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Alejandro Echevarría Busquet

Alejandro Echevarría Busquet, un editor de los de antes solo superado por su inigualable calidad humana

En el Hospital de Urduliz-Alfredo Espinosa (Vizcaya), ha fallecido el 19 de febrero, a los 81 años, Alejandro Echevarría Busquet, “Alechu”, miembro de innumerables consejos de administración y por encima de todo editor de pura cepa y persona de inigualable calidad humana, de formidables y visibles virtudes afectivas, apreciables por todos los que le conocieron, trataron y quisieron. Casado con Alicia Estívariz, compañera fiel en todas sus vicisitudes, tenía tres hijos y cuatro nietos. “Socarrón e irónico, pero siempre bondadoso, generoso y cercano, hizo gala permanente del respeto, la lealtad, la tolerancia y la prudencia como pautas en su vida social y laboral”, ha escrito con acierto Enrique Portocarrero en El Correo.

Desde que tuvo uso de razón Alechu Echevarría promovió y defendió la libertad de prensa y el trabajo independiente de los periodistas por encima de cualquier poder terrenal y solo sometido a la verdad, al respeto y al código deontológico. Y fue por esas virtudes por las que en 2009 la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) le concedió el prestigioso premio Miguel Moya “en reconocimiento a una amplia y destacada labor dentro del campo periodístico”, afirmando en el Acta que "Alejandro Echevarría Busquet ha encarnado en su dilatada trayectoria profesional las virtudes del auténtico editor de prensa“.

Nacido en Bilbao en 1942, Alechu Echevarría perteneció por vía paterna a una saga familiar vinculada a la prensa vizcaína, en la que su abuelo, Manuel Echevarría Torres, fue fundador y primer director de El Noticiero Bilbaíno; su padre, Alejandro Echevarría Zorrozúa, lo incorporó en 1945 a El Correo Español-El Pueblo Vasco, de la familia Ybarra, del que fue nombrado director en 1951. Después de licenciarse en Ciencia Empresariales en Deusto y trabajar en distintas empresas, Alechu inició su vinculación con el periódico que dirigió su padre como adjunto a la gerencia y más tarde, desde 1967, como consejero. En 1980 fue nombrado consejero-delegado y con Emilio y Santiago Ybarra y Churruca, Luis Bergareche Maruri, Fernando Ybarra López-Doriga y José María Bergareche Busquet, empezó a construir los cimientos de lo que es hoy el Grupo Vocento, compañía líder en el sector.

Su talante negociador fue también decisivo en la regulación actual del sector audiovisual nacional español, tanto privado como público. En 1988, Alejandro Echevarría, Presidente de Gestevisión-Telecinco tras entrar el Grupo Correo en el accionariado de la cadena televisiva; Santiago Muñoz Machado, vicepresidente de la misma; José María Mas Millet, presidente de Antena 3 TV, y quien esto firma, entonces secretario general de A3TV, fundaron la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (UTECA), patronal de las televisiones privadas nacionales que desde sus inicios tuvo el propósito de negociar con el Gobierno y los grupos parlamentarios la modificación de la Ley de Televisión Privada para que dejase de ser la “del miedo”, como se la conocía en los despachos jurídicos. Con Echevarría de Presidente de UTECA y documentos de Muñoz Machado alabados por todas las partes por su calidad jurídica, empezamos la tarea con José María Aznar López, a través del vicepresidente primero, Mariano Rajoy Brey, que puso de interlocutora a Soraya Sáenz de Santamaría, y lo conseguimos plenamente, ya con Canal Plus en UTECA (que cambió la palabra Abierto por Asociadas) y el tesón y talante de Echevarría, con José Luis Rodríguez Zapatero, teniendo como internuncia a María Teresa Fernández de la Vega Sanz, con quien se eliminaron las últimas restricciones y se consiguió un hito histórico: suprimir la publicidad en TVE, argumentando que Radio Nacional nunca la tuvo, que la publicidad debía ser para los medios de comunicación privados y que los públicos tenían que financiarse con aportaciones del Estado o con un impuesto finalista llamado canon, como en el resto de la UE.

La sensibilidad social y espíritu corporativista de Alechu le llevaron a presidir el Círculo de Empresarios Vascos, el patronato de algunas instituciones del Tercer Sector, como la Fundación Novia Salcedo, la Fundación Tubacex, la Sociedad Coral de Bilbao, el Consejo Social de la Universidad de Deusto y, desde 2022 su propia Fundación, Comunicando Futuro-Alejandro Echevarría, en la que embarcó a amigos y colaboradores para divulgar los valores de las empresas de comunicación, ayudando a construir sociedades bien informadas y contribuyendo a formar profesionales de futuro capaces de desenvolverse en la sociedad tecnológica en la que estamos y por la que navegamos en aguas profundas.

En 2009 el Ayuntamiento de la capital vizcaína le designó Ilustre de Bilbao, galardón que le llenó de orgullo porque de su identidad bilbaína y pertenencia al Botxo presumió en todo tiempo y lugar. Y para celebrar tan honorable reconocimiento, Alechu, ni corto ni perezoso, fletó algo más que una chalupa que llenó de amigos y familiares para navegar por la ría de Bilbao hasta Algorta, en Getxo, y vuelta. Su cara de felicidad inundó la ría del Nervión y el mar Cantábrico, por donde ahora su espíritu cabalga entre las olas bravías de su querida y hermosa tierra vasca.

Descansa en paz, querido y admirado Alechu.

Jorge del Corral y Díez del Corral
19 de febrero de 2024

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