Los colegios de periodistas creen que las campañas electorales son un estado de excepción informativo

La precaria situación habitual del derecho de la ciudadanía a la libertad de información y del derecho de los periodistas a realizar su trabajo sin trabas e imposiciones se agrava durante las campañas electorales. La principal medida de esta especie de estado de excepción es la imposición de los bloques de información electorales en los medios audiovisuales.

Tal y como los colegios vienen sosteniendo en los recursos que han interpuesto en distintas instancias judiciales, y como se ha reiterado en el reciente manifiesto No todo lo que es legal es justo: no a los bloques electorales, impulsado por el Col.legi de Periodistes de Catalunya, anular los criterios profesionales a la hora de informar sobre las elecciones no es sólo un problema entre periodistas y políticos, es un conflicto que afecta la columna vertebral del sistema democrático.

La Comisión Gestora del Consejo General de Colegios de Periodistas, que integra a las organizaciones colegiales de Cataluña, Galicia y Murcia, considera que este es el más claro ataque al derecho a la información, pero no el único. Los debates políticos no son una prerrogativa de los partidos políticos, duelos electorales pactados por los equipos de campaña que permiten o impiden que se celebren, dónde y en qué condiciones. Son un derecho de la ciudadanía y un método para que los electores conozcan las propuestas de las distintas opciones. Son los medios de comunicación los que tienen que organizarlos, y la prerrogativa de los candidatos es aceptarlos o no.

Asimismo, los partidos políticos tienen que garantizar el libre acceso de los medios, particularmente a las cámaras de televisión, a sus actos y mítines, independientemente de que faciliten señal realizada o grabaciones de vídeo de los mismos. Cuando un canal de televisión emita imágenes facilitadas por un partido político, deberá indicar a los espectadores cuál es su origen.

Los actos “informativos” en los que no se permiten preguntas son inadmisibles siempre, y con mucha mayor razón en una campaña electoral. Si durante quince días las únicas declaraciones de los candidatos son discursos unidireccionales, sin posibilidad alguna de contraste por parte de los periodistas, sean los integrados en las “caravanas” o no, la ciudadanía no recibe información, sino propaganda no regulada, en la que los periodistas no son intermediarios, sino figurantes.

Precisamente eso, identificar la información en el océano de propaganda que constituye una campaña electoral, y transmitírsela a la ciudadanía, es la misión de los periodistas.

Madrid, 3 de noviembre de 2011

Remitido por la Comisión Gestora del Consejo de Colegios de Periodistas