El próximo miércoles, 20 de noviembre, a las 10:30 horas, se celebrará la ceremonia de entrega de los Premios APM de Periodismo 2023, correspondientes a su 85.ª edición, en la Real Casa de Correos de Madrid. La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha galardonado al programa Madrid Directo, de Telemadrid, con el Premio APM al Periodista Especializado en Madrid 2023, en reconocimiento a un trabajo o trayectoria profesional periodística relacionada con esta ciudad.
En su fallo, el jurado explica que este espacio que cumplió "30 años ofreciendo cada día la visión más cercana de la vida cotidiana de los madrileños, ensalza la figura del reportero, pieza clave del programa, y utiliza un lenguaje fresco y cercano, señas de identidad de una fórmula informativa que ha sido adoptada por numerosas cadenas y que cambió la interacción entre los presentadores en plató y los reporteros en la calle, estableciendo un nuevo lenguaje audiovisual que hoy, 30 años después, sigue plenamente vigente”.
Madrid Directo acumula un total de 63 premios, otorgados por diferentes instituciones, que han reconocido la labor de todos los departamentos del programa; entre ellos, el Premio Ondas de Televisión al “Mejor programa especializado” en 1997. El formato pronto pasó a ser un género televisivo y se adaptó a las televisiones regionales de nuestro país (entre otras, Andalucía, con Andalucía Directo, que pronto cumplirá también tres décadas) e incluso a la televisión pública nacional con el emblemático España Directo.
Durante todo este tiempo de emisión diaria -de lunes a viernes-, han pasado por el programa 11 directores, 22 presentadores y una gran variedad de magníficos reporteros.
El periodista Ricardo Medina fue el director que puso en marcha este espacio, hace ya 31 años. Después de haber trabajado como corresponsal de guerra y delegado de la Agencia EFE en varios países, se trajo de Estados Unidos este formato que versionó en Telemadrid. El director actual, Kike Álvarez, dirige además El Torreón del Sol, productora del programa. Ambos han concedido a Apmadrid.es esta entrevista conjunta.
- ¿Qué significa para ustedes este reconocimiento?
- Respuesta de Kike Álvarez (K. A.): Una alegría, una gran satisfacción y un orgullo enorme, ya que este premio, por parte de la Asociación de la Prensa de Madrid, por tus propios compañeros de profesión, pone en valor el trabajo del periodismo de verdad, de estar en la calle cada día durante tres décadas informando y contando historias de los madrileños.
- Respuesta de Ricardo Medina (R. M.): Para mí, es algo especial y cariñoso. El reconocimiento de la audiencia se recibe diariamente y minuto a minuto. Las audiencias marcan el éxito de los programas, pero sólo miden la cantidad. Este premio de la APM es diferente, porque viene de los compañeros periodistas... ¡Y porque hemos tardado 30 años en lograrlo!
- ¿Cómo surgió, Ricardo, la idea de poner en marcha este espacio en la cadena autonómica de Madrid?
- R. M.: Si funcionaba en Nueva York, Los Ángeles o Miami, ¿por qué no iba a funcionar en Madrid? La televisión en Estados Unidos, donde había grandes cadenas como ABC, CBS y NBC, con grandes shows, concursos, series, magacines, películas e informativos, también tenía, durante hora y media (de 17:00 a 18:30), desconexiones locales en cada ciudad para las noticias. Y durante esos 90 minutos, antes de los telediarios nacionales, ofrecían reportajes y conexiones en directo desde el lugar de la noticia. Los reporteros utilizaban un lenguaje corporal y verbal más coloquial, cercano y directo que el de los corresponsales en la Casa Blanca o en Wall Street. Estos reporteros y estos informativos de proximidad me llamaban la atención, mucho más que las series, las películas, los concursos o los shows.
Durante mi etapa como corresponsal de guerra para la Agencia EFE (que empezó en El Salvador en 1980 y luego continuó en Guatemala, México y Puerto Rico), la televisión de Estados Unidos era un referente diario para mi trabajo. Después de haber empezado con 18 años en la radio (La Voz de Madrid), y luego en periódicos, también había trabajado en la Agencia EFE en Madrid y como corresponsal de guerra, sólo me faltaba la tele y quería que fuese en América del Norte. Tuve la suerte de que en 1987 me ofrecieron ser director de Noticias del Canal 24 de Puerto Rico, un canal tipo CNN de 24 horas de noticias de ámbito local. Dejé la Agencia EFE; y desde entonces, hace casi 40 años, el resto de mi vida profesional ha estado vinculada de una forma u otra a la televisión. La experiencia como director de Noticias me permitió conocer por dentro las tripas de la televisión.
- Y se trajo toda esa experiencia en su mochila para España.
- R. M.: Sí, eso me dio, cuando regresé a España en 1989, coincidiendo con la puesta en marcha de Telemadrid, una experiencia que aquí en ese momento, no tenía nadie. Por eso, el director de Informativos de Telemadrid, Fermín Bocos, me invitó a incorporarme al equipo fundador de Telemadrid como coordinador general de Informativos, liderando un equipo de jóvenes veinteañeros como Vicente Vallés, Hilario Pino, Fernando Olmeda, Pilar Rodríguez, etc. Entre todos hicimos posible aquellos TeleNoticias que cambiaron la forma de hacer periodismo en televisión en España. Yo apenas era unos años mayor que la mayoría de ellos, tenía 31, pero todos confiaron en mí y tuvieron una fe ciega en que íbamos a hacer televisión "a la americana”.
Luego, tres años después de la irrupción de los canales autonómicos, de Antena 3, Telecinco y Canal+, la cadena me pidió que les volviese a presentar actualizado el proyecto de Madrid Directo. Para no dejar pasar la oportunidad, me fui rápido a Estados Unidos. Ese inolvidable verano de 1994, me recorrí las grandes cadenas y sus afiliadas en Nueva York, Atlanta y Miami, donde estaban las sedes de Univisión y Telemundo. Confirmé que el concepto de los informativos locales seguía vigente en todos lados y con más fuerza que nunca. A la vuelta, ya recibí el encargo de poner en marcha el proyecto. Fue un sueño hecho realidad.
Ricardo Medina: Sacamos adelante el programa con las pesadísimas cámaras Betacam de Sony. Fue un éxito rotundo y un hito técnico
- Como usted dice, es un formato de información local que ya existía en televisiones de Estados Unidos. ¿Fue muy complicado trasladarlo a nuestro país? ¿Cómo se hizo esa adaptación?
- R. M.: El formato no existía como tal. Lo que hicimos fue adaptar a Madrid lo que había visto, como espectador y por dentro. Nos trajimos el concepto, la idea, el espíritu y el know how. Pero los medios y los presupuestos eran incomparables. Allí las conexiones eran por satélite y aquí no había unidades móviles para conectarse con ellos, ni tampoco había dinero para pagarlo. Entonces, no existían los teléfonos móviles ni internet, ni equipos de edición y de visionado ligeros (visionábamos y montábamos en las salas de la Agencia EFE, en la calle Espronceda). Tuvimos que sacar el programa adelante con las pesadísimas cámaras Betacam de Sony y los equipos de enlaces por microondas que enviaban la señal a dos repetidores que teníamos en Plaza España y en el edificio de Iberia de Avenida de América, que eran dos de los puntos más altos de la ciudad. ¡Y conseguimos hacer cinco conexiones diarias! Eso, hasta ese momento en televisión en España, sólo se hacía cuando había elecciones y suponía una preparación de muchos meses. Además, desde tres puntos de la Comunidad, también hacíamos directos con tres productoras que tenían enlaces fijos. Fue un éxito rotundo y también un hito técnico.
Kike Álvarez: Ser reportero de 'Madrid Directo' requiere una capacidad de sacrificio, una profesionalidad y un compromiso que va mucho más allá de lo normal. Es una forma de vida
- Según reza el fallo del jurado, el programa “ensalza la figura del reportero”. ¿Creen que es esta su principal seña de identidad?
- K. A.: Absolutamente. Madrid Directo es un programa de reporteros. En estos 31 años han formado parte del programa un centenar de ellos, que han tenido en él la mejor escuela para hacer periodismo verdadero. Ser reportero de Madrid Directo requiere una serie de capacidades que no muchos periodistas tienen. Una capacidad de sacrificio, una profesionalidad y un compromiso que va mucho más allá de lo normal. Ser reportero de este programa es una forma de vida que te cambia la forma de mirar y entender la profesión. Cada mañana hay un libro en blanco que escribir, un territorio como la Comunidad de Madrid, con millones de historias que contar. Los 15 reporteros de Madrid Directo tienen un compromiso con la profesión único, están cada día en la calle, nieve o llueva o tengamos 40 grados de temperatura. Son unos superhéroes, haciendo cada año miles de kilómetros, buscando noticias, contrastando informaciones, con un compromiso como pocos con la verdad de lo que está pasando en Madrid, en contacto directo con la gente de la calle.
Ricardo Medina: Este programa modificó el ADN del reporterismo televisivo en España
- R. M.: Lo más importante que ha aportado Madrid Directo es el legado que ha dejado. Ahora, 30 años después, ves ese estilo de reporterismo televisivo (algunos les bautizaron como los “reporteros dicharacheros”) en todas las cadenas privadas y públicas, nacionales, regionales o locales, en programas matutinos o vespertinos, de actualidad, de sucesos o deportivos. Antes de Madrid Directo, los reporteros lo hacían de otra forma: inmóviles, serios, grises. Y tanto su comunicación verbal, como no verbal, eran más envaradas. Este programa modificó el ADN del reporterismo televisivo en España.
- ¿Cuál cree, Ricardo, que fue la mayor aportación que tuvo el programa, lo más innovador dentro del panorama de los informativos?
- R. M.: Que no salían los políticos. Eso quedaba para el TeleNoticias y los Telediarios de la competencia. La clave era la calle. Era un programa informativo de calidad, respetuoso, coloquial y para toda la familia. Los reporteros salían a la calle para contar las historias y los problemas de la gente, sin más prejuicios ni intermediarios. Esta fue la clave del éxito del programa. Se nutría de las informaciones, quejas y propuestas de los propios ciudadanos. No éramos el “Teléfono de la Esperanza”, pero sí les atendíamos y nos convertimos en su altavoz. Hubo un antes y un después de los Telenoticias de Telemadrid. Y Madrid Directo fue la consolidación definitiva de una forma de hacer “a la americana” los reportajes y los directos de los programas informativos.
- ¿Cómo ha evolucionado el programa en estos 31 años?
- K. A.: Ha evolucionado muy bien, porque sigue apostando por el reportaje como género informativo. Al ser pioneros en la realización de directos en nuestro país, siempre ha estado a la vanguardia en la incorporación de nuevas tecnologías y narrativas informativas y siempre ha tenido clara la importancia de la cercanía y la proximidad con los espectadores. Los nuevos dispositivos electrónicos y las redes sociales permiten al equipo tener acceso a mejores historias, nos permite tener un feedback permanente con la audiencia y nos ayuda a hacer un programa más útil e interesante.
- R. M.: Las comparaciones son odiosas. Al principio, cada tarde llegábamos a medio millón de espectadores. Ahora, el consumo está fragmentado entre mil ofertas diferentes, tanto de televisiones en abierto como de pago, plataformas, streaming por internet, los satélites o los nuevos teléfonos móviles 4G y 5G. No son comparables las situaciones. Pero querría destacar el fenómeno de Andalucía Directo en Canal Sur. Allí lo pusieron en marcha tres años después que en Madrid, porque las dificultades orográficas, las distancias geográficas y cubrir los 87.000 kilómetros cuadrados de las ocho provincias era un reto mayúsculo; frente a la Comunidad de Madrid, plana, uniprovincial y sólo con una gran ciudad. Precisamente, Kike Álvarez, el actual director de Madrid Directo, fue el primer director de Andalucía Directo, con el apoyo de Mediapro. Ahora, casi 7.000 programas y 27 años después, Andalucía Directo, producido por ADM, es líder indiscutible de las tardes en Andalucía por encima de todas las privadas, de las públicas nacionales, las TDT, Netflix o Movistar+. Su director y presentador, Modesto Barragán, lleva 15 años liderando un equipo de reporteros que cambian, pero que tienen siempre muy presente el espíritu y el legado de Madrid Directo. Y con frecuencia me lo reconoce y nos regalamos mensajes de admiración mutua.
- Efectivamente, otras televisiones autonómicas y la nacional han copiado el formato. ¿Imaginaba, Ricardo, este crecimiento?
- R. M.: El proyecto de Madrid Directo tardó dos años desde que lo presenté a la Dirección de Informativos de Telemadrid hasta que finalmente me dieron la oportunidad de realizarlo en 1994. Y luego, tuve que esperar otros 15 años más hasta convencer a un directivo que acababa de llegar en 2009 a Televisión Española de que la mejor idea para relanzar las tardes de La 1 era hacer España Directo. Y unos meses después, este otro sueño también se hizo realidad. Seguramente, el siguiente paso les corresponda a mis hijas o a mis nietos. Hay que ser paciente.
- ¿Qué es lo que mejor que se ha imitado? ¿Y lo peor?
- K. A.: Madrid Directo es un formato original de Telemadrid que cambió la forma de hacer televisión en España, una nueva forma de contar historias con un lenguaje próximo y cercano al espectador, un programa que permitió cambiar en la televisión de los años 90, lo que contamos y cómo lo contamos, con un estilo propio que apostaba por la actualidad, en un sentido amplio de la palabra, por el periodismo local, de proximidad, de cercanía, por historias originales y únicas, pequeñas pero universales, que interesan a todo el mundo. Esa mirada fresca cambió la forma de hacer las escaletas de los informativos de todas las cadenas con unos contenidos diferentes a los cánones convencionales, más interesantes, curiosos y entretenidos.
Kike Álvarez: A nivel formal, 'Madrid Directo' tiene el mérito de ser el primer programa en desanclar la cámara del trípode
A nivel formal, Madrid Directo tiene el mérito de ser el primer programa en desanclar la cámara del trípode. Con anterioridad, las noticias en televisión estaban encorsetadas a la dictadura de la corrección estética y formal de la imagen. Abanderar el uso de la cámara al hombro y utilizar el plano secuencia como base de la narración del reportaje marca un antes y un después en la historia de la narrativa en nuestra televisión. Se impuso el estilo Madrid Directo en la forma de hacer reportajes y noticias. Después, nacieron decenas de programas que siguieron el camino en su forma de ver y hacer actualidad: Andalucía Directo, Mi Cámara y Yo, Callejeros, Madrileños por el Mundo, Comando Actualidad….
- R. M.: Lo mejor es que nadie ha copiado a nadie, no ha habido clones. Cada cadena y cada reportero ha hecho sus interpretaciones y sus adaptaciones propias. Cada uno le ha dado su personalidad a cada reportaje, con su propio acento, heredando el legado de Madrid Directo.
Lo peor creo que fue el desvarío de alguna etapa de intentar convertirlo en un programa del corazón, queriendo utilizar una marca reputada para otros fines, que no son con los que nació. Ese no era el acuerdo con los telespectadores. Y, por supuesto, fracasaron en el intento.
Kike Álvarez: Casi un centenar de personas trabajamos cada día, doce horas de dedicación diaria. Desde muy temprano, ocho equipos de reporteros salen a grabar sus reportajes por las calles
- Kike, ¿cómo es el día a día de la puesta en marcha del programa?
- K. A.: Un día en Madrid Directo es una montaña rusa de emociones que poca gente puede imaginar si no ha estado trabajando o viendo el programa en Telemadrid. Doce horas de dedicación diaria de muchas personas para los que este programa es un estilo y forma de vida. Casi un centenar de personas trabajamos cada día. Desde muy temprano, un equipo de redacción prepara la agenda y previsiones informativas del día. A primera hora, ocho equipos de reporteros salen a grabar sus reportajes por las calles, barrios, ciudades y pueblos de la Comunidad de Madrid. Historias tristes, alegres, cotidianas, curiosas sorprendentes… Se trabaja con previsión para cubrir toda la actualidad del día: sucesos, movilidad, transportes, tiempo, medioambiente, salud, sociedad, cultura… Tras cuatro horas de rodaje, toca volver a la redacción, editar y montar los reportajes y preparar los directos de la tarde. Mientras, un equipo de redacción y producción ultima la escaleta que se ejecutará con el equipo técnico y de realización de Telemadrid a las 19:00 horas cada día.
- ¿Y cuáles son las nuevas tendencias narrativas y audiovisuales que se han ido incorporando en los últimos tiempos?
- K. A.: Madrid Directo siempre ha estado a la vanguardia, tanto a nivel narrativo como técnico. Fue el primer programa en hacer conexiones en directo como no se habían realizado antes, gracias al equipo técnico de enlaces de Telemadrid. Los primeros en utilizar telefonía móvil para hacer reportajes y conexiones en directo. Tiene una estrategia de contenidos transmedia para contar nuestras historias a través de diferentes canales: X, Instagram, TikTok, YouTube… Además, incorporamos en la producción de nuestros reportajes equipos MOJO (Mobile Journalisme) y todo tipo de gadgets tecnológicos como drones, cámaras 360, microcámaras…
- ¿A qué profesionales destacarían como trascendentales en la historia del programa?
- K. A.: A todos los que han participado, porque todos han contribuido a crear este formato. Presentadores, reporteros, cámaras, productores, realizadores, montadores, técnicos de enlaces, operadores de equipos, todos han puesto su granito de arena para hacer posible este formato original madrileño. Este espacio, más que ningún otro, es un trabajo de equipo creado y mimado por mucha gente a lo largo de los últimos 31 años.
- R. M.: Fundamentalmente, a todo el equipo fundador, fueron un referente. Pero, antes querría recordar a tres mujeres que, sin salir en pantalla, para mí son muy importantes: Ángeles Yagüe, Elena Sánchez Ramos y Mabel Rubio. Ángeles Yagüe era la directora de Antena de Telemadrid en 1994. Ella y Pepe Abril me dieron la oportunidad de crear Madrid Directo. Después de una carrera en Televisión Española, en Antena 3 y más de diez años en Telemadrid, Ángeles nos dejó en 2007 tras un problema con la anestesia en una operación quirúrgica rutinaria.
Elena Sánchez Ramos me sucedió en la Dirección del programa en 1994. Luego, fue alta directiva en Telemadrid, en Canal+ y en el grupo Prisa, pero una leucemia se la llevó en 2016 a los 51 años. Y Mabel Rubio, que estuvo nueve años como subdirectora con Luz Aldama, en la sombra, como todos los compañeros cámaras, productores, editores, realizadores y los técnicos de estos 31 años. Mabel, tras un año en la dirección, dimitió, porque la querían censurar. Mabel dio diez años de su vida profesional a Madrid Directo y falleció poco después por un cáncer. Pero, además de a Ángeles, Elena y Mabel, este reconocimiento de la APM les corresponde a los reporteros fundadores: Paloma Ferre, Luz Aldama, Alipio Gutiérrez, Santi Acosta, Irene Fernández, Teresa Castanedo, Miguel Ángel Moncholi, Javier Barrio y Lourdes Repiso. Y, por supuesto, a otra reportera de raza, Inmaculada Galván, a quien le tocó convertirse en la emblemática presentadora de todo el equipo de Madrid Directo. Todo un equipazo.
- En un formato como este, ¿dónde está el límite entre la información y el entretenimiento?
- K. A.: Madrid Directo es un programa de reporteros que apuesta por la información de actualidad en directo, actualidad entretenida en un sentido amplio, donde lo importante es lo que está pasando cada tarde en Madrid. La televisión por definición tiene que ser entretenida, tiene que gustar a la audiencia. Creo que es un buen ejemplo de cómo hacer un programa de televisión informativo de una manera entretenida, es pionero en esa forma de hacer televisión.
Tenemos clara la responsabilidad con la audiencia y con el servicio público que representamos, y que el rigor a la hora de informar y contrastar las noticias es fundamental, así como huir del sensacionalismo y el amarillismo que criticamos en los medios de comunicación. En un mundo tan competitivo como la televisión es fácil caer en la trampa de hacer contenidos que, bajo el paraguas de la palabra entretenimiento, se crucen líneas rojas que no deberían cruzarse.
Ricardo Medina: El objetivo es hacer entretenida la información. Contar historias humanas con rigor. Una cosa es el rigor; y otra, el 'rigor mortis' de algunos informativos
- R. M.: No hay límite. El objetivo es hacer entretenida la información. Contar historias humanas con rigor. Porque una cosa es el rigor; y otra, el rigor mortis de algunos informativos. Sobre todo, los de aquella época.
- Esta pregunta es para Kike: ¿pesa la responsabilidad de coger el testigo de un programa que es casi una marca establecida?
- K. A.: Es una gran responsabilidad y un orgullo enorme trabajar cada día para hacer buen periodismo con reportajes y conexiones en directo, y tratar de hacer un programa de calidad en estos tiempos complicados para la profesión periodística.
- ¿Recuerdan alguna anécdota que se pueda contar, alguna curiosidad que no hayan contado nunca?
- K. A.: El programa cumplirá en la próximas semanas 7.000 emisiones, que se dice muy pronto. Cada día ocurren decenas de anécdotas e historias increíbles que darían para escribir un libro. Si tuviera que buscar una, hablaría de la importancia de la merienda. Madrid Directo es un programa familiar, dirigido a todos los públicos, y que buena parte de su éxito reside en haber acompañado a los madrileños todas las tardes de los últimos 31 años a la hora de la merienda. Hoy en día, buena parte de los reporteros del programa crecieron merendando después de volver del colegio, viendo Madrid Directo e imaginando ser de mayores reporteros del programa de Telemadrid. Muchos niños de entonces han cumplido su sueño.
- R. M.: Anécdotas hay miles, pero pertenecen a los reporteros, a los cámaras, a los productores y a los técnicos que las protagonizaron. Sólo cuando nos reencontramos en alguna fiesta las comentamos entre risas.
- Kike, ¿en qué condiciona, si lo hace, dirigir un programa de un medio público?
- K. A.: La responsabilidad de que realizamos un servicio público para los madrileños. Eso implica que tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos para hacer una televisión pública de calidad.
- Ricardo, ¿qué recuerdo queda después de tantos años?
- R. M.: La experiencia de poner en marcha Madrid Directo fue apasionante, como la de Telemadrid. Pero los recuerdos prefiero compartirlos en compañía, en petit comité y con un buen vino de por medio. Cuando pusimos en marcha el programa, sólo comíamos bocatas en la redacción, que nos subíamos del bar de la Agencia EFE. Llegaba a la redacción a las ocho de la mañana y regresaba a casa a las once de la noche. A mis hijas sólo las veía despiertas los fines de semana. No había tiempo para nada, no se lo aconsejo a nadie. Ahora, mis hijas, las dos periodistas, trabajan conmigo en la productora Medina Media, que fundé hace 20 años. Y el tiempo que no estuve con ellas de pequeñas ahora intento recuperarlo con mis cinco nietos.
- ¿Qué debe consolidar el programa para sobrevivir otros 30 años? Y para que esto suceda, ¿qué condiciones debe tener el sector audiovisual y periodístico?
- K. A.: Trabajo, trabajo y trabajo. Cumplir 31 años un programa diario de televisión es una alegría inmensa. Es una suerte poder hacer cada día Madrid Directo, uno de los pocos espacios en el que se puede hacer reporterismo de verdad. Realizar cada día una docena de reportajes de cuatro minutos de duración en la televisión actual es un milagro. Se necesita un compromiso con la profesión por parte de los reporteros, único, y una apuesta de una cadena como Telemadrid que ha de saber cuidar y poner en valor este formato.
- R. M.: No soy quien para dar lecciones a nadie. Pero creo que no tiene que hacer nada especial. Simplemente, como cualquier otro contenido audiovisual, debe estar disponible en cualquier sitio, en cualquier momento, en cualquier formato, para que cada individuo lo pueda consumir cuando quiera, con quien quiera, donde quiera y personalizado. Aprovechando los avances tecnológicos que ya tenemos y los que llegarán. Nada nuevo bajo el sol.
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