Carmen del Riego: ‘O nos autorregulamos o nos regulan, y todos sabemos que las normas serán más restrictivas’
Carmen del Riego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), afirmó que “o nos autorregulamos o nos regulan –refiriéndose al colectivo periodístico–; y todos sabemos que, si legislan para regular nuestra actividad, las normas serán más restrictivas que si nos autorregulamos, si dejamos de creernos dioses y empezamos a comportarnos de manera responsable”, durante la ponencia que pronunció el 10 de julio en el marco del curso de verano de la Universidad Complutense “Deontología del periodismo. Regulación y autorregulación”, impartido en El Escorial los días 9 y 10 de julio.
“Tenemos que hacer algo para salvarnos de nosotros mismos, de quienes creen que vale todo y están por encima de todo, y sobre todo de quienes entienden la información como un negocio y no como un servicio público”, añadió.
Aunque “sé que esta afirmación puede provocar discrepancias”, el ejercicio del periodismo “tiene que estar sujeto a límites, lo contrario es una afirmación falsa o, por lo menos, engañosa para los ciudadanos, a los que hay que hacerles comprender que el derecho a la información no es un bien absoluto”, apuntó Del Riego.
La presidenta de la APM consideró que las malas prácticas de algunos periodistas y de algunos medios “–sigo queriendo creer que de los menos– hacen necesarios más límites”. Y puso como ejemplo el de las escuchas telefónicas ilegales que utilizaron como práctica habitual los periodistas del dominical británico News of the World. El periódico de Murdoch lo que pretendía “en muchos casos no era que los ciudadanos estuvieran mejor informados, sino vender más”.
No obstante, si la información es veraz y de interés público –es decir, “le sirve al ciudadano para estructurar la opinión pública” y no se limita a alimentar su curiosidad–, el derecho a informar está por encima del derecho al honor o a la intimidad, según Del Riego. “En esos casos –aclaró–, los límites a la información deben ser nulos, solo, si cabe, la llamada razón de Estado o la seguridad, y poco más, y cada vez menos en una sociedad de la información como la actual”.
En opinión de la presidenta de la APM, “si la búsqueda de lo recóndito u oculto a los ojos de la ciudadanía está suficientemente motivada o justificada por el compromiso que el periodista tiene con los ciudadanos, la información debe estar por encima de todo”.
Ley de Enjuiciamiento Criminal
Durante este curso de verano, Del Riego habló de la próxima elaboración de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que prevé que los tribunales puedan ordenar a los medios de comunicación que dejen de publicar informaciones sobre un sumario: “Los periodistas nos oponemos frontalmente a esta regulación”, y reiteró que “los medios y los periodistas tienen derecho a dar a conocer al público cualquier información veraz y de interés de la que tengan conocimiento”.
En palabras de la presidenta de la APM: “Creemos que las leyes, el Código Civil y el Código Penal, son suficientes”. “Lo de ordenar que se deje de publicar algo es la demostración de una impotencia, la de evitar que haya filtraciones, o la de reclamar su responsabilidad a quienes desobedecen su deber de secreto y filtran partes del sumario, siempre intencionadamente”, lo cual, según Del Riego, sí que se debe avisar a los lectores. “Al no poder o querer actuar contra jueces, abogados y funcionarios judiciales, han decidido ir contra los periodistas. Esto siempre se ha llamado matar al mensajero, que desde el inicio de los tiempos ha sido más fácil que ir contra el poderoso”, agregó.
Malas prácticas profesionales
La presidenta de la APM también aprovechó para llamar la atención sobre determinadas prácticas profesionales, de las que pidió la reprobación de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), “porque solo con buenas prácticas nos haremos respetar”. En concreto, se refirió a la proliferación de la mezcla de información y publicidad y a malas praxis periodísticas en “off the records” y en “mudos” [reuniones a puerta cerrada en las que se permite la entrada de cámaras de televisión para obtener imágenes, pero no voz].
Del Riego sugirió a esta Comisión que, en estos casos y otros similares, pueda actuar de oficio, sin necesidad de que alguien presente una demanda. Además, cuestionó si basta con la reconvención de una resolución sobre una información concreta para salvar a la prensa de las malas prácticas de los periodistas.
Ante las sugerencias de Del Riego, Manuel Núñez Encabo, presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la FAPE, quien dirigió este curso junto con Carmen Pombo, directora de la Fundación Fernando Pombo, anunció que se está reformando el reglamento de la Comisión y también del Código Deontológico. A la espera de la aprobación de la FAPE, en esa reforma, informó Núñez Encabo, se recoge como novedad que la Comisión pueda entrar de oficio a pronunciarse sobre informaciones o asuntos relacionados con la profesión de trascendencia pública.
Asimismo, los ciudadanos podrán presentar demandas contra medios y periodistas no solo si se han visto afectados directamente por alguna información, como hasta ahora, sino también si se consideran afectados indirectamente. En cambio, en la función de arbitraje, adquirida por la Comisión en el último año, sí que es necesario que las dos partes en conflicto por la publicación de una información demanden la mediación.
DESCARGA LA PONENCIA COMPLETA DE CARMEN DEL RIEGO
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