La FAPE desea, en primer lugar, manifestar su apoyo y solidaridad a aquellos compañeros que han perdido su empleo en los últimos meses, los que ven con inquietud y preocupación la crisis que padecen las empresas para las que trabajan y los que se encuentran en situación laboral de inestabilidad y precariedad.
Quienes trabajamos en los medios de comunicación somos conscientes de que los despidos de periodistas significan una sobrecarga laboral para aquellas plantillas que ya hoy trabajan al límite de sus posibilidades. La reducción de personal no va a significar una disminución del trabajo ni de la actividad diaria de los profesionales y de las redacciones.
La inestabilidad en el empleo, los bajos salarios, la contratación irregular, las interminables jornadas de trabajo, esto es, las condiciones laborales de los profesionales de los medios de comunicación inciden directamente en la calidad de la información que suministran a sus audiencias y lectores, es decir, a la ciudadanía. La tarea que los periodistas desarrollamos es fundamental en las sociedades democráticas y en ella están comprometidas empresas, instituciones y personas.
El lema "En pie por el periodismo" que propone la FIP debe adoptar una forma distinta en cada país, sociedad y circunstancia, debe acomodarse a las reivindicaciones no solamente de la profesión, también de la sociedad a la que pertenece, y para la cual trabaja. Ésta de hoy no es una jornada en la que los periodistas debamos sentirnos solos. Es fundamental que las empresas periodísticas secunden las acciones y adopten el lema y que, además, la ciudadanía no las observe pasivamente sino con el convencimiento de que en este envite tiene mucho en juego. Solamente una prensa libre y responsable puede sostener las necesidades informativas de una sociedad también libre y democrática.
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