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Kovach y Rosenstiel y la objetividad en el periodismo, en tiempos de desinformación

18/11/2020

19:16

Escrito por: Sergio J. Valera

José Francisco Serrano Oceja, Nemesio Rodríguez y Javier Mayoral debatieron sobre "El papel de los medios en la objetividad y su influencia en la opinión pública".

“La objetividad apela a la necesidad de que los periodistas elaboren un método consistente de verificación de información –una forma de aproximarse a los hechos de modo transparente– para que los aspectos personales o culturales no interfieran en la veracidad de las noticias”. Así lo requerían los periodistas Bill Kovach y Tom Rosenstiel en su célebre libro “Los elementos del periodismo”. Y este modelo de objetividad es en el que coincidieron en apostar los tres intervinientes del debate “El papel de los medios en la objetividad y su influencia en la opinión pública”, organizada por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) el 18 de noviembre: Nemesio Rodríguez, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y directivo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM); José Francisco Serrano Oceja, archivero bibliotecario de la APM y profesor titular de la profesor titular de Periodismo en la Universidad CEU San Pablo, y Javier Mayoral, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

En la línea de lo defendido por los mencionados periodistas estadounidenses, Nemesio Rodríguez afirmó que “la objetividad nació ligada a la necesidad de la verificación, que es la clave de lo que los medios deben hacer para combatir la desinformación”. “Los medios solo podrán sobrevivir con periodismo de calidad, y solo de esa manera se recuperará la confianza de los ciudadanos y, de paso, la capacidad para generar la opinión pública”, aseguró, poniendo para ello como condición sine qua non que los medios de comunicación dejen de hacer seguidismo de las redes sociales y recuperen la agenda mediática. “La conversión de la información en ruido es la más radical transformación del papel del periodista, desprestigiando el valor de la objetividad, especialmente en lo relativo a la veracidad”, añadió.

Igualmente, José Francisco Serrano Oceja recordó algunos de los consejos aportados por Kovach y Rosenstiel en su obra, quienes hicieron constar su preocupación por la pérdida de objetividad y la falta de reflexión sobre este concepto: “nunca añadas nada que no esté, nunca engañes al lector, sé lo más transparente posible sobre tus métodos y motivos, confía en tus propias investigaciones y haz profesión de humildad”. Estimó que “los periodistas tenemos un problema con la verdad”, no con la objetividad, sino “con la verdad periodística”. “Estamos en permanente búsqueda de la verdad periodística. La verdad en periodismo es un dato que nos viene dado, no la creamos nosotros”, dijo. Asimismo, “los periodistas trabajamos entre hechos y valores”, reflexionó, citando la clásica dicotomía hechos/valores de la ley de Hume. Para resolver estas dificultades, el directivo de la APM también se apoyó en el periodista estadounidense Walter Lippmann, quien proponía el acercamiento del periodismo al espíritu científico y consideraba que la profesión periodística debía aspirar a una unidad metodológica en su ejercicio cotidiano, especialmente en sus procesos productivos.

Por último, Javier Mayoral reconoció que, de entrada, el término objetividad “aboca a una batalla de antemano perdida”, dada la imposibilidad de alcanzarla en plenitud debido a la subjetividad que define a cualquier persona, de la cual no están exentos los periodistas por el hecho de serlo. No obstante, “la objetividad del periodismo no tiene que ver con la subjetividad del periodista, sino con el proceso y el método de su trabajo”. Para el profesor de Redacción Periodística y premio Larra de la APM, la aceptación del concepto de la subjetividad del periodista no debe redundar en ningún caso en que se acepte igualmente la manipulación informativa. Así, lamentó “la naturalidad” con la que algunos periodistas y ciudadanos “han asimilado el periodismo y la manipulación”. “La manipulación no es equivocarse, es equivocarse a sabiendas”, remató.

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