La última semana de noviembre de 2004, cuando le diagnosticaron un linfoma llamado No Hodgkin, JoséComas, corresponsal de "El País" en Alemania, comenzó a escribir su última crónica, tan sincera, mordaz e irónica como lo habían sido el resto de las que escribió desde 1976. En "Crónicas del linfoma" (Rey Lear Editores), José Comasnarra en primera persona, "en contra de mis principios periodísticos" –asegura el propio periodista en estas páginas–, la evolución del cáncer en la sangre que terminó por vencerle el 22 de marzo del año pasado.
De esta manera, le fue contando al Cuerpo Místico, integrado por sus amigos y compañeros de profesión repartidos por todo el mundo, cómo "tanto Comas como No Hodgkin" estuvieron dispuestos a "darse de hostias en una pelea a muerte". Se trataba de un combate "en el que vale todo, sin que tengan vigencia las normas de "la Convención de Ginebra", por lo que estaba dispuesto a "atacarle con armas químicas".
Su viuda, Ana Lorite,aclara en el prólogo del libro que "business as usual" ("seguir con las actividades cotidianas") era su expresión preferida. Mientras se iba "muriendo en cómodos plazos", la cotidianidad del buen periodismo hizo que Comas escribiera y mandara por correo electrónico estas crónicas con el mismo formato que las que enviaba al diario "El País".
Merced a este libro, que sirve para rendir otro tributo a Pepe Comas, ahora las "Crónicas del linfoma" no sólo las pueden seguir sus más allegados. Éstos ya le homenajearon el 23 de abril del pasado año, en un acto celebrado en el Salón de Actos Francos Rodríguez de
Crónicas del linfoma:
Rey Lear Editores
Prólogo de Ana Lorite /Epílogo de Amalia Sánchez Sanpedro
Comentarios