Necrológica de Alejandro Fernández Pombo escrita por Manuel Núñez Encabo.
Compatibilizar ideologías y valores éticos en el periodismo es un ejercicio de difícil equilibrio y, en todo caso, los frecuentes conflictos entre ellos deben resolverse con el predominio claro de las exigencias éticas. Alejandro Fernández Pombo, como director de “YA” y siempre como periodista desde sus ideas y convicciones católicas, es un ejemplo de periodismo ejercido bajo los únicos criterios de las exigencias profesionales de la veracidad informativa y la responsabilidad ética.
Protagonista también de la trascendental etapa de la transición política de la dictadura a la democracia, Fernández Pombo fue también ejemplo de un ejercicio independiente del periodismo desde la prioritaria defensa de la convivencia plural y democrática.
En mis conversaciones con él, iba conociendo nuevos matices de la complejidad y el mérito del periodismo en el avance del proceso democrático y, siguiendo el principio de Descartes de partir de ideas claras y distintas, quedaba también más nítida para nosotros la distinción entre neutralidad e independencia periodística, conceptos que todavía hoy se confunden con frecuencia y que en momentos difíciles para la democracia la mayoría de los periodistas españoles, también Alejandro, supieron diferenciar en su ejercicio profesional.
El ejemplo español y otros de la transición democrática europea en los países comunistas inspiraron años más tarde, en 1993, hace ahora 20 años, los puntos 33 y 34 del “Código Europeo de Deontología del Periodismo” del Consejo de Europa: “En lo referente a la defensa de los valores democráticos nadie debe ser neutral […]. En estas circunstancias, los medios de comunicación tienen la obligación de defensa de los valores de la democracia”. En momentos como los actuales de grave deterioro de grave deterioro del sistema democrático, tampoco el periodismo debe ser neutral y desde su independencia debe ejercer sus obligaciones democráticas, asumiendo al mismo tiempo su responsabilidad ética.
Además de periodista, Fernández Pombo ha sido un eslabón importante de la cadena formada por cada uno de los presidentes de la FAPE para preservar la existencia y vertebración del periodismo español, principalmente a través del compromiso público ante los ciudadanos de una autorregulación ética independiente como garantía de su responsabilidad y credibilidad, bajo la autoridad moral de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo a la que pertenecía Alejandro desde su creación. Cuando en la última renovación de la Comisión me comunicó su deseo de retirarse a descansar, le rogué su continuidad como testimonio ejemplar de prestigio profesional y acreditada preocupación ética, requisitos que se exigen para ser miembro de la Comisión y que le serán reconocidos siempre.
Manuel Núñez Encabo. Catedrático. Presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo. FAPE
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