Fernando G. Urbaneja: ‘El principal problema no es tener información, sino saber distinguir y ponderar’
En el momento actual de sobreinformación y en el que abundan las noticias falsas, “la profesión necesita de artesanos, profesionales preparados, experimentados, independientes, libres, es decir, de periodistas”, señaló Fernando González Urbaneja, impulsor de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo y expresidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
En la masterclass titulada La autorregulación de la profesión periodística, el código deontológico y la Comisión de Quejas, el periodista defendió en la Universidad San Pablo CEU el ejercicio del periodismo sin olvidar “las reglas tradicionales del oficio” y destacó la importancia de acercarse a la objetividad y ser ponderado. “Es cierto que no hay neutralidad pura ni objetividad, pero hay que huir de la subjetividad y aproximarse a la objetividad o neutralidad", comentó González Urbaneja. Al respecto, defendió que en un contexto de abundancia de información, “el principal problema que tenemos no es tener información, sino saber distinguir y, para saber distinguir, hay que saber ponderar”. De tal manera, añadió que igual que “conviene eliminar todo lo posible la subjetividad, hay que ponderar el peso, el volumen y la solvencia de cada una de las partes”.
Comisión deontológica del periodismo
Fernando González Urbaneja defendió la idea de ejercer el periodismo de forma profesional basado en la búsqueda diligente de la verdad, verificando, con trasparencia y con escepticismo. Asimismo, advirtió de la exigencia de ética: “Me irrita que cada medio no tenga su manual de ética o libro de estilo”. Además, añadió que él siempre ha sido participe de que “debía formar parte de los contratos”. En este sentido, avisó autorregularse tiene tres problemas o exigencias: “que los autorregulados quieran autorregularse; que haya alguien independiente ajeno que determine cómo se ejerce esa autorregulación y que las decisiones de ese ente tengan consecuencias, aunque solo sea la consecuencia de que sea pública y conocida”, defendió.
En España, contó, no fue hasta noviembre de 1993 cuando en una Asamblea de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España se propuso “crear un mecanismo de autorregulación y se elaboró un código deontológico, que establecía que hubiese una comisión que lo regulara”. En ese momento, dijo González Urbaneja, no fue posible su creación a nivel nacional “por la extraordinaria resistencia de los editores”. Años más tarde, en 2004 con Fernando González Urbaneja al frente de la FAPE, se logró poner en marcha la creación de lo que se denominó inicialmente Consejo Deontológico bajo la presidencia de Antonio Fontán. La que ahora se denomina Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo quedó formada “por juristas con reputación y experiencia en materia de libertad de expresión; dos catedráticos de universidad con formación jurídica y en materia deontológica, personas de la sociedad civil, y dos periodistas. De tal manera que no hubiese ni mayoría de juristas ni mayoría de periodistas”, detalló. En la actualidad, dicha Comisión la forman doce personas, y emite resoluciones “que marcan criterios de buena práctica e informes sobre temas de interés”.
A pesar de ser el impulsor, González Urbaneja confesó ser escéptico con el éxito de dicho organismo “porque ninguno de los autorregulados quiere ser autorregulado. A todos ellos solo les interesa cuando les viene bien”. A pesar de este recelo, señaló que “es muy importante que exista porque es un testigo, un faro y una referencia”. El periodista encomendó a los alumnos, como parte de la nueva generación de profesionales, construir una profesión que hoy se encuentra “muy destruida, con unos grados de precariedad y de maltrato que no tienen precedentes”. El periodista les dijo que van a ser “protagonistas de un nuevo amanecer”, donde será importante “disponer de un marco de referencias deontológicas permanentes que os sirvan para el ejercicio profesional en el futuro”.
González Urbaneja estuvo acompañado por el secretario general de la APM y presidente de la Comisión de Formación y Empleo, Alfonso Sánchez, quien explicó el papel de la asociación y su valor ante “un panorama que tiene expectativas abiertas” y que es mejor afrontarlas juntos. Sánchez explicó a los alumnos la figura del preasociado y destacó algunos servicios que ofrece la asociación, como la formación, la Bolsa de Empleo, el Archivo y Biblioteca, así como el asesoramiento fiscal y contable para autónomos. Como novedad, señaló el secretario general de la APM, está previsto que los preasociados reciban un carné acreditativo a partir de enero de 2018.
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