Esta sentencia anula la del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que daba la razón a la empresa al reconocer la facultad del editor al considerar que los periodistas que trabajan en el medio deben ajustarse a la línea editorial del medio para el que trabajan.
La empresa justificó la decisión de impedir la colaboración de Francisco Frechoso en otro medio al justificar que los periodistas que cobran un complemento de dedicación exclusiva no pueden colaborar en ningún otro medio sin la autorización previa de la empresa.
Una media que afecta a más periodistas de El Mundo pero que sólo le fue aplicada a Frechoso después de criticar la línea editorial del periódico en la tertulia televisiva.
Según la sentencia, existen indicios de que la decisión de la empresa vulneró el derecho a la libertad de expresión y aprecia la conexión temporal entre las opiniones del periodista en “La mirada crítica” y la posterior decisión de la empresa de impedirle seguir colaborando en el espacio televisión.
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