Por Álex Erquicia (*)
En la casa de Pedro Erquicia uno podía tener a ratos la sensación de que estaba en una librería de esas en las que él se pasaba horas y de las que salía con varios ejemplares, muchos de historia, bajo el brazo. Como lector voraz, los libros eran su fuente inagotable de conocimiento, de inspiración y de pasión. Pedro leía varias obras al mismo tiempo y, dependiendo de su temática y lo que buscaba en cada una de ellas, las ubicaba en su despacho, en el salón o en su mesilla de noche. Además de gozar con su lectura y comprensión Pedro siempre predicaba con el ejemplo de estudiar y trabajar los libros a fondo a través de su subrayado y su toma de apuntes, como el anotado de citas o ideas que le inspirara su lectura.
Dado su valor como fuente primaria de información, Pedro quiso hacer una donación de más de quinientos libros de su colección privada a la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Las obras que se han donado incluyen libros, tanto de autores españoles como internacionales, algunos en inglés o francés, y de temática variada: periodismo, historia, comunicación, política, medios de comunicación y otras ciencias sociales. Una pluralidad de géneros que reflejan los diversos intereses que tenía Pedro y su aproximación desde múltiples puntos de vista a su profesión y a la vida misma.
La donación a la APM constituye una parte de la colección de libros que amasó en sus 75 años de vida. La librería de Pedro reflejaba como, para él, el aprendizaje y el conocimiento son dos procesos continuos que se solapan y nunca se detienen. Solo así era capaz de crear nuevos programas, de visionar nuevos formatos, de pulir el don de la palabra y la escritura. En definitiva, el material que necesitaba para desarrollar la creatividad y enseñar a sus cientos de 'alumnos', ya que Pedro actuó de profesor con un sinfín de personas, tanto del mundo del periodismo como fuera de él. Su objetivo último siempre era observar ese aprendizaje y conocimiento en el receptor. Muchos hemos tenido la suerte de someter nuestros textos a su edición o de perfeccionar la oratoria y el discurso en público a través de su guía.
Pedro Erquicia inició sus trabajos como colaborador de TVE en julio de 1965, en los estudios de Paseo de la Habana de Madrid, y se graduó por la Escuela Oficial de Periodismo en 1967, cuando se incorpora a la plantilla del ente público. Durante 43 años, hasta su forzada jubilación en abril de 2008, ejerció su profesión y oficio de una manera profesional, exhaustiva y detallada, incluyendo la puesta en antena de “Informe Semanal”, espacio que dirige y presenta hasta 1978, la dirección de los servicios informativos en 1981, la creación de Telemadrid y la dirección durante más de quince años de Documentos TV.
Los familiares de Pedro hemos querido honrar su deseo y, además de la donación a la APM, hemos entregado partes de su archivo documental, audiovisual, de conferencias y premios al Instituto RTVE, el centro de formación, y al Centro de la Comunicación Jesús Hermida, que se abrirá en el Centro de Visitantes Puerta del Atlántico en Huelva en los próximos meses (Pedro sustituyó a Hermida como corresponsal de TVE en Nueva York desde octubre de 1978 hasta 1981).
Para Pedro, poco interesado en tener relevancia fuera de la pantalla, lo fundamental era que siguieran vivas las enseñanzas que 'impartía' y hoy forman parte del legado de uno de los periodistas más grandes en la historia de la comunicación española. Como un estudioso de los temas que captaban su atención y generoso con su tiempo y sus materiales, la colección de libros donados a la APM servirá para que su legado continúe siendo un medio de aprendizaje para aquellos interesados con el fin de que el conocimiento se propague en todas las direcciones.
*Alex Erquicia es periodista y tiene un máster en Relaciones Internacionales. Ha trabajado en Nueva York, El Cairo y Bogotá y en la actualidad está basado en Madrid. Es sobrino de Pedro Erquicia y 'alumno' suyo.
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