Bibliotecarios de la Junta Directiva: Mariano Perpén Lanuza, la biblioteca como ateneo en el siglo XIX

Imagen de los bibliotecarios Mariano Perpén y Ramón de Cárdenas con los miembros de la primera Junta Directiva. 'Nuevo Mundo' (1896). Fuente: Biblioteca de la APM

En la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) nos encontramos inmersos en el interesante trabajo que supone dar a conocer a los bibliotecarios que pertenecieron a la Junta Directiva de la Asociación a lo largo de su historia. Hoy nos centramos en Mariano Perpén, que fue sustituto y sucesor de Ramón de Cárdenas al frente de la Biblioteca. Así queda constancia en el acta del 30 de junio de 1896: “El señor Cárdenas dio cuenta de que se ausentaba temporalmente de Madrid, acordándose que interinamente se encargue de la Biblioteca de la Asociación Mariano Perpén”.

Nacido en 1846 en Murcia, fue un abogado de ideología republicana que dirigió en su ciudad natal La Crónica del Segura, La Tertulia, El Calamar (publicación partidaria de la candidatura al trono del duque de Montpensier) y La Violeta (revista bimensual literaria y de Bellas Artes). En Madrid se hizo cargo de El Pensamiento, Las Noticias y Los Debates. En la categoría de redactor estuvo en El Sábado, Las Noticias Ilustradas y en las agencias Europea y Express. Colaboró en varios diarios de Madrid, además de ejercer como director de la Agencia Madrileña.

Perpén fue uno de los miembros de la Junta Directiva que en abril de 1896 eligió varios modelos de dibujos, creados por el señor Ballesteros, como propuestas para el emblema de la Asociación. Uno de ellos fue aceptado por unanimidad, el que ha conservado hasta nuestros días con diferentes modificaciones.

Este cofundador de la Asociación de la Prensa de Madrid y vocal de la primera Junta Directiva presidió una delegación en el año 1899 para lograr que los periodistas no fueran sometidos a la jurisdicción militar y sí a la civil como el resto de los ciudadanos. En 1901 participó en otra comisión formada por varios asociados para la creación, en la APM, de cátedras de Historia del Periodismo, Francés, Inglés, Taquigrafía y otras materias como Electricidad y Química.

Miembro del Tribunal de Honor de la Prensa

Varios años después de su mandato, en la Asamblea de 1917, Perpén fue elegido, junto a otros cinco periodistas, miembro del Tribunal de Honor de la Prensa, por un periodo de dos años, para evitar los duelos a muerte entre periodistas, fenómeno habitual en aquel principio de siglo XX.

La Asociación nunca fue, como a veces parece, una mera asociación asistencial de recursos materiales, sino una institución de carácter cultural, con veladas literarias y musicales, como así queda reflejado en la Sesión Junta General del 14 de julio de 1900: “ya que son medio indiscutible para el mayor renombre y prestigio de la Asociación y estímulo seguro para la actividad de los asociados”. Entre los primeros conferenciantes se encontraban personajes tan ilustres como Segismundo Moret, Gumersindo de Azcárate, Germán Gamazo, Antonio Maura, Francisco Silvela, Eugenio Montero de los Ríos y Joaquín Costa.

Mariano Perpén se volcó tanto en sus funciones como vocal y bibliotecario que fue reelegido para dichos puestos anualmente en esta primera época. La Junta Directiva de la Asociación renovaba anualmente los cargos. El bibliotecario Cárdenas había ingresado como socio fundador según determinan los estatutos, al igual que su compañero Perpén, quien le sustituiría en la biblioteca en julio de 1899.

Durante su mandato, la biblioteca estaba situada en la primera sede, el Palacio del Marqués de Alcañices, en el ala derecha de la planta principal de la calle Arrieta n.º 10. Posiblemente se abrió en noviembre de 1895, adelantándose así a la inauguración oficial del mes de mayo del siguiente año, como publicaron algunos diarios de la época.

La Asociación, gracias a los primeros bibliotecarios de la Junta Directiva, procuró establecer los fundamentos de un gabinete de lectura, en el que se disponían libros y prensa extranjera y nacional para los asociados. La primera biblioteca contaba con un fondo nada despreciable de 848 ejemplares en el primer año de su constitución, debidamente clasificados y catalogados.

Así, la biblioteca de referencia quedaba dividida en diferentes ambientes, uno para el estudio y otro para la lectura de periódicos. La galería de escritorios y la biblioteca tenían entarimados, lámparas portátiles para las mesas de estudio y, como calefacción, se instaló una gran chimenea de mármol. Estos armarios para libros fueron utilizados anteriormente por la Biblioteca Nacional, que mantuvo allí su sede hasta el traslado al Paseo de Recoletos a finales del siglo XIX.

Referencia intelectual

Bajo el mandato de Mariano Perpén, la biblioteca era consultada por un grupo nutrido y selecto que no debía de exceder de los 173 asociados, los socios fundadores desde el 16 de mayo de 1895. Entre ellos cabe destacar directores de periódicos y lo más importante de la profesión periodística del momento en activo, ya que la totalidad de esta biblioteca estaba destinado a un público restringido, culto y erudito.

Desde el principio de su gestión, Perpén asentó las bases para que la biblioteca de la APM se convirtiera no solo en un lugar de reunión y consulta para los periodistas, sino también en una referencia intelectual para todo profesional de la información amante de la actualidad y las letras.  

Juan Manuel Bernardo Nieto
Archivo y Biblioteca de la APM