Homenaje a Manu Leguineche, una vida de compromiso con el periodismo. Fotos: Elena Hidalgo / APM
Familiares, amigos y profesionales del periodismo rindieron, en la tarde del 9 de junio, un emotivo y entrañable homenaje póstumo a Manu Leguineche, periodista fallecido el 22 de enero de 2013.
El encuentro, celebrado en el Ateneo de Madrid, estuvo protagonizado por las anécdotas, los periplos y demás vivencias, tanto profesionales como personales que, con Manu Leguineche, compartieron los profesionales y los amigos asistentes.
El homenaje fue presentado y moderado por Rafael Fraguas, quien resaltó que “sin periodistas como lo fue Manu, el periodismo es imposible”. Los relatos cercanos de los presentes destacaron a un Manu Leguinche comprometido con el periodismo, independiente, compañero, buen profesional, modesto, tímido o intuitivo, entre muchos otros calificativos.
A la timidez y la intuición, Pilar Cernuda añadió la osadía, como los calificativos que describian a Manu Leguineche. Cernuda apuntó que “era un personaje excepcional, como periodista y como jefe” y advirtió de que todo lo que es ella como periodista se lo debía a Leguineche.
De su timidez también habló Jesús Picatoste, añadiendo que era “siempre tímido y enmascaraba sus sentimientos para no molestar al prójimo”. Picatoste dio unas pinceladas personales sobre Leguineche, al que calificó de maestro y amigo entrañable y recordó algunas de sus aficiones como el mus y el Athletic de Bilbao.
Imagen del público en el homenaje a Manu Leguineche. Foto: Elena Hidalgo / APM
Alfonso Armada leyó a modo de semblanza su artículo “Será una noche de nieve profunda”, publicado en Fronterad.com, en la que dijo: “Manu era fieramente humano, nada menos que un hombre, sino porque sus virtudes siempre acababan venciendo y mostrándonos el camino más corto, que es el de la verdad”.
Por su parte, Vicente Romero recordó las primeras guerras que cubrió Manu Leguineche, al que calificó de “excelente compañero” y del que dijo que “el periodismo que hacía Manu Leguineche, el que se hacía hace unos años, si no ha muerto, está gravemente herido y en un serio peligro”.
Teresa Aranguren destacó del homenajeado su bondad y honradez. También recordó unas palabras del maestro de periodistas y "jefe de la tribu": “El primer viaje que tiene que hacer un buen reportero es a los libros. Documentarse antes de ir a un lugar, y a ser posible, mucho”. Aranguren añadió que Leguinche partía siempre “de una inicial modestia”, la de saber que el mundo “es ancho y ajeno y que para contarlo, primero hay que intentar conocerlo”.
También participó en este homenaje Ramón Lobo, que dijo de Manu: “Es la esperanza de ese periodismo que se muere”. Lobo aprovechó su intervención para leer un artículo que escribió el día en el que falleció el periodista, titulado “Las guerras ganadas” y publicado en “El Periódico de Catalunya”.
Asimismo, participaron otros profesionales allegados al periodista desaparecido como César Navarro, Joaquín Bardavío, Enrique Vázquez, Diego Carcedo, Santiago Carcar, Julián García Candau y Enrique Vázquez.
Tras las ponencias y semblanzas, se proyectó una entrevista a Manu Leguineche. La banda sonora del encuentro corrió a cargo del Coro de la Asociación de la Prensa de Madrid, que interpretó dos piezas.
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