La FAPE hace un llamamiento para internacionalizar la condena de la situación de los periodistas mexicanos
Hasta el ciudadano más insensible o el más escéptico ante la credibilidad de los medios informativos se queda conmocionado con el último asesinato de un periodista, esta semana, en México, que eleva ya la cifra a catorce víctimas de la violencia salvaje en los últimos doce meses.
Y ni un solo detenido. Parece que la impunidad absoluta se hubiera adueñado de aquel gran país cuando se trata de asesinar a profesionales que cumplen con su hermosa obligación de informar verazmente. Un ejemplo más de la grandeza de nuestra labor informativa.
Buen número de cabeceras mexicanas acudieron a una huelga simbólica exigiendo medidas legales y políticas para frenar esta escalada criminal. Pero tal decisión es insuficiente a pesar de su carga simbólica. En esta situación angustiosa, es preciso proclamar nuestra solidaridad con todos nuestros colegas y articular las medidas de presión necesarias para que las autoridades correspondientes no solo se limiten a garantizar el libre desarrollo informativo sino algo aún más elemental: la propia vida de los periodistas.
Creemos que corresponde también a organismos internacionales intervenir de la forma más rotunda en todas las acciones que sean convenientes. Por todo ello, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) quiere insistir en su solidaridad con los colegas mexicanos. Y hace un llamamiento en favor de esta internacionalización de cualquier campaña de condena y amparo, tanto en el continente americano como en Europa.
La FAPE se solidariza también con la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), con la que mantiene un convenio de vinculación, que ha emitido un comunicado mostrando su horror ante la situación que atraviesa el periodismo en México con motivo del reciente asesinato de Javier Valdez Cárdenas.
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