Consuelo Escobar Castro
Nos ha dejado Chelo Escobar. Curiosamente –la vida a veces es un poco injusta–, era la más joven de nuestra promoción, cuyas bodas de oro celebramos hace justo ahora tres años. Amiga de siempre, nos veíamos cada poco; la última vez en su casa-refugio zamorana de Remesal de Sanabria (Casado, Martos y yo), hace dos años, cuando todo estaba aún por llegar.
Más que su trayectoria profesional –esa todos la tenemos–, prefiero recordar su trayectoria humana y su sonrisa que nunca perdió, desde los tiempos en que nos preparábamos para el ingreso en la Escuela de Periodismo allá por 1964.
Luego, viajes en grupo, hasta que la mayor parte de nosotros se fue para periódicos de provincias o algunos –como en mi caso– a recorrer mundo. En 1975, cuando todos los compañeros periodistas se habían casado y solo quedábamos nosotros dos por hacerlo, decidimos hacer una boda ficticia, pensando que también teníamos derecho a regalos. La hicimos en el parador de Jarandilla de la Vera y, lo que son las cosas –¿castigo divino?–, ambos continuamos solteros hasta hoy. Parte de mis recuerdos se han ido con ella.
En la foto de la derecha aparece con Antonio Checa, Manuel López Camarena, Manuel García Carmona y Manuel Quintero. Todos ellos acabaron dirigiendo periódicos.
César Justel
27 de agosto de 2020