Covadonga Porrúa, presidenta de la Asociación de Periodistas de Almería: “Solo tenemos un camino posible para recuperar el puesto que nos corresponde en la sociedad, siendo honestos, leales, valientes y comprometidos”.
“Honestos con la verdad, aunque podamos equivocarnos. Leales con los ciudadanos que nos leen, nos oyen o nos ven, y a los que nos debemos. Valientes para ser capaces de trepar por muros, cada vez más altos. Y comprometidos, claro, con los ciudadanos. Sin ese compromiso, nuestro trabajo no tiene valor. No sirve de nada”. Con este llamamiento, la presidenta de la Asociación de Periodistas de Almería (AP-APAL), Covadonga Porrúa, rubricaba el acto del LXXXIII aniversario de la fundación de la asociación de la prensa almeriense y el Día de la Libertad de Prensa, que tuvo como colofón la entrega de los Premios Libertad de Expresión al periodista Gervasio Sánchez Fernández y al periódico “La Voz de Almería”, por sus 75 años de vida.
Un acto “emotivo y sencillo”, como lo definió Gervasio Sánchez, celebrado el 9 de mayo, en el Centro de Cultura Cajamar con asistencia de más de un centenar de personas, según informa la APM-APAL en una nota. Porrúa definió el panorama periodístico como desalentador -11.000 periodistas españoles que han perdido su trabajo, cierre de medios públicos y privados, ruedas de prensa con más convocantes que informadores y sin posibilidades de preguntar, casi nadie para contar las cosas de la calle, noticias uniformadas, más oficialistas que nunca y sillas vacías en las redacciones- para llegar a la autocrítica: “Cuando permitimos que nos atenace el miedo a perder el trabajo… que una noticia de portada no salga en ella o algo que es noticia se publique, porque lo pagan… solo tenemos un camino posible para recuperar el puesto que nos corresponde en la sociedad, siendo honestos, leales, valientes y comprometidos”.
En su intervención, Porrúa Rosa tuvo palabras de reconocimiento y recuerdo para Yirgalem Fisseha, periodista eritrea que sufre encarcelamiento desde 2009 y que es apadrinada de la Asociación de Periodistas de Almería. Destacó el papel de los homenajeados y galardonados y a todos pidió un compromiso con las buenas prácticas y la ética.
Galardonados
Durante el encuentro, fueron homenajeados los asociados María Asunción Quirós, Antonio Ramírez, Ana Almansa y Pedro Manuel de la Cruz, por sus veinte años de permanencia en la AP-APAL. Recibiendo cada uno la reproducción del monumento a la Libertad de Expresión que se alza en la plaza de los Periodistas de Almería.
Una placa especial reconocía a Pedro Manuel de la Cruz Alonso sus 26 años al frente de la dirección de “La Voz de Almería”, el decano de los periodistas españoles que rigen los destinos de un periódico. Visiblemente emocionado agradeció el galardón que le producía una gran “satisfacción”, más al tener lugar en su tierra y promovido “por los colegas”.
A continuación, se impuso el escudo de oro de la asociación a los nuevos socios vitalicios José Martínez Socías, Rafael García Villegas y al fotoperiodista José Juan Mullor Mullor, quien tuvo un emotivo recuerdo para su padre, Pepe Mullor Escamilla, del que aprendió el oficio y “fue auténtico maestro” para él.
También se entregaron los premios Libertad de Expresión. Antonia Sánchez Villanueva, en nombre de “La Voz de Almería”, recibió el premio Libertad de Expresión concedido al diario por su trayectoria y como reconocimiento a los casi quinientos trabajadores que han pasado por sus instalaciones.
También recibió el premio el periodista independiente especializado en conflictos armados, Gervasio Sánchez. Sánchez, desde su experiencia profesional de tres décadas, no se resistió a la autocrítica “en un acto de defensa de la libertad de expresión”: “Ser periodista es muy complicado en los tiempos que corren. Es un oficio muy duro porque resulta difícil compaginar la vida profesional y familiar”, dijo. El galardonado, que considera al periodismo en un país democrático tan importante como la educación y la sanidad, destacó que “en España se hace un mal periodismo”, porque, entre otras cosas, no lo permiten los más de 10.000 puestos de trabajo desaparecidos, la saturación desorbitada de facultades de periodismo –“salen miles de jóvenes sin ningún futuro”, destacó-, la crisis económica y social…Todo ese conglomerado “hace que el sector sea el más castigado”. Gervasio Sánchez incidió en la necesidad de “vigilar al poder político y económico”, reflejando en sus palabras que el periodismo más difícil de ejercer, no es precisamente el de conflictos, sino el local, el cercano. “El no ejercer el periodismo con rigor”, como está ocurriendo, “produce un duro impacto en la sociedad”, manifestó. Finalmente, tras destacar que los medios nacionales “están tocados, en manos de los bancos”, abogó por “recuperar los momentos históricos de la prensa tras la muerte del dictador”, una apuesta seria por el auténtico periodismo democrático.
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