Celebrado el coloquio 'El poder contra la prensa', ante 'la merma de las libertades y la invasión de los poderes públicos en el periodismo'

Momento del coloquio 'El poder contra la prensa'. Foto: APM

Tras la emisión en directo del programa Las tardes de RNE de Lourdes Maldonado ayer, 6 de mayo, el Salón de Actos de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) acogió también la tercera edición del Foro Libertad de Prensa organizado por la Cátedra Vargas Llosa, con la colaboración de la APM.

En esta ocasión, el tema elegido para el debate fue “El poder contra la prensa”; y para hablar sobre ello fueron convocados los periodistas Nacho Cardero, director de El Confidencial; Ignacio Cembrero, excorresponsal en el Magreb, perseguido judicialmente por Marruecos, y colaborador habitual de El Confidencial; Xavier Colás, corresponsal de El Mundo recientemente expulsado de Rusia; Alessia Putin, abogada, profesora y autora del libro Cancelación. Manual contra la dictadura de la ideología, el pensamiento binario y el odio político y Juan Carlos Jiménez Redondo, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales en la Universidad San Pablo CEU, que actuó como moderador del debate.

María Rey, durante la presentación del acto. Foto: APM

Inauguró el acto la presidenta de la APM, María Rey, quien subrayó la necesidad e importancia de abrir estos foros de debate e insistió en que los profesionales de la información “somos los primeros preocupados por esta avalancha de bulos, que siempre han existido, pero que hasta ahora no tenían esa capacidad de difusión que tienen ahora con las redes sociales”.

Haciéndose eco de las palabras de la recién fallecida periodista y expresidenta de la APM, Victoria Prego, aseguró que la solución no es otra que hacer periodismo “del de toda la vida, que es: ir escuchar, observar, analizar, documentarse, contrastar y contar”. En palabras de María Rey, "necesitamos un periodismo de calidad, con periodistas pagados y respetados”. Para concluir insistió en que no son necesarias leyes para regular el ejercicio del periodismo, “démosle poder a quienes ya están certificando, que son las agencias de verificación y la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo. Este oficio no puede ser juzgado desde ningún poder político”, aseveró.

Momento crítico

Nacho Cardero y Xavier Colás. Foto: APM

Durante su intervención, Nacho Cardero reconoció que en el momento actual “ejercer el periodismo jamás ha sido tan complicado. Vivimos una situación de alerta informativa constante, la desinformación campa a sus anchas y la irrupción de nuevas tecnologías también lo dificulta. Los valores también están cambiando, el fin justifica los medios y hay una crisis profunda de la ética”, subrayó.

Hay otro punto preocupante, según Cardero, y se trata de "la merma de las libertades, la invasión de los poderes públicos en el periodismo". “Y eso me parece muy grave y más, si cabe, su apoyo por parte de un sector de la sociedad civil y algunos medios". A lo que se une, según el director de El Confidencial, la crisis de las empresas periodísticas. “Para que un medio sea viable tiene que ser independiente económicamente”, dijo. E ilustró el cambio que se está produciendo en el ejercicio del periodismo relatando un hecho: “El periodismo debe ser crítico con el poder; y yo, como director, siempre evaluaba la calidad del periódico por el número de llamadas que recibía. Ahora ya no se producen tantas llamadas, no porque no haya presiones, que las hay, sino que la presión se produce a través de las redes, que hace que los periodistas se autocensuren”. No obstante, quiso dejar patente que, por todo esto y también por la irrupción de las nuevas tecnologías, “el periodismo hoy es más necesario que nunca”.

Democracia de las emociones

Alessia Putin y Nacho Cardero. Foto: APM

Por su parte, Alessia Putin explicó cuáles son los  elementos que utiliza el poder para conseguir sus fines. A su juicio, son cuatro, fundamentales para entender la relación entre el poder y la prensa: la “emocracia” (democracia de las emociones); la intoxicación informativa, a la que estamos sometidos por la redes sociales; la mentira oficial, y los verificadores. “Y todo ello tiene que ver con el funcionamiento de nuestro cerebro cuando tomamos decisiones políticas, que funciona por emociones, y los políticos utilizan estas emociones para polarizarnos y para conseguir el voto”.

Sobre los verificadores, planteó la cuestión de quién verifica al verificador. Y preguntó si tenían también una línea editorial, como los medios de comunicación. “Hoy echo en falta muchas verificaciones de bulos, de medios de comunicación y del Gobierno. Hay que potenciar que estos verificadores hagan su trabajo", pidió.

Quiso terminar también su exposición con una frase de Victoria Prego, quien dijo que “la convicción democrática de los líderes políticos se mide por su respeto a la prensa”.

Desinterés por la democracia

Xavier Colás e Ignacio Cembrero. Foto: APM

Xavier Colás relató que sus doce años en Moscú le han servido para entender mejor la España actual; y que lo que ha ocurrido en Rusia desde los años 90 pudiera ocurrir también aquí y en otros países. “Las democracia se pueden morir por aburrimiento, fruto del desinterés de la gente. En Rusia surgió la idea de que tenían que regular la libertad para no hacerse daño, y que los medios de comunicación mentían”, afirmó. Y añadió: “Se trata de destruir nuestra conexión con los hechos: los periodistas mienten, los jueces no son fiables. En Rusia empezaron a pensar en que los partidos fallaban, que las elecciones eran inútiles. Por eso hay que tener cuidado con el ‘no es para tanto’. Porque en Rusia se puede leer cualquier cosa, pero no publicar cualquier cosa”.

Para Colás, cuando un gobernante muestra una gran preocupación por las mentira, en realidad está preocupado por la verdad. “Todos los Gobiernos persiguen la verdad. Tenemos una democracia de calidad, pero nos la podemos cargar”.

Legislación de los medios de comunicación

De izda. a dcha.: Alessia Putin, Nacho Cardero, Xavier Colás e Ignacio Cembrero. Foto: APM

En su turno, Ignacio Cembrero hizo una serie de sugerencias al Gobierno para que la prensa pueda mejorar. “Necesitamos una auténtica ley de transparencia, porque la que hay no tiene un régimen sancionador, si se niegan a dar la información”. También, agregó, una ley de propiedad de los medios, que "sepamos quiénes son los verdaderos propietarios", y otra sobre publicidad institucional. “Estaría bien que supiéramos a quien va esa publicidad y con qué criterios y también una nueva ley de secretos oficiales”. Por último, en su opinión, debería transponerse ya la directiva europea aprobada en febrero de este año que pretende poner coto al acoso judicial de las instituciones o empresas a los medios de comunicación y prevé sanciones para los demandantes abusivos.

Vista del salón de actos durante la presentación de María Rey. Foto: APM

Cembrero describió también la situación en que está la demanda civil por “acción de jactancia” que le interpuso el Reino de Marruecos. “Se supone que yo me he jactado de haber sido expiado por Marruecos”. “He recibido apoyos de la profesión, de las asociaciones de la prensa, pero no del Partido Socialista”, lamentó.

Asimismo, Juan Carlos Jiménez quiso puntualizar que en el artículo 20 de la Constitución están recogidos los límites de la libertad de prensa perfectamente. E insistió en que “hay un secreto para hacer buena prensa: tener buenos periodistas. Si los hay, el futuro del periodismo está asegurado”.

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