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'Nuestro deber es pedir investigaciones y exigir justicia para los periodistas asesinados'

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02/11/2022

18:02

Escrito por: APM

La APM ha inaugurado en su sede un mural permanente “in memoriam” de los informadores asesinados desde la llegada de la democracia.

Familiares de los informadores asesinados posan ante el nuevo mural permanente. Foto: Miguel Berrocal / APM

Con motivo del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha celebrado hoy, 2 de noviembre, un homenaje a los informadores españoles que fueron asesinados en el ejercicio de su profesión. El acto ha contado con la participación de numerosos familiares, amigos y compañeros de los profesionales a los que se les ha rendido tributo.

Asimismo, la APM ha instalado en el hall de entrada a su sede por la calle de Claudio Coello un mural permanente in memoriam de los quince profesionales de la información que, desde la llegada de la democracia, han perdido la vida defendiendo la libertad de expresión. La lista la conforman José María Portell, asesinado el 28 de junio de 1978; Luis Espinal, el 22 de marzo de 1980; Juantxu Rodríguez -que precisamente hoy hubiera cumplido 65 años-, el 22 de diciembre de 1989; Jordi Pujol Puente, el 17 de mayo de 1992; Luis Valtueña, el 18 de enero de 1997; José Luis López de Lacalle, el 7 de mayo de 2000; Miguel Gil Moreno, el 24 de mayo de 2000; Santiago Oleaga, el 24 de mayo de 2001; Julio Fuentes, el 19 de noviembre de 2001; José Luis Percebal, el 11 de febrero de 2002; Julio Anguita Parrado, el 7 de abril de 2003; José Couso, el 8 de abril de 2003; Ricardo Ortega, el 7 de marzo de 2004, y David Beriain y Roberto Fraile, el 26 de abril de 2021.

De izda. a dcha.: Mayte Carrasco, Juan Caño y José Antonio Guardiola. Foto: Miguel Berrocal / APM

Servicio a la verdad

Juan Caño, presidente de la APM, abrió el homenaje instando a los distintos Gobiernos y autoridades “a que activen todos los mecanismos posibles para acabar con la inaceptable situación de crímenes que quedan impunes. Los autores materiales y los autores intelectuales de esos crímenes deben ser enjuiciados, después de que se hayan realizado investigaciones independientes y transparentes”.

Caño afirmó que los quince homenajeados, “jóvenes, intrépidos y brillantes que tenían toda una prometedora carrera por delante”, murieron “en acto de servicio a la verdad, arriesgando su vida hasta perderla para contar la dramática verdad de lo que acontecía en los lugares donde ejercieron nuestra hermosa profesión periodística”.

“En los estatutos de la APM -prosiguió su presidente- figura como objetivo fundamental la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad para poder expresarla. Quienes hoy reciben nuestro homenaje han ejemplarizado esos objetivos”.

Presentado por Mónica Tourón, secretaria general de la APM, en el acto intervinieron Mayte Carrasco, corresponsal de guerra, directora de The Big Story Films e integrante de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras, y José Antonio Guardiola, reportero de RTVE, quien aseguró que “nuestro deber como periodistas es pedir investigaciones y exigir justicia. Los homenajeamos no porque los asesinaron, sino porque son muy grandes en su trabajo”.

Guardiola aprovechó para pedir al Ayuntamiento un monumento a estos profesionales: “Quiero que exista un lugar en el que poder recordar la grandeza de estos seres queridos y ausentes, en el que una vez al año se reúnan a recordarles los familiares y los estudiantes de Periodismo, y que se sepa lo que han logrado: que el mundo sea un poco menos injusto”.

Momento del homenaje a los informadores asesinados. Foto: Miguel Berrocal / APM

Reporteros valedores del oficio

Por su parte, Mayte Carrasco habló de la generación de reporteros de guerra a la que pertenece, “la que no tuvo salario, la que ha sido y es freelance y la que le tocó buscarse la vida para cubrir conflictos practicando malabarismo laboral, lo que requería de mucha fe”. Por ello, la calificó como “la generación de los constantes, de los tercos y de los creyentes”.

Para la reportera, esta generación es “oxígeno para un oficio que, tal y como se conoció en el siglo pasado, está en vías de extinción. En muchos casos, los compañeros que se han ido y los que quedan son los valedores de un oficio que no es del todo comprendido ni valorado: el periodismo hecho sobre el terreno, con honestidad y con ética”. “Este reporterismo nuestro es más necesario que nunca -concluyó-, porque la población necesita información veraz para ser libre y tomar libres decisiones”.

El acto continuó con la emotiva intervención de los familiares y amigos de los homenajeados, que recordaron cómo vivían su profesión, cómo encaraban cada una de sus misiones y cómo su legado sigue vivo.

El homenaje culminó con la actuación del violonchelista Álvaro Vázquez, que interpretó El canto de los pájaros, de Pau Casals, mientras se proyectaba el vídeo In memoriam con imágenes de los quince informadores que dieron su vida por la libertad de expresión.

 

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