Andrés Ramiro Molina

El día de Navidad falleció Andrés Ramiro Molina. Un periodista singular y amigo mío desde la Escuela Oficial de Periodismo, donde estudiamos entre 1966 y 1968. Andrés, poco después, terminó su licenciatura en Filología Inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense. Y su dominio del inglés le llevó a ser un gran especialista en política internacional.

Trabajó en una Radio Nacional de España que aún en los años 70 y principios de los 80 no se había desprendido, al igual que TVE, de su sello fundacional franquista.

Andrés cumplió con todos sus cometidos profesionales, mientras que en su tiempo libre plantaba bulbos en su oasis, su casa familiar de Miraflores de la Sierra. La jardinería era su pasión; aparte de los libros, que eran auténticas guías para él, como El perfecto pescador de caña, de Izaak Walton. Un espejo de lo que ahora se llama resiliencia ante las adversidades de la vida. La naturaleza, inspiradora de rectitud, siempre fue su pasión.

Pero hace más de 30 años todo quedó truncado por un terrible accidente. Un camión lo atropelló en una cuesta de Miraflores y, desde entonces, Andrés y su familia sufrieron por décadas sus graves lesiones que le afectaron tanto a la capacidad motora como al lenguaje. Su mujer, Conchita Régulo, puso todo su empeño en cuidarle a lo largo de esa terrible secuencia, y lo mismo sus hijas Laura y Silvia. Ha sido una pugna incansable por encontrar la mejora, hasta que a los 77 años Andrés falleció animando siempre, a su estilo, a vencer el desconsuelo.

Luis Pancorbo
11 de enero de 2024