Protesta de los 'miércoles negros' en la redacción de 'El Mundo'. Foto: comité de empresa de 'El Mundo'
Hace dos meses, los trabajadores de Unidad Editorial comenzaron una protesta consistente en vestir todos de negro cada miércoles y concentrarse a las puertas de su sede para reivindicar mejoras laborales. La notoriedad y el éxito de convocatoria de los “miércoles negros”, sumados a la precariedad que impera en las redacciones españolas, propició que pronto se sumaran otras plantillas. Primero, casi desde el principio, la de ABC y medios de Vocento; y luego, poco a poco, otras muchas, con distintas reivindicaciones, de variadas líneas editoriales y diferentes tipos consejos de administración, pero con el convencimiento de los empleados de que ha llegado el momento de unirse para revertir la situación.
Desde el 19 de abril, cuando los comités de empresa de El Mundo, Marca y Expansión pusieron en marcha los “miércoles negros”, una vez por semana, los trabajadores se hacen una foto vestidos de negro en la redacción y se concentran a las 16:00 horas a la entrada de la sede de Unidad Editorial, momento en el que uno de los portavoces de los comités informa del estado de las negociaciones con la empresa.
“Lo de la ropa negra nos ha funcionado mucho mejor de lo que esperábamos. Al venir de quince años de congelación salarial, había mucha desconfianza en la redacción en que esto fuera a servir para algo”, aseguran desde fuentes del comité de empresa de El Mundo. “Pero nosotros notamos desde el principio que nos estaba sirviendo, tuvimos una respuesta muy rápida de la empresa para sentarnos a negociar, no tanto por el hecho en sí de vestir de negro o por el ruido que se haga en redes sociales, y eso que funciona, sino sobre todo porque la sensación era que la redacción estaba muy desmovilizada desde hacía un montón de tiempo”.
Grandes pérdidas de capacidad adquisitiva
Trabajadores de 'ABC' protestan un 'miércoles negro' demandando una subida salarial. Foto: comité de empresa de 'ABC'
Los trabajadores de Unidad Editorial reivindican que se recompense una pérdida de capacidad adquisitiva del 25%, según estiman desde el comité de El Mundo, tras quince años con el sueldo congelado, entre otras reclamaciones, como la regularización del teletrabajo. Peticiones de mejora similares se irán repitiendo en las protestas de otras plantillas, cada una de ellas con sus cuestiones concretas, pero que vuelven a demostrar el recorte de derechos laborales y la pérdida de condiciones contractuales y salariales de los periodistas en su conjunto.
“El seguimiento de los ‘miércoles negros’ es prácticamente unánime en la redacción de El Mundo. Y la verdad es que ayuda que se hayan unido a las protestas las principales cabeceras de España”, apuntan. “No es habitual que, por ejemplo, El Mundo y El País compartan alguna iniciativa. Es muy triste, pero lo que más tenemos en común los periodistas en España es la precariedad, es así de lamentable; y, de ahí, derivan casi todos los demás problemas de la profesión. Al final, es muy difícil ejercer tu trabajo de forma rigurosa cuando es completamente precario”, lamentan desde una redacción que ya venía de sufrir varios expedientes de regulación de empleo (ERE) y planes de bajas incentivadas durante la gran crisis del sector que comenzó en 2008.
Concentración ante la junta de accionistas de Prisa
Reivindicación de recuperación salarial durante un 'miércoles negro' en 'El País'. Foto: comité de empresa de 'El País'
El 10 de mayo comenzaron los “miércoles negros” en Prisa. “Nosotros”, cuentan desde el comité de empresa de El País, “estábamos siguiendo las protestas y nos pareció una buena iniciativa. Nos reunimos todos los comités del grupo y decidimos sumarnos”. Según anuncian a Apmadrid.es representantes de los trabajadores de El País, además de seguir vistiendo de negro cada miércoles, el comité de empresa del diario, al cual se sumarán el resto de los comités de Prisa, ha convocado una concentración ante la junta de accionistas del grupo el próximo 27 de junio.
Las plantillas de El País, la SER, Cinco Días, AS, La Factoría y Prisa Media demandan principalmente una actualización salarial y la negociación del teletrabajo. En el caso de El País, “llevamos con un convenio prorrogado desde 2011, con lo cual hemos perdido aproximadamente un 25% de poder adquisitivo, sin que la empresa se siente a negociar absolutamente ningún tipo de actualización salarial”, afirman desde el comité. Respecto a la negativa a negociar el teletrabajo, “la plantilla ya demostró que el periódico, tanto en web como en papel, salía perfectamente teletrabajando todos los días y en aquellas circunstancias tan complicadas que vivimos todos” durante la pandemia.
A diferencia de lo sucedido en El Mundo, las protestas de los “miércoles negros” en El País aún no han surtido ningún efecto en las negociaciones: “Nosotros no hemos tenido ningún avance; nos hemos reunido muy recientemente con la empresa, y las respuestas a todas las peticiones han sido negativas”, dicen desde el comité. De no cambiar esta situación, las protestas “se alargarán sine die. La plantilla de El País siempre hemos sido muy reivindicativos, muy asamblearios, y creo que se conserva ese espíritu”.
“No recuerdo iniciativas similares de tantas plantillas de medios de comunicación de empresas tan diferentes”. Según opinan desde el comité de El País, ello se debe fundamentalmente a la precarización generalizada y al aumento de la carga de trabajo. El grupo Prisa acometió el ERE más grande de todo el sector durante la mencionada gran crisis y, más recientemente, en 2021, en El País prejubilaron a más de 30 periodistas, “cuya carga laboral va a parar al resto de la redacción. Se pierden puestos de trabajo y, a la vez, no se actualizan los salarios”.
Categorías, IPC, jubilaciones forzosas…
Concentración de trabajadores de 'La Vanguardia' en su sede en Barcelona. Foto: comité de empresa de 'La Vanguardia'
Otras plantillas de distintas zonas geográficas se están sumando a las protestas, como la de medios de Promecal, Canal Sur y TV Canaria, entre otras. Hasta ahora, los últimos en poner en marcha la iniciativa de los “miércoles negros” han sido los trabajadores de La Vanguardia, el pasado miércoles, 7 de junio. No obstante, llevaban seis meses negociando mejoras laborales con la compañía, “y no hay manera; estamos negociando el convenio, pero ha llegado el momento en que tenemos que hacer esto también para presionar”, aclaran desde el comité de empresa. A la vestimenta negra y pequeños carteles se incluirán este miércoles grandes pancartas contra la precariedad. Calculan que, por el momento, la mitad de la redacción en Barcelona secunda la incipiente protesta.
Tras la primera concentración, se ha paralizado la negociación del convenio colectivo que estaba en curso, en la que los trabajadores reivindican el reconocimiento de categorías y el aumento del sueldo conforme al IPC y, por su parte, la empresa quiere acordar la jubilación forzosa a los 68 años, a lo cual se niegan los empleados, según las mismas fuentes del comité de La Vanguardia. En este diario también se habían visto perjudicados por los efectos de la crisis sectorial con un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), la rebaja de salario de un 10% y la pérdida que estiman de un 30% de poder adquisitivo por congelación de sueldo en los últimos diez años.
Estas situaciones comunes de precariedad laboral por las que protestan los trabajadores de algunas de las principales cabeceras españolas no solo afectan a las propias plantillas, sino que, si se tiene en cuenta la pérdida de calidad informativa que llevan asociada, redundan en el derecho a la información de toda la ciudadanía.
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