La FAPE participa en el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus y en reconocimiento a la sociedad
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha estado presente en el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus y en reconocimiento a la sociedad, celebrado en la Plaza de la Armería del Palacio Real bajo la presidencia de los reyes Felipe VI y Letizia, a los que acompañaron sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
La secretaria general de la FAPE, María Jesús Chao, ha asistido al acto, junto a directivos de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión y la Academia Española de la Radio, en representación de los periodistas españoles, un colectivo cuyo trabajo se ha reconocido como un servicio público de primera necesidad durante la pandemia.
La FAPE es la primera organización profesional de periodistas de España con sus 49 asociaciones federadas y 17 vinculadas, que en conjunto representan a cerca de 19.000 periodistas.
Al homenaje han acudido alrededor de 400 asistentes, todos ellos sentados en círculos concéntricos en torno a un pebetero cuya llama votiva simbolizaba a las personas que han perdido la vida por efecto de la COVID-19.
En la plaza de la Armería, estaban el Gobierno en pleno, líderes de los principales partidos políticos (a excepción de Vox, Bildu, la CUP y ERC), todos los presidentes autonómicos, todos los expresidentes de Gobierno, salvo Felipe González y representantes de instituciones europeas y de las altas instituciones del Estado.
También asistieron familiares de personas fallecidas a causa del coronavirus y delegados de los trabajadores que han estado en primera línea durante la pandemia y de la sociedad civil, la prensa entre ellos.
En cumplimiento de su función de servicio esencial, los periodistas, al lado de otros colectivos, no han dejado de trabajar, tanto dentro como fuera de sus casas, en la cobertura de la pandemia, en ocasiones arriesgando sus vidas. Varios periodistas han fallecido a causa del virus.
El de hoy [16 de julio] será un día “que conservaremos en nuestra memoria y quedará grabado en nuestros corazones”, ha dicho en su intervención Felipe VI, “un día en el que rendimos homenaje a miles de ciudadanos que han perdido la vida”, pero en el que también se ha ensalzado a «miles de ciudadanos cuyas conductas han sido el mejor ejemplo de los valores cívicos y morales».
El rey ha transmitido a los familiares de los fallecidos su «profundo pesar y consuelo más sincero», y ha tenido palabras especialmente para los más mayores, que han muerto después de «trabajar duro para salir adelante y con una gran ilusión por alcanzar el progreso para sus hijos», y para quienes «tenían todo un futuro por delante» y han dejado «en sus familias un inmenso vacío en el alma, y una gran pena en toda la sociedad». El homenaje, ha reconocido, no puede paliar el dolor de las familias, pero sí «hacer justicia a su vida» y a su contribución a la sociedad.
El jefe del Estado ha hecho alusión a «la determinación frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español» y ha llamado a los españoles a unir todo su esfuerzo y empeño «para poder mirar hacia el futuro con confianza y con esperanza» y a hacerlo «desde el respeto y el entendimiento».
«Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico», ha dicho Felipe VI, «la obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos, y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia».
En el acto, cuyo momento más emotivo ha sido la ofrenda floral con rosas blancas durante la que se ha escuchado el “Adagio para cuerdas”, de Samuel Barber, interpretada por la Orquesta y Coro de RTVE, han intervenido también Hernando Calleja, hermano del periodista José María Calleja, fallecido a consecuencia del coronavirus, y Aroa López, enfermera supervisora del servicio de Urgencias del Hospital Vall D’ Hebron de Barcelona.
Hernando Calleja ha recordado a todos los fallecidos por la COVID-19, “una ejecutora fría, cruel y destructora” y ha pedido que nadie les olvide, ya que “la memoria es un deber”. “Hoy, simbólicamente, nos despedimos de padres, madres, hijos, hermanos o amigos” , ha dicho, “que descansen en paz y queden en la memoria de todos, en la memoria de España”.
Por su parte, Aroa López, en representación de sus compañeros sanitarios pero también de todos los trabajadores que han estado en primera línea a lo largo de esta crisis, ha asegurado que se han sentido impotentes frente a la pandemia. “Hemos dado todo lo que teníamos y hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas”, incluso, “muchos compañeros tuvieron que dar la vida para ello”.
La enfermera ha agradecido “de corazón” los aplausos que cada tarde les brindaban los ciudadanos desde sus ventanas y balcones y les ha pedido que no olviden “nunca la lección aprendida” y que cumplan las recomendaciones sanitarias.
El homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus y en reconocimiento a la sociedad ha finalizado con un minuto de silencio por parte de los asistentes, después de que el actor José Sacristán recitara el poema “Silencio”, de Octavio Paz.
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