Recuerdo que, una de las cosas por las que quería terminar cuanto antes mi Licenciatura en Periodismo, era la de apuntarme en un sitio, -no sabía exactamente cual-, en el que me daban el carné de Periodista. Aquel de funda de cuero, con el que presumir antes mis amistades. Ese era el principal motivo porque entonces ser periodista era una cosa importante, era chulo. Luego me aprovecharía de los descuentos en RENFE, en los cines, … y poco más. Y el servicio médico que, con aquellos años, apenas si utilizaba. Para mí no era lo más significativo los servicios que te ofrecía la asociación, lo más importante era la conciencia de formar parte de un colectivo ilustre para la sociedad: de adquirir el orgullo de ser periodista.
Me he pasado treinta años en la universidad procurando transmitir ese orgullo a quienes se sentaban en sus aulas. Las pocas lo he conseguido, y ahí están, las muchas no lo logré y también están ahí. El espíritu utilitarista, la casi disolución del concepto de periodista, los malos referentes, las mezcolanzas profesionales, … hace que hoy ser periodista no sea tan chulo como hace unos cuantos años.
Por eso me he apuntado en la candidatura de Juan Caño. Todos sus componentes se sienten orgullosos de ser periodistas, todos tenemos las ganas, el empeño y el saber para convertir la APM en un lugar en “el hay que estar”. Evidentemente haremos todo lo posible para seguir potenciando sus servicios: médico, jurídico, formativo, … Seguiremos levantando la voz para defender a nuestra profesión, denunciaremos… Y todo lo que explicamos en el programa. Pero, yo, fundamentalmente de implicaré para lograr que el ser periodista sea tan chulo como cuando yo terminé la carrera. Quiero mostrar a todos esos jóvenes graduados que apuntarse a la APM, además de resultar útil por los servicios que presta, les va a legar el orgullo de pertenecer a esta profesión. Que sí, que ser periodista es chulo.