Rafael Julián López
Como muy bien dice su amigo Roberto Bieger, que compartió con él muchas horas dentro y fuera de RTVE, Rafael era “un personaje irrepetible, inteligente, imaginativo y desmesurado en todo: en estatura, su generosidad, sus pasiones, sus filias y fobias, y con un amor propio y sensibilidad a flor de piel de niño grande”. Así era él. Se fue en Madrid el pasado 2 de abril. Tenía 73 años y muchos sueños todavía por cumplir.
Rafael Julián López nació en Buñol (Valencia) en 1942. Estudió Ingeniería Agrícola, profesión que ejerció un tiempo porque pronto decidió cambiar de rumbo profesional. En Madrid, estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense. Se licenció en la segunda promoción de Periodismo de la recién estrenada Facultad, en 1977.
En 1978 fue nombrado director de NO-DO, y un año más tarde, Roberto Bieger, entonces director del Gabinete Técnico de RTVE, recibió el encargo de integrar el servicio en el Ente Público RTVE. Y juntos acometieron la empresa. A pesar de estar ya en la etapa democrática, tuvo que soportar duras críticas por permitir a Imanol Uribe utilizar el archivo de la entidad para su película “El proceso de Burgos” (1979). Además, durante el mandato de Rafael –que contaba que se vendieron “miles y miles de copias” de la pieza sobre la muerte de Franco, muchas más que de la coronación de Juan Carlos I– se suspendió la exclusividad en la producción de noticiarios cinematográficos. El NO-DO desapareció en 1980, aunque ya en 1975 dejó de ser obligatoria su exhibición. Sus valiosos fondos fueron integrados en el archivo histórico de la Filmoteca Española, proceso en el que intervino activamente Rafael. Conversador ameno y atento a todo lo que le rodeaba, Rafael era un apasionado de la vida y disfrutaba de todos sus placeres. Su amigo Roberto Bieger le recuerda así: “A mí, lo que me importa de verdad es la hechura humana de este personaje explosivo y poliédrico. Rafael tenía la inquietud permanente de saber, la curiosidad de un hombre del Renacimiento, con mente siempre joven, abierta a todo lo nuevo: a las tecnologías, a la música de ayer y la actual más sincopada. Gozaba con la literatura, con la pintura, con el fútbol, y se extasiaba ante los paisajes y el campo, que admiraba con ojos de experto”.
Rafael deja un inmenso vacío. Se ha ido el marido y compañero de tantos años de Mari Carmen. Se ha ido el padre de María y de Rafa. Se ha ido el abuelo de cuatro nietos (Román, Gloria, Berta y Martina) a los que adoraba. Rafael se ha marchado demasiado pronto para su familia y amigos y para quienes disfrutaron con él de muchos e inolvidables momentos. “Periodista, agricultor, funcionario, poeta, actor, enólogo, político, director de NO-DO, encantador de serpientes…”, a decir de su amigo Roberto. Su carismática personalidad permanecerá en la memoria de todos para siempre.
Maite Fernández Tadeo, Periodista