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ENTREVISTA AL PREMIO APM AL PERIODISTA JOVEN DEL AÑO 2023

Santiago Cid: ‘Mi principal reto todos los días es encontrar la manera de llegar al público, de conectar’

03/04/2024

14:49

Escrito por: María Jesús García

Entrevista al periodista reconocido con el Premio APM al Periodista Joven del Año 2023, en reconocimiento a su prometedora e incipiente carrera.

De pequeño jugaba a presentar el telediario. Su hermana le hacía de cámara, de reportera o de lo que hiciera falta, mientras él dirigía el programa, lo montaba y luego lo exhibía en casa para toda la familia. Por eso, los padres de Santiago Cid tenían muy claro -quizá más que él mismo- cuál era su destino. Y por eso, no extraña nada que el galardonado con el Premio al Periodista Joven 2023 rebose entusiasmo por los cuatro costados cuando habla de su profesión, de su sueño cumplido y hasta de su incredulidad cuando cada mañana se dirige a la redacción de Informativos de Antena 3, en la que es coordinador del área de Economía, y se sienta al lado de esos periodistas que hasta hace una década eran los ídolos que admiraba tras la pantalla. “Todos los días pienso en la suerte que tengo de trabajar donde trabajo y de hacer lo que hago”, asegura, parapetado tras su enorme sonrisa, que revela claramente que ni quiere ni puede ocultarlo.

- ¿Entraba en sus planes conseguir un galardón profesional como este tan pronto? ¿Lo había imaginado?

- Sinceramente no. No lo esperaba y fue una sorpresa enorme cuando me llamaron. Creo que lo primero que dije fue: “Pero… ¿de verdad?”. Así que siento un agradecimiento enorme a la Asociación de la Prensa de Madrid, sobre todo por el lujo de compartir el premio con personas tan importantes como el resto de los premiados, que son dos maestros del periodismo, y además con un programa tan emblemático como Madrid Directo, que he seguido mucho, porque es el formato que nos gustaba a todos los que nos queríamos dedicar al periodismo televisivo. Y luego, lo agradezco también por las muestras de cariño que desde ese día me han llegado. Me llama mucha gente con la que he trabajado en otros medios de comunicación, allí en Asturias o aquí en Madrid. Por todo ello, creo que es un premio que voy a llevar siempre en el corazón.

Santiago Cid, durante la entrevista. Foto: María Jesús García / APM

- ¿Siempre quiso ser periodista?

- Mis padres escuchaban mucho la radio, la tenían puesta desde que nos levantábamos por la mañana para ir al colegio, así que yo crecí oyendo los informativos matinales, la información política; y ahí creo que empezó algo, sin que me diese cuenta, que a mí me gustaba.Ya, más adelante, escuchaba programas nocturnos de análisis político; y en ese momento, sí creo que comenzó a generarse en mí cierta inquietud.

Además, mis padres también veían mucho el telediario en La 1, en Antena 3. De hecho, a algunos de los compañeros con los que trabajo habitualmente los he visto mucho en la televisión cuando era niño, que esto les molesta muchísimo, pero les digo: ¡Es que yo os admiro desde pequeño! Siempre me interesó mucho la información política, las triquiñuelas entre un partido y otro; y, desde entonces, creo que sí, que tuve claro que quería ser periodista.

- Se inició en el periodismo escrito en La Nueva España, y también hizo algo de radio en Onda Cero en Oviedo, pero parece que lo que más le ha gustado siempre es la televisión.

- A mí me fascinaba la tele. De hecho, de pequeño jugaba a presentar el telediario con mi hermana en casa. Montaba una especie de decorado, ponía mi mesa, mi portátil y le decía a mi hermana, que se llama Covadonga: “Cova, porfa, graba, ponte ahí de cámara, yo presento, hago los pasos, y luego tú haces de reportera”. Yo dirigía un poco el cotarro, y luego eso lo montaba, no me acuerdo ni cómo, buscando por ahí, porque era autodidacta. Después hacía como una especie de cinefórum en casa: ponía el informativo o el viaje de vacaciones que había hecho, como un reportaje. Y bueno, mis padres siempre dicen que estaba claro cuál era mi destino, que me iba a dedicar al periodismo y a la televisión, aunque yo tenía mis dudas, porque sabemos que es una profesión muy complicada.

Las redacciones son un sitio maravilloso, con gente igual de friki que tú, como enganchados a la actualidad, y eso es lo que nos une

- ¿Y cómo fue su comienzo en Antena 3?

- Yo soy de Oviedo, pero estudié en la Pontificia de Salamanca y allí hay una bolsa de prácticas. Dentro de las ofertas que te facilitaba la facultad -yo ya había estado en la Nueva España en Asturias, en Onda Cero y en la tele de Asturias- salió una para Antena 3 y no me lo pensé. Hicimos una prueba en Madrid y empecé como becario en la sección de Economía, en la que pude aprender muchísimo, por mi jefa de entonces, por mis compañeros, por el tipo de reportajes. Aunque a veces había que ayudar en la de Política o en la de Sociedad, realmente aprendes a hacer de todo. Y luego ya pasé a redactor.

- Como reportero, también ha cubierto importantes acontecimientos, como los disturbios del procés en Cataluña, las inundaciones de la gota fría en Murcia y varias elecciones. ¿Cómo fueron esas experiencias?

- Claro, la tele tiene algo, y es que buscan perfiles todoterreno, que es muy bueno también, pues te permite no encasillarte simplemente en una sección concreta. De repente, pasa lo de la sentencia del procés y empiezan a surgir determinadas protestas en Barcelona, así que deciden mandar allí a varios equipos. Recuerdo que estuvieron Victoria Arnáu, Raúl Marqueta, muchos compañeros. En mi caso, era la primera vez que hacía una gran cobertura, de tantos días, y tan dura, porque los de la prensa no éramos allí muy queridos. Fue un aprendizaje muy duro, muchas horas, muy difícil, porque no es habitual que te enfrentes a un directo en el que hay 40 personas a tu alrededor insultándote. Pero eso te enseña a mantener el tipo delante de la cámara como puedes, a improvisar. Con Vicente [Vallés] hacíamos informativos en los que no había una escaleta, no había un guion. Vicente improvisaba, nosotros improvisábamos y simplemente te dedicabas a describir lo que veías y lo que habías vivido durante el día y con las personas con las que hablabas, no había tiempo para más.

Y en el caso de las inundaciones en Los Alcázares, fue una experiencia completamente distinta, ya que tiene un lado mucho más triste, de muchas familias afectadas, muy humildes, que habían perdido sus casas. Descubres otro lado más humano del periodismo, el de contar las historias de denuncia, de gente que lo había perdido todo, que no recibía ayudas en ese momento. De vez en cuando, salir de la redacción, salir de Madrid y hacer reporterismo es también maravilloso para nosotros.

Santiago Cid, en la sede la APM. Foto: María Jesús García / APM

- Las noticias económicas o de tipo tecnológico que aborda suelen ser temas arduos y complicados de explicar. ¿Cómo los prepara para hacerlos comprensibles al público?

- En primer lugar, leyendo mucho sobre el tema o haciendo llamadas para hablar con muchos expertos. Además, tengo algunos contactos de cabecera a los que les pregunto. Me acuerdo de un reportaje que hicimos sobre los biobots, que era una cosa que ni siquiera yo sabía muy bien de qué iba. Claro, tuve que leer muchas revistas científicas o relacionadas con la tecnología para entender un poquito lo que era. Una vez que ya tengo el conocimiento suficiente sobre esa materia, me pongo delante del ordenador y digo: “Vale, a ver,¿esto cómo lo podemos contar?”. Porque realmente nuestro informativo no es una revista de tecnología especializada, nuestros espectadores no tienen por qué conocer ese tipo de noticias, tenemos que acercárselas, que las entiendan, que sea didáctico y a la vez que sea televisivo y atractivo. Se me ocurren muchas ideas, también busco vídeos que pueden ayudar a explicarlo. Y luego hay un proceso creativo muy chulo. Me siento con los compañeros de realización -en este caso, tengo una compañera maravillosa que se llama Yolanda, que hacemos un buen tándem-, vamos hilando una idea con la otra y sale lo que luego se ve en la tele.

El trabajo en televisión es una labor en equipo al 100%

- Quizá sea esa la mayor dificultad de su trabajo diario.

- Sí, encontrar la manera de llegar al público y acertar, conectar con ellos y, sobre todo, que lo entiendan. Eso yo creo que es nuestro principal reto todos los días. Luego, evidentemente, otro reto que tenemos es el tiempo, la rapidez; hay veces que estás montando y queda media hora para que se emita el vídeo. Y también explicarlo en un minuto, o menos. Tienes que ser breve, tienes que ir al grano, pero sin dejar de contar las cosas como son, sin dejarte nada. Es un proceso de “esto lo quito, esto lo pongo, esta idea es importante, esta a lo mejor la puedo suprimir porque no me cabe”. Tienes una entrevista que has hecho de 20 minutos y lo que sacas son 15 segundos, no tienes tiempo para más. Eso es un reto, pero la verdad es que es muy, muy divertido. Yo me lo paso genial, sobre todo en ese proceso creativo con mis compañeros, me encanta.

- ¿Qué es lo que más le gusta de esta profesión?

- Me cuesta encontrar algo que no me guste. Para mí, como te decía, es una profesión muy vocacional. Siempre he querido ser esto, con lo cual todos los días pienso: “Qué suerte tengo de trabajar donde trabajo y de hacer lo que hago”. ¿Qué es lo que más me gusta? Yo diría que la adrenalina del día a día e intentar ser creativo. También el compañerismo, el trabajo en equipo. Me encanta hablar con mis compañeros, pensar ideas entre todos. Nos divertimos muchísimo. Las redacciones son un sitio maravilloso, con gente igual de friki que tú, como enganchados a la actualidad, y eso es lo que nos une.

- En el informativo se utilizan los recursos técnicos más modernos, como la realidad aumentada, y ello implica trabajar conjuntamente con otros profesionales especializados. ¿Esto hace su trabajo más complicado o más fácil?

- Es más fácil porque te están ayudando. Creo que sería incapaz de sacar una pieza yo solo. Hasta el reportaje más sencillo que se te ocurra, que no lleve grafismos o realidad aumentada, necesitas a alguien. El trabajo en televisión es una labor en equipo al 100%. Tú ves a una persona o escuchas una voz en un reportaje, pero no te imaginas que detrás de ese trabajo hay cinco, diez o a veces 15 personas. Hay mucho esfuerzo detrás. Y lo peculiar es que todo esto hay que llevarlo a cabo en una tarde: tienes que leer, llamar al experto, pensar la idea, aprendértelo, grabarlo y montarlo.

- ¿Cuál es su relación con las redes sociales? ¿Considera que son una ayuda para los periodistas o a veces un problema?

- La verdad es que sí las uso, yo creo que tengo que estar. En Twitter [ahora X] es donde surge buena parte de la conversación, hay mucha gente interesante del mundo de la cultura, de la literatura, que también está ahí, y puedes llegar a muchas personas. Es verdad que tienes que ser consciente de que es una herramienta que utilizamos sobre todo los periodistas y los políticos, que la mayor parte de la sociedad española no está en Twitter. En cuanto a Instagram, creo que es una red más personal, pero que también a nosotros nos permite buscar historias.

- O sea, que son importantes como herramienta de trabajo.

- Sí, claro. Antes, supongo que lo que harían los periodistas sería tirar de teléfono, pero para mí sería complicadísimo. Ahora es más fácil así. Si buscas a alguien que, por ejemplo, tenga problemas para acceder a una ayuda, por Twitter enseguida la encuentras. Y luego TikTok, que es una red en la que están muchos jóvenes y adolescentes, es también una fuente de inspiración para muchos temas. Encuentras cosas que le pueden inquietar a la gente o a expertos de tecnología que saben hacer un vídeo de un minuto, lo que hacemos nosotros en la tele, pero de una manera mucho más cercana para llegar a los jóvenes, con otro tipo de lenguaje.

Creo que las redes sociales lo que nos han enseñado es que para llegar a la gente a veces necesitamos un lenguaje más informal -que no quiere decir no cuidado, eh, que somos periodistas-, pero sí utilizar expresiones para que esa persona que está en casa, que quizá no tiene conocimientos económicos o de cualquier otro tipo, lo entienda. Entonces, creo que sí que nos ha ayudado en muchas cosas.

Las redacciones necesitan también de gente joven, porque creo que somos un mix supernecesario

- Y la inteligencia artificial, ¿qué puede hacer por nosotros?

- Creo que hay que tener cuidado y estar alerta, sobre todo en lo que puede hacer ese tipo de aplicaciones con todos los datos que tú le metes y que no sabemos a dónde van. Pero también es un avance que no podemos parar, como la llegada de las redes sociales o del móvil, y puede ser una herramienta muy útil para ayudarnos y que tenemos que abrazar, sobre todo para procesos mecánicos o burocráticos. No obstante, no creo que vaya a sustituir a los periodistas, es imposible. Si algo nos diferencia de las máquinas o de la inteligencia artificial es la creatividad. Pueden hacer las cosas muy rápido; y a lo mejor en el futuro, le pidas que siga una sesión de control y lo hace. De hecho, ya hay herramientas en el móvil en las que introduces un canutazo y te lo transcriben en el momento. Creo que la inteligencia artificial tenemos que aprender a usarla, siempre como una herramienta adicional, como un plus a nuestro trabajo creativo, o para verificar o contrastar también puede ser útil.

Santiago Cid. Foto: María Jesús García / APM

- ¿Cree que nos pueden ayudar a combatir el peligro de la desinformación?

- Ahora hay programas que le metes una foto y gracias a la inteligencia artificial te dicen que esa foto es de hace dos años. Yo no tengo la capacidad de hacer eso como humano, sería muy difícil en la galaxia de internet. Entonces, si en esto nos puede ayudar también a detectar bulos y avisar a la gente de: “Ojo, esta foto o esta información no es verdadera”, bienvenida sea la inteligencia artificial.

- ¿Tiene algún referente periodístico, alguien a quien le gustaría parecerse?

- Hay muchos, empezando por mis compañeros. Yo siempre he visto en casa a Ana Blanco, a Matías Prats, a Lourdes Maldonado, a la presidenta de la APM, María Rey. Admiro muchísimo, por ejemplo, por hablar de mis compañeros, a Sandra Golpe, un informativo con un ritmo muy dinámico, muy pegado a la mañana y a la actualidad. O el informativo de Vicente Vallés, que es más de autor y que hace un análisis, en mi opinión, muy veraz, de contexto. Son dos ejemplos de personas a las que admiro, con las que tengo el placer de trabajar y de las que aprendo todos los días. O también de la competencia; por ejemplo, Carlos Franganillo, que ha fichado por Telecinco, también me parece un periodista magnífico.

Si algo tiene esta profesión tan bonita es que cada uno ha creado su propia marca personal y te puedes fijar en cosas de todos. Pero también de los que no se ven. Tengo compañeros maravilloso en la sección que llevan toda la vida en Antena 3 y de quienes lo he aprendido todo para poder ser lo que hoy soy.

- Si tuviera que decir algún pequeño (o gran) logro personal, algo de lo que se sienta especialmente orgulloso en estos años de profesión, ¿qué sería?

- Es una pregunta difícil, pero mira, el logro es que hoy, nueve años después de estudiar la carrera, voy a trabajar contentísimo. Estoy en un momento profesional en el que me encanta lo que hago. Creo que sigo disfrutando muchísimo y que me queda mucho por aprender. Disfruto, trabajo, es decir, no me he estancado. El otro día me invitaron a la Universidad Pontificia, en la que estudié, para hablar con los alumnos, e iba por los pasillos y pensaba: “Si le llegan a decir al Santi de 18 o 19 años, cuando estaba en esta facultad y quería ser periodista y trabajar en la televisión, que hoy iba entrar como todos los días en Antena 3, en una redacción con la gente con la que trabajo, con los medios con los que trabajamos, creo que ese Santi no se lo creería”. Así que el logro es ese: hacer lo que me gustaba.

Si algo nos diferencia de las máquinas o de la inteligencia artificial es la creatividad

- ¿Cómo ve el acceso a la profesión periodística ahora? ¿Más fácil o más difícil que cuando comenzó?

- Creo que ahora es más fácil. Cuando estaba en la facultad, lo que se oía siempre era: “¡Con lo difícil que está todo!”. Me acuerdo de que vinieron grandes periodistas a darnos charlas que no nos pintaron muy bien el mundo del periodismo. Alguno incluso nos llegó a decir que no sabía qué hacíamos allí, algo que me molestó bastante, porque tú no tienes por qué ser un idealista de la vida y decir: “¡Qué guay es el periodismo!”, puedes pintar las cosas como son; sin embargo, creo que no eres nadie para recomendar a una persona que no se dedique a esto, ¿no? Y es verdad que hay mucho paro juvenil, si bien en muchas profesiones.

Yo lo que estoy viendo, ahora que llevo este tiempo en Antena 3, es que está habiendo cierto relevo generacional. Hay muchos compañeros que se están jubilando o se van a jubilar y ha entrado una nueva hornada de compañeros más jóvenes, muchos de ellos con menos de 30 años y están trabajando con un contrato fijo.

Santiago Cid, en un momento de la entrevista. Foto: María Jesús García / APM

- Entonces, ¿qué les recomendaría a estos estudiantes de Periodismo?

- Lo que le dije el otro día a los alumnos de mi facultad: “Vosotros estáis en un momento en el que queréis esto, pues luchad por hacer esto”. Ahora bien, las cosas no van a venir dadas, es decir, tú tienes que esforzarte y demostrar que eres el mejor periodista de radio, de televisión o de deportes. Y de lo que te piden, tratar de dar un poquito más. Así, creo que se pueden conseguir cosas. Yo tuve la suerte de que surgió un hueco y me quedé, que no todo el mundo puede tenerla, es verdad. Pero las redacciones necesitan también de gente joven, porque creo que somos un mix supernecesario: la frescura de unos junto a la experiencia de otros es el resultado que luego se ve en emisión. Yo le diría a los que quieren ser periodistas que hay oportunidades, que les estamos buscando, que les estamos esperando y que ojalá pueda trabajar con ellos en el futuro porque les va a tocar.

- En la entrevista publicada por Apmadrid.es  de otro de los premiados, Pedro Piqueras, nos decía que, por lo que había podido constatar, los jóvenes ahora no se informan por los periódicos, la radio o la televisión, sino por las redes sociales. ¿También cree que esto es así? ¿Los informativos de televisión se dirigen hacia un público de mediana edad?

- Creo que no podemos hacer eso. Nuestro objetivo es llegar a todo el mundo. Evidentemente, somos conscientes de que los jóvenes se informan de otra manera, pero es un público al que tenemos que llegar. Por eso te decía que hay que hacer las cosas atractivas, didácticas, simplemente con el lenguaje ya nos podemos acercar a ellos. Es verdad que si pregunto a mis amigos (o el otro día, que yo pregunté en la facultad), el 90% de los jóvenes se informan por las redes sociales. Esto no quiere decir que luego no vean el informativo de la televisión, aunque a lo mejor no con la misma frecuencia de sus padres. Las redes sociales están ahí, si bien también pasa que, si te llega un enlace en Twitter y haces clic, te lees el artículo de El País o ves algo de Antena 3 o lo que sea. Por ello, los medios están en las redes, porque les interesa.

Si algo ha demostrado la televisión en el año 2024, es que el directo, la información, es un as. Y que no hay plataforma, no hay red social que pueda hacer eso, ya que en directo el valor de la imagen es importantísimo. Muchas veces se ha hablado de que la televisión estaba muerta, pero, según los datos de Antena 3, todos los días nos ven dos millones y medio de personas, a las 15:00 horas, a las 21:00 horas, es el programa más visto.

Estoy en un momento profesional en el que me encanta lo que hago, sigo disfrutando muchísimo y no me he estancado

- En los últimos años ha cambiado mucho la información en televisión. ¿Cuál cree que será su evolución?

- Los informativos son ahora más dinámicos, más rápidos que cuando comencé. Antes las piezas duraban dos minutos, ahora duran un minuto o menos. Hasta el lenguaje y la forma de consumo en televisión ha cambiado. La gente en redes sociales consume vídeos más rápidos. Lo que ha cambiado en televisión, como yo digo, es el envoltorio, con un lenguaje un poquito más cercano. Tenemos los mejores medios y eso permite hacer cosas como, por ejemplo, en el aniversario de la muerte de Kennedy, que recreamos en realidad virtual, con realidad aumentada, como fue todo aquello. Claro, hace años no hubiéramos podido hacerlo.

- Y ya en el terreno personal, ¿cómo se imagina dentro de 20 o 30 años? ¿Le gustaría seguir en televisión o el futuro en esta profesión es impredecible?

- ¿Veinte o 30 años? Tendré 50 o 60… Creo que la respuesta es que no lo sabemos. Si en nueve años que yo llevo aquí todo ha cambiado tanto, seguramente en dos o tres décadas cambiará muchísimo más, porque los avances van muy rápidamente. Creo que sí va a seguir habiendo televisión, que sí vamos a seguir contando los informativos, si bien no sé cómo serán, si serán mucho más tecnológicos, si seremos como un holograma, no lo sé. Creo que el ser humano, el periodista de raza base seguirá estando presente, dotando de información a la gente, pero el futuro es una sorpresa y habrá que esperar hasta entonces para ver dónde estamos en ese momento. Para mí, con seguir haciendo lo que me gusta y seguir aprendiendo, es suficiente.

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