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Ángel Benito Jaen

Ángel Benito, un decano para la historia del periodismo

El profesor Ángel Benito ha sido una pieza clave para entender el nacimiento e implantación de los estudios sobre la comunicación de masas en la Universidad española. Fue cofundador y director del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra, promotor también de los primeros pasos de la nueva Facultad de Comunicación de esta Universidad y, finalmente, cofundador de la Facultad de CC. de la Información de la Universidad Complutense de Madrid de la que llegó a ser el primer Decano elegido por votación de profesores, alumnos y personal no docente.

Dentro de la trayectoria académica del profesor Ángel Benito, creo que son especialmente destacables tres momentos que le consagran definitivamente como un insuperable maestro de periodistas universitarios en España.

1) Director del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra (1962-1971). Como investigador de la comunicación, Ángel Benito inició aquí la construcción de su Teoría General de la Información, en la que profundiza acerca del papel de los medios de masas como instrumentos para la tecnificación del diálogo social en las comunidades políticas. Recibió el Instituto de su anterior director y fundador, el Prof. Antonio Fontán, y lo asentó definitivamente como un centro docente de nivel inequívocamente universitario, varios años antes de que se establecieran en España las primeras facultades de Ciencias de la Información.

2) Cofundador de la Facultad de CC. de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (1971-1977). Trabajó como vicedecano con Adolfo Muñoz Alonso y Juan Beneyto y fue el hombre integrador, la pieza fundamental de los primeros y difíciles pasos iniciales encaminados a dotar a este centro de una sólida estructura universitaria, tanto en el plano docente como en el investigador.

3) Decano de la Facultad de la UCM (1981-1990). Fue el primer decano elegido por votación directa de todos los estamentos. Este tiempo fue el de la consolidación y proyección definitiva de la Facultad no sólo en el ámbito estrictamente universitario, sino también en todo lo que se refiere a su desarrollo cultural, integración social y apertura hacia unas relaciones estrechas con los medios y los profesionales del periodismo y demás actividades informativas. Un ejemplo: durante su mandato, a finales de los 80 --y con el apoyo del Prof. Enrique de Aguinaga, el primer director--, la Facultad inició la colaboración con la empresa Prensa Española a través del Master de Periodismo ABC/UCM.

Como rasgo más llamativo de la personalidad de Ángel Benito como docente me atrevo a señalar éste: su enorme capacidad para ejercer un magisterio indiscutible entre los centenares de periodistas universitarios que han seguido sus enseñanzas, alumnos procedentes de todos los lugares de España y de la mayor parte de los países de Hispanoamérica.

Ha muerto un gran universitario. Pero Ángel Benito ha dejado también una huella profunda en la historia del periodismo español del siglo XX. En una delicada etapa de transición política y académica ha sido decano de dos de las tres primeras facultades de Comunicación instaladas en España. Curiosamente, en 1979 -- y esta experiencia la sufrimos los dos al mismo tiempo--, la facultad de la Universidad Autónoma de Barcelona se negó a admitirnos como catedráticos del centro a pesar de llegar allí con el respaldo del B.O.E. y después de unas difíciles oposiciones ante sendos tribunales de catedráticos ajenos al Periodismo: alumnos y profesores se manifestaron tumultuosamente ante el Rectorado para rechazar a los profesores llegados de Madrid. Tuvimos que negociar con el Rector una fórmula de compromiso --unas comisiones de servicio-- para ganar tiempo hasta que salieran nuestras plazas en la Complutense. Lo cierto es que los rebeldes ganaron su batalla y los estudiantes siguieron en Bellaterra con su claustro de penenes autóctonos

En un plano muy personal, quiero decir que Ángel Benito era para mí como un hermano mayor. Juntos nos hemos embarcado desde 1955 en una gran cantidad de proyectos y trabajos, tanto de carácter profesional como académico: yo fui siempre el segundo de a bordo. Y en los largos meses de confinamientos domésticos y de estados de alarma he mantenido con Marisa, su esposa, una comunicación constante por teléfono. Marisa ha hecho gala de una entereza admirable y de una elegancia exquisita ante la prolongada enfermedad de Ángel. Para ella van ahora mis condolencias y mis abrazos a distancia.

Una alumna de las primeras promociones del Instituto de Pamplona dejó colgada en internet hace ya varios años una deliciosa crónica --"Mis compañeros y mis profesores"-- con sus experiencias en aquella naciente universidad (cursos 1960-1964, más o menos). En un párrafo casi final dice: "Ángel Benito era el director de Periodismo y su mano derecha era José Luis Martínez Albertos. Los dos formaban un buen equipo y eran excelentes profesores". En estos momentos dolorosos, pido a Dios que nuestro equipo pueda volver a reunirse en algún lugar del Paraíso, con periódicos y universidades, con todos los lectores y todos los alumnos que juntos hemos felizmente compartido aquí durante tantos años.

José Luis M. ALBERTOS
16 de diciembre de 2020

*Parte de este artículo fue publicado en el diario ABC el pasado 13 de diciembre