García-Abadillo: 'Ante la avalancha del subjetivismo, hay que volver a la esencia' del periodismo

J. A. Zarzalejos, Victoria Prego y Casimiro G. Abadillo partiiparon en la mesa redonda "Periodismo de calidad y calidad democrática". Foto: Elena Hidalgo / APM

“Los grandes periódicos han perdido influencia, credibilidad y, en este momento, ha dejado de ser el cuarto poder”, advirtió Casimiro García Abadillo, director de El Independiente, en la mesa redonda “Periodismo de calidad y calidad democrática”, celebrada con motivo del centenario de la fundación del periódico “El Sol”.

La caída de la difusión de los grandes periódicos y de los ingresos publicitarios por la llegada de internet ha propiciado “una debilidad financiera de los grandes grupos” provocando que “bancos y grandes grupos empresariales se apropien de los grandes periódicos”. Además, ha supuesto la pérdida de empleo para muchos periodistas y una devaluación salarial, que “ha proletarizado [la profesión] hasta límites insoportables”. Además, la situación actual, alertó Abadillo, está llevando “a los medios a una dependencia de las empresas tecnológicas”: “Hoy, un periódico no puede sobrevivir sin ponerse de rodillas delante de Google”.

En la misma línea, José Antonio Zarzalejos, periodista y exdirector de “El Correo” y “ABC”, calificó de “penosa” la situación en la que se encuentra la profesión. No solo apuntó a la crisis económica que está obligando a una reestructuración de la industria periodística, sino a la “pérdida de sus capacidades intelectuales y éticas”. Para Zarzalejos, “los medios han perdido y se les ha arrebatado su capacidad de prescripción y de prospección”. En relación con la primera, apuntó que “la democratización informativa y la banalización de los contenidos ha destrozado la labor intermediación y, por ende, el poder prescriptivo de los medios”.

Mesa redonda del congreso internacional con motivo del centenario de “El Sol” . Foto: Elena Hidalgo / APM

La falta de capacidad de prescripción y de prospección quedó manifiesta, explicó, con lo ocurrido en las últimas elecciones de EE. UU., con el triunfo del Brexit o con el referéndum colombiano para ratificar el acuerdo del Gobierno de Santos con las FARC. En el caso de España, citó la cuestión de Cataluña y el proceso soberanista que ha está “sostenido con posverdades que enlazan con el peor de los populismos donde los medios, por acción o por omisión, han jugando y están jugando un papel no precisamente brillante”. José Antonio Zarzalejos lamentó que “cuando se decanten los acontecimientos, el caso de la crisis de Cataluña entrará en el peor catalogo de las ‘fake news’. Ha sido un proceso tramposo”.

Por su parte, Casimiro García Abadillo, señaló que “ante esta avalancha de subjetivismo y del populismo, hay que volver a las esencias: a la veracidad, a la relevancia, a la exclusividad de las informaciones”. El director de El Independiente reivindicó el papel de los periodistas y de los medios de “ser lo más fieles posibles a la realidad, independientemente de lo que pensemos” y advirtió de que “si no recuperamos el buen periodismo, estamos condenados a una sociedad absolutamente intransigente y controlada por personas que están absolutamente ocultas”. García Abadillo animó a corregir esa tendencia y reivindicó los valores de “El Sol”, como “los valores de un gran periodismo que no debe morir nunca”.

La mesa redonda, celebrada el 14 de noviembre en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), estuvo moderada por Victoria Prego, presidenta de la APM, quien dijo que “El Sol” “rompió la tónica habitual del periodismo de entonces y se convirtió en un referente de modernidad, reformismo y de dignidad profesional”. En definitiva, dijo Prego, fue “un periódico con una influencia extraordinaria en la sociedad española y en el periodismo”.

La mesa redonda estaba englobada en un congreso internacional que, bajo el título “Centenario de la fundación del periódico ‘El Sol’, se celebró los días 13 y 14 de noviembre y que fue organizado por la Fundación José Ortega y Gasset - Gregorio Marañón y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, con la colaboración de la APM.