La Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE) celebró el 21 de marzo un encuentro digital en el que ha participado la presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, María Rey, para abordar un tema trascendental en el panorama político y social: la convivencia y el diálogo.
El clima polarizado y la crispación que se vive en la política y en la sociedad fue objeto de análisis de los participantes en este debate, al que también estaban convocados el letrado del Consejo de Estado y director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, y la periodista y responsable de Comunicación en la Fundación Pablo VI, Sandra Várez, que actuó como moderadora.
Para la presidenta de la APM, “siempre hubo crispación, no es algo nuevo. El problema es que ahora todo está amplificado por las redes sociales, así se produce un bucle abierto 24 horas, siete días a la semana, y eso daña la convivencia, la confianza en los pilares básicos de la democracia y la alternancia de partidos”.
Sobre la responsabilidad de los medios y los periodistas en esta peligrosa tendencia, María Rey afirmó "que no puedes impedir que cada periódico publique lo que sea, pero sí puedes exigir a los periódicos que sean responsables de lo que publican, que no amplifiquen o deformen los hechos”. No obstante, hizo hincapié en que el panorama actual de los medios, que están viviendo una profunda crisis económica, les resta voz e influencia: “Hubo un momento en que los medios podían plantarse -subrayó-, pero la falta de publicidad y el paso precipitado de lo analógico a lo digital ha fomentado la precariedad, y la precariedad incide en la calidad. Hemos caído todos en una dinámica de hacer productos mucho más baratos, porque hay que sostenerse como sea".
Debate ficticio
¿Dónde situar el límite de la noticia? A esta pregunta, la presidenta de la APM respondió que es un tema delicado, porque "estamos alimentando un debate ficticio, ajeno a lo que la sociedad necesita, y dañino para la profesión y para la sociedad. Parece que ahora siempre hay que estar en alguna de las trincheras. Es una batalla, a veces, perdida”.
Asimismo, insistió en que hay que seguir apostando por la calidad y por la ética: “Es fundamental, y no podemos renunciar a ello, porque si no, no tiene sentido nuestro trabajo. Es lo que nos diferencia. Con la inteligencia artificial y los bulos, lo único que sirve contra la desinformación es la información de calidad, la que hace un periodista que se juega su sueldo metiendo la pata”.
Bajar el tono
Para María Rey, estamos mezclando redes con medios, “y no es lo mismo. Nosotros nos jugamos la credibilidad en cada una de nuestras informaciones. No confundamos el que hace ruido para salir en la tele o redes sociales, con el que sigue haciendo de la información su materia diaria de trabajo. Pero debemos contribuir a bajar el tono y hacer autocrítica -agregó-, o ya nadie va a querer contar con nosotros”.
Por su parte, Jesús Avezuela valoró la importancia de creación de ámbitos asociativos, como puede ser la APM, “donde los periodistas podáis hacer fuerza y crear espacios de prestigio, para que el usuario sepa cuáles son los caladeros informativos a los que tienen que acudir, porque ahora estamos todos un poco perdidos. Estamos más informados que nunca, pero no sabemos cuál es la información buena o mala y esa es la responsabilidad de los medios de comunicación”.
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