Jesús Martínez Fernández
Jesús Martínez Fernández, medio siglo informando desde Bonn
El corresponsal sustituto –colaborador, freelance, amigo…- es una de las figuras más importantes y olvidadas del periodismo.
Mis primeras crónicas para la radio (RNE) desde Nueva York en 1977 fueron como sustituto de Cirilo Rodríguez cada vez que el enfisema le obligaba a aislarse en la UCI del Hospital General de Manhattan. Las firmaba con el pseudónimo “Jesús del Río”, por mi hermano Jesús y mi sexto apellido. Mi director en “Informaciones”, Jesús de la Serna, no quiso que utilizara mi firma del periódico.
En aquellos años, Carlos Riera hacía el mismo trabajo en Londres para Mariano González-Aboín, José Antonio Vila en Roma para Rafael Ortega, Ramón Font en Lisboa para Eduardo Sotillos y Diego Carcedo, y Jesús Martínez en Bonn para Pedro Wender, Manuel Piedrahita y Asunción Valdés.
Algunos de ellos, como Font, acabaron de corresponsales fijos y en cargos de responsabilidad en España. Otros, como Vila y Riera, se tuvieron que buscar la vida. Martínez logró la titularidad en la corresponsalía tras el retorno de Valdés a Madrid y resistió en el puesto hasta la unificación.
Nacido en Requejo de la Vega (León) hace 88 años, Jesús es uno de los muchos periodistas a los que el coronavirus ha dado la puntilla esta primavera. El pasado 26 de abril fallecía en un hospital de Navacerrada, a 50 kilómetros al norte de Madrid, ocho días después de su ingreso tras ser rechazado en el Hospital Puerta de Hierro. Llevaba cinco años en una residencia del grupo Ballesol. Mari Carmen, su única hermana, 14 años más joven, sobrinos y nietos, no pudieron despedirse.
En la vida de Jesús, aparte de unirnos durante años el rol de corresponsales sustitutos o colaboradores en RNE y haber nacido los dos en La Bañeza, encontré siempre una vida paralela a la de uno de los mejores corresponsales alemanes en España desde 1970, Walter Haubrich.
Walter vino de lector a Santiago a finales de los sesenta y se quedó en España con el “Francfürter Allgemeine Zeitung” hasta su muerte. Jesús, tras iniciar los estudios de Comercio en León y graduarse como número uno de la última promoción de Intendentes Mercantiles en Madrid, en 1956, se fue a Bonn con una beca de seis meses, se casó con una alemana y allí se quedó, ejerciendo el periodismo, hasta 2015.
En Madrid, como buena parte de los estudiantes de familias humildes que veníamos de provincias, salió adelante con becas y colaboraciones en Radio España. Los estudios de periodismo no los completó hasta años más tarde, ya en Bonn, con viajes relámpagos a Madrid para los exámenes.
En Alemania trabajó en la década de los 60 en la Radio Deutsche Welle y en la televisión WDR como redactor-presentador del programa bilingüe “Nuestra Patria-Vuestra Patria” (Premio Ondas 1966). Desde 1977 colaboró con RNE y TVE en Bonn.
“Tenía una magnífica biblioteca en casa y adoraba Alemania, pero siempre llevó a León y a La Bañeza en el corazón”, comenta su hermana. “Le encantaba la política internacional, estaba totalmente al día de las últimas noticias de Alemania e, incluso jubilado, no se perdía nada importante de lo que sucedía en el Bundestag”.
Desde el periodismo fue uno de los españoles que más ayudaron a promover el turismo alemán a España y la emigración española a Alemania en los años más difíciles. Sus crónicas fueron siempre un modelo de sobriedad, rigor y precisión, y su voz, una de las mejores de la radio pública. En “Confidencias de un corresponsal”, sus memorias, nos dejó un manual del mejor periodismo.
Felipe Sahagún
3 de junio de 2020