A falta de un par de semana para abandonar el cargo -el 27 de junio-, Blair comentó que la información a tiempo real que ha llegado con las páginas de información en Internet y de canales informativos de 24 horas han acentuado la lucha de todos los medios por cuotas del mercado, lo que hace que los medios de comunicación actúen como "fieras". "Nadie quiere dejar pasar una noticia”, señaló Blair, afirmando que la pugna por cuotas de un "mercado cada vez más reducido" ha hecho que el objetivo de las noticias sea "el impacto" que tienen sobre el público, lo que es "peligroso".
Blair también señaló que la relación entre políticos y la prensa siempre ha sido difícil, pero que se había intensificado en los últimos años. El Primer Ministro británico reconoció que el hecho de que el partido laborista, tras su llegada al poder en 1997, dedicara demasiado tiempo en tratar de influir en la cobertura de los medios de comunicación contribuyó a que las relaciones entre el poder y los medios resultaran "dañadas". "Pusimos una atención fuera de lo común en los primeros días del Nuevo Laborismo en cortejar, suavizar y persuadir a los medios de comunicación", afirmó.
Dedicación que justificó haciendo hincapié en la "feroz hostilidad" que prevalecía entonces en los medios hacia el Partido Laborista, que había estado 18 años en la oposición.
Asimismo, reconoció que el que los laboristas cortejaran a los medios de comunicación alimentó una visión "cínica" de la relación entre el poder y los medios de comunicación, para lo que hizo una llamada para “reparar” esta relación. Si no, "esto reducirá nuestra capacidad para tomar las decisiones correctas para el futuro", indicó.
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