El número de periodistas encarcelados y secuestrados en 2020 se mantiene en máximos históricos, con cifras muy similares a las registradas el año pasado, según el Balance Anual de agresiones contra los periodistas en el mundo realizado por Reporteros Sin Fronteras (RSF).
“La libertad de prensa no vive un gran momento en el mundo. La falacia del periodista como enemigo del pueblo parece haber calado en muchas mentes, y no solo en dictaduras o regímenes autoritarios", resalta Alfonso Armada, presidente de RSF, en la introducción del informe.
En su Balance Anual 2020, RSF contabiliza 387 periodistas encarcelados por hacer su trabajo, frente a los 389 de 2019. Más de la mitad de los periodistas encarcelados en el mundo (el 61%) están en tan solo cinco países: China, Egipto, Arabia Saudí, Vietnam y Siria, lugares que vuelven a ser las cinco mayores prisiones del mundo para los periodistas.
El número de mujeres periodistas presas ha aumentado un 35%. A finales de 2020, 42 de ellas estaban privadas de libertad, cuando hace un año eran 31, recuerda RSF. Las últimas reclusas se han registrado en Bielorrusia (4), Irán (4) y China (2). Entre las periodistas detenidas en los últimos tiempos se encuentra la ganadora del Premio RSF a la Libertad de Prensa en 2019, la vietnamita Pham Doan Trang.
Los datos recogidos por los equipos de RSF y el Observatorio 19, una lista no exhaustiva, revelan que el número de detenciones e interpelaciones arbitrarias se ha cuadruplicado entre los meses de marzo y mayo de 2020, cuando el coronavirus comenzó a propagarse por todo el mundo. Entre principios de febrero y finales de noviembre de 2020, solo este tipo de infracciones representaba el 35% de los ataques registrados (frente a las agresiones físicas o las amenazas, que suponen el 30% de las violaciones registradas). Aunque la mayoría de los periodistas arrestados solo están retenidos durante unas pocas horas -o incluso unos días o semanas-, actualmente siguen encarcelados 14 periodistas en relación con su cobertura de la epidemia, según recoge el informe.
Impacto de la crisis sanitaria en la profesión
“Cerca de 400 periodistas pasarán las fiestas entre rejas, lejos de los suyos y en condiciones carcelarias que, a veces, ponen en peligro su vida”, denuncia el secretario general de RSF, Christophe Deloire. “Estas cifras también confirman el impacto de la crisis sanitaria en la profesión, además del hecho inaceptable de que algunos de nuestros compañeros pagan con su libertad la búsqueda de la verdad. También confirman que las mujeres periodistas, cada vez más numerosas en la profesión, no se libran de la represión”, resalta RSF.
En Asia, el continente donde hizo su aparición el coronavirus y en el que se han producido más violaciones de la libertad de prensa relacionadas con la pandemia, es donde se concentra la mayor cifra de detenidos por la COVID-19: 7 en China, 2 en Bangladesh y 1 en Birmania. En la región de Oriente Medio, donde varios países se han aprovechado de la epidemia para reforzar su control sobre los medios y la información, aún hay 3 periodistas en la cárcel por artículos relacionados con la epidemia de coronavirus: 2 en Irán y 1 en Jordania. En el continente africano, 1 periodista ruandés sigue encarcelado, oficialmente por “haber quebrantado las normas de confinamiento”.
El Balance Anual 2020 muestra también que actualmente hay al menos 54 periodistas secuestrados en todo el mundo, un 5% menos que el año pasado. Después de que quedase en libertad un periodista ucraniano retenido por fuerzas separatistas prorrusas en Dombás, Siria, Irak y Yemen son ahora los últimos países del mundo en los que hay periodistas secuestrados. Entre ellos se encuentran 4 periodistas yemeníes capturados por los hutíes en 2015, condenados a muerte y que viven con la mayor incertidumbre acerca de su destino.
La libertad de información en España
En la introducción del Informe, Alfonso Armada hace un profundo repaso sobre la situación de la libertad de información en España y lo que ha representado 2020 para el ejercicio del periodismo. Desde las limitaciones impuestas por el gobierno a los periodistas, denunciadas por la organización, hasta los impedimentos para captar imágenes o las dudas sobre la cifra exacta de víctimas mortales, sin olvidar la reciente creación del Consejo de Desinformación.
“En Reporteros Sin Fronteras pensamos que si no se ha tomado verdaderamente conciencia de lo que el coronavirus supone es porque hasta hace nada apenas se han mostrado sus estragos”, señala el presidente de la Sección Española de RSF. “El papel de la prensa no es proteger a la sociedad. En todo caso, si hay que protegerla de algo es de la mentira. Y del abuso de poder”.
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