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Nuevo informe de RSF sobre los peligros que amenazan al periodismo en el Sahel

05/04/2023

09:35

Escrito por: APM

En 2021, fueron asesinados David Beriain y Roberto Fraile en esta zona africana, mortífera para los periodistas.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha publicado un informe, “En la piel de un periodista en el Sahel”, sobre las crecientes amenazas al periodismo en la franja saheliana de África. En sus cuarenta páginas se detalla hasta qué punto se han deteriorado las condiciones del ejercicio del periodismo en esta región del mundo, que se está transformando en una “zona sin información”.

En los últimos diez años, cinco periodistas han sido asesinados en el Sahel y otros dos han desaparecido recientemente. Centenares más han sido amenazados y ya no pueden desempeñar su profesión sin poner en riesgo su vida.

Ponerse en la piel de un periodista en el Sahel significa enfrentarse a bandas armadas radicales cada vez más presentes, que no dudan en asesinar a periodistas o secuestrarlos para utilizarlos como moneda de cambio. En este contexto de degradación de la seguridad, los reporteros también tienen que bandear con poderes instaurados a base de golpes de Estado, que imponen a la profesión su concepto de periodismo y sus “mandatos patrióticos”. Además, se ven obligados a convivir con la milicia del Grupo Wagner, cuyo poder sobre el sector de la información regional es cada vez más palpable, así como a sortear las trampas de los mercenarios de la desinformación, explica este estudio.

Diez puntos clave

El informe destaca diez puntos clave de esta situación:

  1. Una región mortífera para los periodistas: desde la ejecución por sus secuestradores en Malí, en 2013, de la periodista Ghislaine Dupont y del técnico Claude Verlon, (ambos de Radio France Internationale), tres periodistas han sido asesinados en la región: Obed Nangbatna, de la cadena de televisión nacional Télé Tchad, en Chad en 2019; así como el reportero español David Beriain y su compañero cámara Roberto Fraile, en 2021, cuando ambos preparaban un documental sobre la caza furtiva junto a una unidad especializada, en el este de Burkina Faso.
  2. Un riesgo máximo de secuestro: secuestrado en Gao el 8 de abril de 2021 por un grupo armado afiliado a al Qaeda, el periodista francés Olivier Dubois fue puesto en libertad el 20 de marzo de 2023, tras 711 días de cautiverio. Sin embargo, otros dos periodistas malienses, Hamadoun Nialibouly y Moussa M’Bana Dicko, continúan actualmente desaparecidos.
  3. Un espacio para cubrir cada vez más reducido: la expansión de las zonas prohibidas o de difícil acceso para los periodistas es apabullante en el Sahel. Además de las amenazas directas a su integridad física, algunos Estados imponen trabas administrativas abusivas.
  4. Expulsión de periodistas y suspensión de medios internacionales: en Malí y Burkina Faso, las autoridades militares instauradas mediante golpes de Estado no dudan en expulsar a periodistas y suspender medios de comunicación. Las cadenas francesas RFI y France 24 son las principales víctimas.
  5. La amenaza de los mercenarios de la información: la desinformación vive un momento de auge en el Sahel, transformado en laboratorio experimental para los "mercenarios de la desinformación", que actúan sobre todo en las redes sociales, pero también en el seno de las juntas militares en el poder.
  6. Presiones editoriales directas: a golpe de mandatos patrióticos (en Malí), o de notas con directrices a los medios (en Benín), las autoridades en el poder tratan de moldear a su antojo la información y de controlar los relatos mediáticos.
  7. El fin de las leyes protectoras: el deterioro de la seguridad ha erosionado los avances legislativos que, entre los años 1990 y 2010, habían permitido estructurar paulatinamente el sector de los medios y proteger el ejercicio de la profesión periodística en los países del Sahel.
  8. Luchar juntos contra la desinformación: a pesar de este difícil entorno, han surgido nuevas iniciativas en el ámbito local para combatir la desinformación. Algunas redacciones han desarrollado áreas de verificación, proyectos como Mali Check, Africa Check o DésinfoxTchad tratan de combatirla.
  9. Los periodistas organizan sus propias redes: nuevas iniciativas como los estudios Yafa, Kalangou y Tamani cubren la actualidad en las diferentes lenguas locales que se hablan en el Sahel, ofreciendo información relevante a poblaciones golpeadas por diversas crisis.
  10. Proteger el periodismo en el Sahel es posible: RSF recomienda también a la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) y la CEMAC (Comunidad Económica y Monetaria de África Central) que elaboren un código de conducta para la seguridad de los periodistas en zonas de conflicto.

Informe completo aquí

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