La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) manifiesta su total desacuerdo y rechazo a cualquier intento de control informativo por parte de organismos públicos o futuras comisiones creadas bajo el pretexto de combatir "noticias falsas", según informa en una nota.
La FAPE considera que la propuesta gubernamental de crear una comisión para evitar la difusión de "noticias falsas" sólo serviría para restringir y coartar la libertad de información.
El único control que debe tener un periodista es su código deontológico. Así, en el de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España prevalece que "el primer compromiso ético del periodista es el respeto a la verdad... y el compromiso con la búsqueda de la verdad llevará siempre al periodista a informar sólo sobre hechos de los cuales conozca su origen, sin falsificar documentos ni omitir informaciones esenciales, así como a no publicar material informativo falso, engañoso o deformado".
Por todo ello, rechaza cualquier intento de control y exige una mayor transparencia de los organismos públicos y de las subvenciones que se reparten entre determinados medios de comunicación.
Y recomienda mayor formación y divulgación sobre el tratamiento de los medios y las noticias entre la ciudadanía y especialmente entre los jóvenes. La FAPE viene reclamando desde hace tiempo la incorporación en el sistema educativo español de una asignatura de "Periodismo y Comunicación" que forme y facilite a los alumnos las herramientas necesarias para desarrollar una mayor capacidad crítica ante las "noticias falsas"; que les permita diferenciar los medios de comunicación de las redes sociales, la información y la opinión y valorar la importancia de la veracidad.
El pasado mes de mayo el Parlamento italiano aprobó un proyecto del Ministerio de Educación y de la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, sobre educación cívica digital dirigida a los estudiantes de Bachillerato para que “la desinformación no enturbie el debate democrático”.
Por último, la FAPE recuerda a los organismos públicos que son los periodistas quienes tienen la capacidad profesional de jerarquizar las noticias, confirmar su veracidad, contrastarlas y difundirlas bajo un paraguas ético y deontológico, como garantes que somos del derecho fundamental de los ciudadanos a recibir información libre y veraz: “Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo, no hay democracia”.
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