El hecho de que haya sido remitida a cada uno de los miembros de la Junta Directiva por burofax nos parece una chiquillada.
No acabo de entender a santo de qué viene negar a la APM representatividad como interlocutor válido de los periodistas. Ni a santo de qué advertirnos y amenazarnos de ilícitos. ¿Creéis que somos vuestros adversarios? No podía imaginarlo.
Desde hace meses hemos hablado con vosotros del problema planteado por la nueva redacción de la Ley de Propiedad Intelectual en la que tanto empeño habéis puesto. Es lógico que los periodistas tengamos aspiraciones en cuanto a derecho de autor (¿no somos autores?).
La APM no tiene ningún interés económico en este debate. Tratamos de contribuir a que haya consenso en la defensa de intereses legítimos bien planteados. Estamos en contacto con el Colegio de Periodistas de Cataluña para actuar coordinadamente y estamos a vuestra disposición para posibilitar una salida inteligente a este problema.
Si entendéis que debemos ser adversarios tendremos que proceder en consecuencia. He pedido a nuestra Asesoría Jurídica que estudie si debemos entender como amenaza la arrogancia de vuestro escrito, que estoy seguro responde más a emociones de picapleitos que al espíritu de esa casa, tan apreciada por nosotros y con la que hemos compartido no pocas aventuras.
Ignacio sabe que nos hemos acercado a la AEDE en varias ocasiones para abordar proyectos que redunden en beneficio de periodistas y editores (también de los ciudadanos), tenemos problemas comunes de reputación y de credibilidad. ¿No deberíamos trabajar en común y evitar la tentación de la bronca?
Decidí primero archivar la carta y darla por no recibida, pero mis compañeros de Junta me hacen ver que el silencio distancia, engorda los problemas y abre espacio al enfrentamiento.
Agradecido por tu atención, recibe un saludo de amigo.
Fernando González Urbaneja.