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'El País', suma y sigue

16/11/2012

20:42

Escrito por: APM

                           

Por Carmen de Riego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid.

La presidenta de la APM explica en este artículo de opinión cómo ve el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acaba de realizar el primer diario español.

El ERE en el diario “El País” que tanto ha conmocionado a la profesión no es más que la continuación de lo que vive el periodismo en los últimos años, ya demasiados, desde que, incluso antes de que la crisis económica hiciera su aparición, empezó a golpearnos.

Los 129 compañeros que fueron expulsados con festividad y ensañamiento el domingo 11 de noviembre  no son más que el suma y sigue de lo que antes en otros medios y otros compañeros han vivido. Muchos, demasiados, si tenemos en cuenta que nos acercamos a los 4.000 sólo en Madrid -no sólo periodistas sino empleados en medios de comunicación-, 6.400 despidos ejecutados ya si hablamos de toda España, y con previsión de que sobrepasen los 9.000 una vez que se realicen todos los recortes anunciados y que están en marcha. Y lo que es peor: dos centenares de medios cerrados, lo cual ya no sólo es un problema de los periodistas que pierden su trabajo, sino de toda la sociedad, que ve cercenado su derecho a una información veraz, al limitarse el pluralismo informativo.

Pero a pesar del ser un ERE más, como los que han sufrido “ABC”,  “El Mundo”, EFE y prácticamente todos los medios de comunicación madrileños y españoles, hay una sensación en muchos de nuestros compañeros, para bien y para mal, de que el ERE de “El País” ha supuesto, o supone, un punto de inflexión en esta desgraciada etapa que nos ha tocado vivir.

No es sólo que un gran número de los periodistas despedidos tengan más de 50 años. Ha ocurrido en otros medios de comunicación, y el presidente de PRISA, Juan Luis Cebrián, lo había adelantado con su afirmación de que los periodistas, a los 50, ya están en la tercera edad. Imperdonable error de alguien que fue periodista y que ahora no sabe ver lo que aporta la veteranía y la experiencia en una redacción. Pero sólo eso, un error como el de tantos editores de medios de comunicación que sólo se fijan en las nóminas a la hora de decidir de quien se prescinde y no en el trabajo desarrollado ni en el valor añadido que se aporta al medio. Por lo menos a Cebrián habrá que agradecerle que proclamara alto y claro lo que otros se han limitado a hacer pero sin decirlo.

Que hoy “El País” tiene menos capital humano que ayer nadie lo duda. Que los "jóvenes" llegarán a tener la experiencia de los que ahora se van, tampoco; aunque les costará más porque no tendrán maestros en los que mirarse, como ha ocurrido en otros medios.

¿Qué ha hecho entonces diferente este ERE respecto de los demás? Seguramente otros podrán decirlo con más autoridad que yo,  que no he trabajado nunca en ese medio, ni he vivido desde dentro este mes, "el peor de toda mi vida", en palabras de un periodista que lo sigue siendo de “El País”. Pero, desde fuera, y como lectora de este periódico más que como presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, creo que las formas lo han hecho diferente.

No hablo de que la empresa aplique a los afectados por el ERE la reforma laboral que desde sus páginas ha combatido, porque ya se sabe que el dinero no tiene ideología, y ha ocurrido en otros casos. Lo diferente es, a mi juicio, la forma en la que la empresa ha maltratado a sus periodistas durante todo el proceso; las amenazas si se ejercía el único derecho que nos queda a los periodistas cuando trabajamos para una empresa: el derecho de autor, nuestra firma. Y lo diferente es, sobre todo, la forma en la que se han comportado nuestros compañeros de “El País”, defendiendo, cuando su puesto de trabajo estaba en peligro, la esencia de un medio de comunicación -que para muchos ha sido el único en el que han trabajado-, su línea editorial y su ideario programado. Cómo han hecho a sus lectores partícipes de su lucha y defensores de sus intereses y cómo le han demostrado a la empresa su profesionalidad hasta en la forma de irse, cuando ya el medio al que pertenecían les daba por descontados.

129 periodistas que seguirán siéndolo fuera de “El País”, como han demostrado otros muchos de otros medios, y espero que en este caso, como en los otros, algún día haya un editor que reconozca el error de prescindir de los mejores por una crisis económica.





 

 

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