas.

Juan Manuel Bernardo Nieto
Archivo y Biblioteca de la APM