Asesinados dos periodistas en Guatemala, uno en Honduras y otro más en México, este junto a su mujer, en menos de una semana
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se une a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, en la condena de los últimos asesinatos de periodistas ocurridos en Latinoamérica. Ambas federaciones demandan a las autoridades acciones urgentes que determinen la responsabilidad de estos hechos y consideren el trabajo periodístico como posible móvil de los crímenes. En ese sentido, también piden que se garanticen unas condiciones seguras para el ejercicio de la labor informativa en un marco de libertad de expresión que provea al pueblo del derecho de acceso a la información.
El pasado 21 de diciembre, el comunicador Gleymer Renan Villeda, del portal Impacto Izaba, fue atacado a balazos cuando conducía un vehículo en esa localidad. Ese mismo día, horas antes, dos hombres en motocicleta emboscaron a César Augusto Leiva Pimentel cuando éste se dirigía a su trabajo en Radio La Red y lo asesinaron con armas de fuego.
Estos dos asesinatos suceden en un país, Guatemala, que atraviesa una profunda crisis política producto de la intervención judicial en los resultados de las últimas elecciones presidenciales. El Ministerio Público, responsable de esta intervención, también fue protagonista de la persecución y encarcelamiento del director del diario El Periódico, José Rubén Zamora, y de la judicialización de la labor periodística de ocho de los trabajadores de ese medio.
Incluso estando bajando protección policial
También el jueves, 21 de diciembre, el periodista Francisco Javier Ramírez Amador fue asesinado de cinco balazos en la ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso, en el oriente de Tegucigalpa (Honduras).
En el momento del crimen, Ramírez, de 39 años, estaba acompañado de un agente policial, ya que contaba con medidas de protección del Estado desde el pasado mes de mayo, tras sufrir un atentado del que logró salir con vida. Este policía también recibió dos impactos de bala y fue trasladado a un centro hospitalario donde se encuentra estable.
Francisco Javier Ramírez trabajaba como reportero y presentador del noticiario principal del Canal 24 en la ciudad de Danlí, una tarea que tuvo que dejar por las amenazas de muerte que estaba recibiendo.
Solo cinco días antes, el sábado 16 de diciembre, Mateo González Jiménez, director de la radio Maranatha, fue asesinado a balazos junto a su esposa Rocío López Peréz, en su domicilio en Chamula, municipio de San Cristóbal de las Casas de la provincia de Chiapas (México). El Sindicato Nacional de Redactores de Prensa (SNRP) emitió un comunicado demandando a las autoridades de los tres poderes del Estado acciones que terminen con la impunidad y violencia contra la prensa, petición a la que se ha sumado la FAPE y la FIP.
Según medios locales, dos sujetos que aparecieron en una motocicleta amenazaron al personal de seguridad privada que vigilaba la calle donde vivía el matrimonio, taparon las cámaras de seguridad y ejecutaron al periodista y a su esposa. Esas mismas fuentes afirman que González Jiménez trabajaba como pastor evangélico y era propietario de una segunda emisora radial, además de un centro de rehabilitación de adicciones.
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