Fundada en 1895

Sobre la APM

Historia de la APM de 1939 a 1960

Resumen de la más que centenaria historia de esta institución madrileña nacida en el siglo XIX.

Una de las primeras decisiones de la Junta Directiva llegada de San Sebastián fue la creación del primer premio periodístico de la entidad, bautizado con el nombre de Alfonso Rodríguez Santamaría, en conmemoración del presidente asesinado en la zona republicana, con el que se premiaba una actividad periodística de relieve (este premio, que se concede todos los años en el mes de enero, se otorga, en la actualidad, como reconocimiento de toda una vida profesional). La Directiva de la Asociación tuvo, sin embargo, que hacer oídos sordos y mirar hacia otro lado cuando comenzó la depuración periodística que inició el nuevo Gobierno, mediante la cual muchos compañeros periodistas, por el mero hecho de haber apoyado informativamente a la República o simplemente haber trabajado en medios dependientes de esta, fueron enjuiciados y sentenciados a muerte, condenados a años de prisión o simplemente incapacitados para ejercer su profesión.

Entre los ejecutados, se encontraba el último presidente de la APM, Javier Bueno, que fue sacado por la fuerza de la embajada de Panamá en la que se había asilado, juzgado por un tribunal militar sin las debidas garantías procesales y finalmente fusilado.

Durante la presidencia de Ruiz Albéniz, la APM fue obligada a integrarse en el sindicato vertical del Papel, Prensa y Artes Gráficas.

Víctor Ruiz Albéniz fue sustituido, en 1944, por el escritor y periodista José María Alfaro, destacado miembro del partido de tinte fascista Falange Española (había sido coautor de la letra de su himno), que además había intervenido en la formulación de la Ley de Prensa de 1938, que instauraba una férrea censura de prensa, bajo la premisa de que los medios debían estar al servicio del Estado.

Toma de posesión de la Directiva de la APM presidida por José María Alfaro

Cuando, en 1947, Alfaro fue nombrado embajador español en Colombia, su puesto al frente de la APM no se cubrió y desde dicho año hasta 1950, los vicepresidentes primeros de la entidad, Víctor de la Serna, en un principio, y Lucio del Álamo, después, ejercieron de presidentes en funciones.

En 1951, en las primeras elecciones después de la Guerra en las que los periodistas gozaron de cierta libertad para elegir a sus representantes, siempre, eso sí, dentro de unos candidatos que tenían el visto bueno del Gobierno, Lucio del Álamo, en una dura contienda con Víctor de la Serna fue elegido presidente por la diferencia de un voto.

Lucio del Álamo era un periodista fiel al régimen del general Franco y se propuso durante su presidencia dos objetivos sociales: construir viviendas dignas y económicamente asequibles para los periodistas madrileños y dotar a la Asociación de un Club de Prensa, en el que los reporteros pudieran reunirse y dialogar amigablemente con sus fuentes informativas. Dificultades económicas principalmente le impidieron conseguir estos objetivos.

Desilusionado por no haber podido llevar a buen puerto sus objetivos, Del Álamo decidió no presentarse a la reelección en 1955, y dicho año el periodista y exdirector del diario "El Sol" Manuel Aznar, que acababa de regresar de una importante misión diplomática que le había llevado como embajador de España a la República Dominicana y a Argentina, se hizo con la presidencia de la APM. Durante su etapa presidencial, colaboró en la redacción de la que se llamó "Declaración de Principios del Periodista español", que incluía un decálogo que, entre otras cosas, aseguraba que los periodistas españoles profesaban "la religión católica" y que eran "afectos a los principios del Movimiento Nacional".