La decisión del presidente Chavez ha provocado numerosas manifestaciones de apoyo a la CRTV y a favor de la libertad de expresión, produciéndose incidentes en algunas de ellas, en las que la policía intervino lanzando gases lacrimógenos contra los manifestantes, en su mayoría universitarios.
El ministro del Interior, Pedro Carreño, ha asegurado que estas protestas forman parte de un “presunto plan opositor” que pretende utilizar el caso de RCTV como “filón para atentar contra la paz y la seguridad ciudadana y del Estado”. Por su parte, el ministro de Comunicación e Información, William Lara, amenazó con demandar a aquel que hable del cierre porque no se ha cerrado ningún medio. “Lo único que se ha hecho es no renovar una concesión”.
El presidente de CRTV, Marcel Granier, no descartó la posibilidad de seguir emitiendo con otra tecnología, aunque afirmó que “el gobierno está presionando a las empresas de cable y satélite para que nos saquen del aire”. Asimismo, aseguró que “la democracia y la RCTV regresarán a Venezuela”.
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