Luis Gabriel Pereira y Gerardo Torres Rentería. Imágenes de Facebook publicadas en la web de la FAPE
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se suma en un comunicado a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, en la repudia de los asesinatos de los periodistas Luis Gabriel Pereira y Gerardo Torres, en Colombia y México, respectivamente, ambos acaecidos la pasada semana. Además, demanda una investigación que dé con los responsables y esclarezca los motivos detrás de estas muertes y que considere la labor periodística como un posible móvil de los crímenes.
El periodista Luis Gabriel Pereira, de 25 años, fue asesinado el pasado 9 de mayo por dos personas que lo interceptaron con una motocicleta en una carretera de Ciénaga del Oro, Córdoba (Colombia) y le dispararon a quemarropa. Los responsables aun no han sido identificados y las autoridades ofrecen una recompensa por información certera sobre su identidad.
Pereira administraba una página de noticias locales en Facebook llamada Notiorense, en donde había publicado el nombre del presunto responsable de un feminicidio. Si bien su actividad periodística es reciente, no se puede descartar que su trabajo informativo fuera el motivo detrás de su asesinato, dado que son los reporteros comunitarios los que más expuestos se encuentran al peligro de informar sobre las problemáticas de sus territorios porque la gran mayoría no cuenta con herramientas de protección ni condiciones laborales seguras para llevar adelante su trabajo.
México y la violencia contra periodistas
Por otra parte, el periodista mexicano Gerardo Torres Rentería, de 59 años, fue asesinado el pasado 11 de mayo por un grupo armado que entró en su casa, ubicada en la colonia Icacos, en el Puerto de Acapulco (México). Una vez dentro le dispararon en múltiples ocasiones hasta matarlo. Por el momento, se desconoce si el reportero tenía amenazas previas en su contra, ni se sabe cuál es la motivación detrás del crimen.
Torres Rentería había sido reportero y camarógrafo en Telemundo y corresponsal de TV Azteca y la agencia Reuters. Si bien estaba retirado formalmente de la actividad periodística, algunos portales mexicanos indican que continuaba trabajando como comunicador para medios locales.
Este crimen vuelve a colocar a México en el centro del debate sobre la violencia contra trabajadores de los medios de comunicación en uno de los países más violentos del mundo para el ejercicio del periodismo. La libertad de expresión y el derecho a la información se deterioran significativamente con cada nuevo caso, por lo cual se hace necesaria la implementación urgente de medidas preventivas y de protección que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores de prensa en ese país, según concluye el comunicado.
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