La Asociación de la Prensa de Madrid se enfrenta a una de las crisis más dolorosas y perturbadoras de su historia justo cuando va a cumplir 125 años de su fundación.
El 31 de mayo de 2020 cumpliremos un siglo y cuarto y las celebraciones programadas para este fasto, al igual que la mayor parte de las actividades regulares y extraordinarias de la APM, han sido abruptamente canceladas o se han visto severamente afectadas, teñidas por el profundo luto que nos embarga.
Desde el principio de marzo, una veintena de compañeros de la Asociación ha perdido su vida y un número aún no determinado de otros periodistas madrileños y de otras provincias también han fallecido, muchos a causa del coronavirus. Decirles adiós y rendirles tributo es uno de los empeños más perentorios de nuestra Junta Directiva para cuando se levanten las restricciones.
Al dolor por la ausencia de compañeros queridos se une el quebranto por el repentino descenso de ingresos en áreas significativas de nuestra economía y la reducción o cancelación de aportaciones de algunos de nuestros patrocinadores principales.
A pesar de ello, o precisamente a causa de todo ello, la APM no ha dejado de funcionar. Sus empleados se han adaptado al teletrabajo con entusiasmo y la Junta Directiva ha mantenido contactos regulares e intensivos a través del chat corporativo y ha celebrado dos reuniones telemáticas de su Comisión Ejecutiva y una reunión a través de internet de la Junta al completo para preparar planes de contingencia y de actuación.
Y la Secretaría General ha elaborado un ambicioso programa de reducción de gastos que va a ser implantado progresivamente y del que daremos cumplida cuenta en la Asamblea General Ordinaria que estamos deseando poder convocar lo antes posible, igual que el Consejo Consultivo de la Presidencia, actos ambos cuya celebración tuvo que ser suspendida en el mes de marzo repentinamente cuando se nos vino encima la pandemia.
A la espera de poder rendiros cuentas y recabar vuestras opiniones, y con la esperanza de que os encontréis todo lo bien que se puede estar en las presentes circunstancias, os envío un fuerte abrazo.
Juan Caño
Presidente